Los puentes colgantes florecen en Nepal gracias a una iniciativa suiza

Keystone / Diego Azubel

Modelo de cooperación entre dos países montañosos, Suiza lleva más de medio siglo apoyando a Nepal en la construcción de puentes colgantes. La instalación número 10.000, de 283 metros de longitud, se inauguró en las estribaciones del Himalaya.

En los escarpados valles de Nepal, los puentes colgantes salvan ríos, cruzan desfiladeros y unen picos. Estas proezas arquitectónicas están encaramadas a alturas de vértigo. Con 135 metros, uno de estos puentes nepalíes es uno de los más altos del mundo.

En un país con más de 6.000 ríos, los primeros puentes colgantes se construyeron en la década de 1960 a instancias de un geólogo suizo. La colaboración continúa hoy en día, de hecho, Nepal acaba de inaugurar su nueva estructura, la número 10.000 en su territorio.

Paisajes idénticos

«Compartimos paisajes similares» en Suiza y Nepal, dijo Prabin Manandhar, director de Helvetas, en el programa de noticias de las 19:30 de RTS (Radio Televisión Suiza). Los ingenieros suizos han aportado sus conocimientos cuando los constructores lo han necesitado, y más de 3.000 personas han recibido formación desde que se inició la colaboración, añade.

Los nepalíes tienen ahora «la capacidad de garantizar que la construcción de los puentes cumplen las normas necesarias», mencionó en RTS la embajadora suiza en Nepal, Danielle Meuwly. Cada día se construye una media de dos puentes colgantes uniendo entre sí los valles.

Es difícil «construir carreteras en estas zonas remotas» sin las «instalaciones y recursos necesarios», explica el ingeniero nepalí Kumar Jirel. En su lugar, los puentes son la solución más accesible. Se pueden construir más rápidamente, requieren menos equipamiento y, por tanto, cuestan menos.

Y los puentes colgantes son utilizados ahora por más de 20 millones de nepalíes cada día.

>> Puede ver la emisión de la RTS (en francés) en el siguiente vídeo:

Texto adaptado del francés por Carla Wolff