La Madre Tierra está herida
Este enunciado abre el ‘Acuerdo de los Pueblos’ que fue aprobado en la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, celebrada en Cochabamba. En ella participó –en calidad de observador- el embajador de Suiza en Bolivia, Pascal Aebischer.
El diplomático aborda algunas de las conclusiones que serán presentadas en la Conferencia de Cambio Climático, prevista para diciembre en Cancún. Entrevista.
swissinfo: Señor embajador, ¿qué opinión tiene usted de la relación de los campesinos bolivianos con la ‘Pachamama’ (Madre Tierra) y de su cosmovisión?
Pascal Aebischer: Indudablemente, una característica es la fuerte conexión de los campesinos con la naturaleza, con la Pachamama. Este vínculo no es sorprendente si se considera que la Madre Tierra, tal como se expresa en el lenguaje de la economía, es el medio de producción fundamental de los productores campesinos. La Pachamama es tratada por los campesinos con mucho sentimiento y respeto, lo que se expresa en muchos de sus usos y costumbres.
El concepto del mundo de la población rural del altiplano se orienta por la ley de la naturaleza y por su constante génesis y desapariciones. No debería ser comparada con religiones monoteístas. No obstante, encuentro en las manifestaciones exteriores muchas similitudes con la (otrora) población rural europea y más aún dentro del ciclo de la naturaleza, dentro del que se pedía a Dios por buenas cosechas y una vez pasadas éstas, se le agradecía.
Sin embargo, es evidente que una interpretación moderna de la cosmovisión andina, según la cual los derechos de la Pachamama se antepondrían a los derechos humanos, no es compatible con los valores cristianos occidentales.
¿Qué aspectos destaca de la reciente Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra?
P.A.: Una de las particularidades de esta Cumbre alternativa de Cambio Climático fue que en primera línea, grupos poblacionales indígenas y movimientos sociales, pudieran expresarse sobre el cambio climático, sus consecuencias y las correspondientes medidas.
El resultado de la Conferencia es un documento final que no presenta un avance concreto a las soluciones consensuadas con miras a la próxima Conferencia de Naciones Unidas a fines de año en Cancún, México. El documento contiene análisis y exigencias que el presidente Morales hará llegar a Naciones Unidas, con destino a los países desarrollados. Se trata de exigencias inviables en su alcance y fundadas en parte ideológicamente. Estas van desde el alejamiento del sistema capitalista, hasta los pagos del 6% del Producto Interno Bruto (BIP) de los países industrializados a los países en vías de desarrollo como compensación a daños climáticos. Respecto a si la Comunidad de Estados responderá al paquete de demandas y cómo lo hará, se sabrá sólo después de las negociaciones en Cancún.
A su juicio, ¿es concebible un referendo mundial sobre el estado y la protección del medio ambiente?
P.A.: Es una de las metas de la recién concluida Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. El objetivo de los organizadores es que en el marco del referéndum mundial, el mayor número de personas expresen su opinión, entre otros temas, sobre si verdaderamente quieren un capitalismo destructor o si los gastos de defensa no deberían ser más bien invertidos para la protección del clima.
En un Estado construido democráticamente –además del derecho al voto de los representantes en las asambleas legislativas– existe también frecuentemente la coparticipación directa de la población en consultas específicas. Como ciudadanos suizos, que estamos confrontados prácticamente ‘desde la cuna hasta la tumba’ con deliberaciones a nivel de los municipios, los cantones y la Confederación, estamos totalmente interiorizados con estos procedimientos y los valoramos como importantes elementos de la cogestión en el aparato estatal. Sin embargo, la cogestión de los ciudadanos del mundo sobre consultas a escala internacional, fuera de sus derechos como ciudadanos, es una temática que hoy en día no está regulada.
En este contexto es importante tener presente que todos los países del mundo están representados en las Naciones Unidas como una organización mundial. Esto significa que los ciudadanos y pueblos del mundo pueden y deberían participar a través de los Estados a los cuales pertenecen, incorporando sus posiciones e influyendo en la toma de decisiones en relación con las medidas a ser tomadas sobre el cambio climático.
¿Qué hace la cooperación suiza en Bolivia con respecto al cambio climático?
P.A.: Suiza apoya cuatro programas relativos al cambio climático: El Programa AIRE LIMPIO tiene el objetivo de mejorar la protección de la salud de la población y reducir las emisiones de gases con efectos en la contaminación atmosférica producida por el parque vehicular, en el marco de un sistema de gestión de la calidad del aire.
Aproximadamente 50.000 vehículos pasaron por controles para reducir sus emisiones y se ha influido positivamente en la aplicación de normas municipales y nacionales (IMNORCA). El Programa de Aire Limpio, incluye proyectos piloto de reducción de emisiones de CO2 producidas por ladrilleras en Cochabamba.
El Programa BioCultura apoya Modelos Endógenos integrales y sostenibles, mejorando los índices de calidad de vida para alcanzar el ‘Vivir Bien’, en no menos de 15.000 familias de 50 municipios andinos de Bolivia. Ese programa apoya procesos de conservación, restauración y funcionalidad de ecosistemas andinos, además de facilitar a las poblaciones más pobres el acceso a alternativas económicas ligadas con el uso de la biodiversidad para mejorar las oportunidades de adaptación a cambios climáticos.
El Programa de Reducción de Riesgos de Desastres en Bolivia (PRRD) contribuye en 31 municipios a la reducción de riesgos y medidas de Adaptación por el cambio climático y desastres mediante la revalorización de conocimientos tradicionales. Asimismo apoya la elaboración de instrumentos financieros como el Seguro Agrícola que facilitará respuestas a inseguridad de inversiones locales por afectaciones de orden climático.
Y ell Programa de Innovación Continua (PIC), a través del fomento a la Innovación, contribuye a reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida, incrementando el empleo de calidad, los ingresos y la seguridad alimentaria de 4.000 familias con apoyo en procesos de investigación en el tema para 20.000 familias. La orientación del Programa tiene un aporte importante a procesos de Adaptación a cambios climáticos, sobre todo relacionados a dos aspectos principales: la seguridad alimentaria y el seguro agrícola.
Bolivia es uno de los países de concentración de la cooperación suiza. ¿Cómo califica usted las relaciones actuales de Berna con el gobierno del presidente Evo Morales?
P.A.: Somos una cooperación que trabaja en el ámbito internacional y bilateral: a nivel internacional nos adscribimos a principios como la Declaración de París de 2003 y los Objetivos del Milenio que nos muestran los caminos y las metas de acción conjunta con los gobiernos. A nivel nacional, cada gobierno establece sus propias políticas. Como país cooperante debemos adecuarnos a los cambios internos de un país.
En consulta con el gobierno, hemos reelaborado nuestra estrategia de cooperación para Bolivia. Hemos mantenido nuestras mismas tres áreas de trabajo: gobernabilidad, promoción económica y recursos naturales. Pero hemos cambiado la forma de cooperación, creando 8 programas que tienen el principio de construcción conjunta a través de la participación de actores del Estado y de la sociedad civil en diferentes niveles nacionales (central, departamental, municipal, comunidades campesinas y pueblos indígenas).
Félix Espinoza R., La Paz, swissinfo.ch
La Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, celebrada del 19 al 22 de abril en la población rural de Tiquipaya, a 20 kilómetros de Cochabamba, fue convocada por el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Entre los 20.000 asistentes de 147 países estuvieron el teólogo brasileño Leonardo Boff, el ex ministro nicaragüense de Exteriores Miguel D’Escoto y el Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel.
Las exigentes conclusiones que ponen en tela de juicio lo hecho hasta ahora para proteger al medio ambiente serán presentadas en la próxima Conferencia de Cambio Climático, prevista para diciembre de 2010 en Cancún, México.
En la Cumbre de la Tierra de Río (1992) se definió el concepto de desarrollo sostenible y se redactó la denominada Agenda 21. En ella participaron 110 jefes de Estado y de Gobierno de 178 países, además de representantes de ONG.
Las principales conclusiones de la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo (2002), Sudáfrica, fueron: intensificar los esfuerzos para promover el desarrollo sostenible, reducir la pobreza y revertir la degradación del medio ambiente. Acudieron a ella unos 180 gobiernos.
El país andino es uno de los de concentración de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), que desde 1969 ha destinado a Bolivia más de 420 millones de dólares no reembolsables.
La cooperación helvética pretende contribuir a la reducción de la pobreza y al fortalecimiento de los grupos desfavorecidos respaldando diversos proyectos. En la gestión 2009 consagró para ese fin algo más de 17 millones de francos.
Pascal Aebischer es embajador y director de COSUDE en Bolivia desde el 15 de enero de 2010.
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