Línea pragmática en la central de Mühleberg
Los habitantes de Mühleberg, uno de los pueblos suizos que cuentan con una planta de energía nuclear, dicen que aunque los hechos en Japón son “terribles”, no esperan que nada vaya a cambiar.
Kurt Herren, alcalde de la villa, advirtió que quería ver un análisis detallado de las autoridades suizas luego de que se conocen cada vez más detalles sobre los accidentes de las centrales nucleares japonesas que siguieron al mortífero terremoto y el tsunami el 11 de marzo pasado.
“Estamos consternados por lo que ha sucedido en Japón y me parece una lástima que toda la atención esté puesta en la cuestión de la energía nuclear cuando se ve lo que está ocurriendo allí. Hay decenas de miles de personas que probablemente han muerto, otras 100.000 ya no tienen hogar y existe una situación precaria con los alimentos y el agua”, señaló Herren a swissinfo.ch.
El nombre Mühleberg es sinónimo de su planta de energía nuclear. Justo hace un mes, el cantón de Berna votó a favor de los planes para construir una nueva planta nuclear en este lugar para reemplazar a la existente, en funcionamiento desde 1972.
En el cantón de Berna, el 51,2% de los electores dijo que sí, aunque en la propia ciudad de Berna, más del 65% de los votantes se mostraron en contra de Mühleberg II. La instalación está situada en una comuna (municipio) limítrofe con la capital de Suiza.
El lunes (14.03), la ministra de Energía, Doris Leuthard, decidió revisar las condiciones de seguridad en las centrales nucleares del país tras las explosiones registradas en una central japonesa afectada por el tsunami. También decidió suspender las solicitudes para construir nuevas plantas de energía nuclear de reemplazo, posiblemente retrasando el plazo de la votación nacional prevista para 2013.
Sacar conclusiones apropiadas
Herren ahora espera que la Inspección Federal de Seguridad Nuclear y la empresa de energía BKW, que opera la planta, examinen las conclusiones del accidente de Japón cuando éstas estén disponibles y saquen las conclusiones apropiadas.
swissinfo.ch habló con varios de los residentes de Mühleberg sobre el accidente nuclear de Japón. Una ama de casa dijo que los recientes acontecimientos no habían cambiado su vida y que no tenía miedo.
“Lo que tenga que pasar, pasará. Tenemos que vivir con ello”, dijo, y agregó que “no estaba segura” sobre los planes para una nueva central nuclear más grande y cerca del río Aar.
Un jardinero se expresó de una manera similar. “Lo que ha pasado en Japón sin duda nos está haciendo pensar. Pero por el momento no ha cambiado nada”.
“Para mí no es un problema”
Un carpintero comentó que tenía confianza plena en las autoridades y que conocía a gente que trabajaba en la planta local.
“Algunos de ellos son colegas y amigos -gente que conozco del pueblo y que están haciendo su trabajo bien. En ella trabajamos nosotros mismos, tienen contratos para trabajos de carpintería y sabemos lo que hay en su interior y cómo se aplican las normas de seguridad. Para mí no es un problema”, aseguró.
Estaba en contra de los planes para una nueva central en Mühleberg “pero teniendo en cuenta que necesitamos electricidad, es difícil. Si no hubiera Mühleberg, todavía estaríamos rodeados por Alemania y Francia (con sus plantas nucleares)”.
El agente inmobiliario Andreas Schlecht, que es el jefe de la seguridad local en el pueblo, entiende que el accidente en Japón “tendrá seguro un efecto. Es justo que cuestionemos todo”.
Este añadió: “La seguridad de la central y los conocimientos más recientes deben tomarse en consideración por los operadores de la central, el comité de supervisión, las personas que viven en el pueblo y las que son responsables de la seguridad … no inmediatamente, pero en unas semanas, cuando sepamos más acerca de las razones, las comparaciones que se pueden realizar y el impacto”.
Schlecht también criticó a los medios de comunicación. “Yo no creo que la actual disposición en el periodismo sea lo suficientemente objetiva…. Debemos ayudar a las personas que sufren allí -y aquí estamos hablando de los precios actuales de mercado de valores y de las casas, cuando en realidad estamos viviendo en una especie de paraíso. Deberíamos estar ayudando a los demás en vez de discutir posibilidades hipotéticas”.
Procedimientos de emergencia
La población local parece ser muy consciente de lo que debe hacer en una situación de emergencia en Mühleberg. “Sí. Todo el mundo sabe sobre el sistema de alarma y lo que tienes que hacer. Está claro. Las sirenas de alarma sonarían y la gente se informaría mediante la radio. Encender la radio y esperar que se les diga lo que deberían hacer”, indicó el carpintero.
Los residentes también tienen pastillas de yodo en el caso de un escape de radiación.
“Hay pastillas de yodo que podemos tomar, pero no sé si serían de mucha ayuda. Realmente no lo creo”, afirmó un motorista, quien argumentó en favor de las energías renovables.
Herren señaló que no estaba convencido de que Suiza podría pronto prescindir de la energía nuclear. “Creo que todavía tendremos centrales nucleares en Suiza durante los próximos 30 a 40 años porque no creo que la energía alternativa las puede reemplazar”.
Suiza cuenta con cinco reactores nucleares que generan cerca del 40% de la electricidad del país.
La energía hidroeléctrica supone el resto, aunque un 3% proviene de otras fuentes:
Energía solar, eólica, biocombustibles y biogás representan aproximadamente el 2% de la producción de electricidad, según la Oficina Federal de Energía.
Las cinco plantas de energía nuclear entraron en servicio gradualmente entre 1969 y 1984 y tienen una licencia de funcionamiento de duración ilimitada.
Los operadores dicen que la vida útil de las estaciones está entre 2019 y 2034.
Las barras de combustible gastado se enviaron a Francia y Gran Bretaña para tratarlas de nuevo hasta 2006, cuando una moratoria de diez años entró en vigor.
Las autoridades examinan actualmente los sitios para la construcción de los vertederos de residuos nucleares que se construirán en 2020.
Una propuesta para un repositorio intermedio y medio de los residuos en el centro de Suiza fue bloqueado por referendos en 1995 y 2002.
En 1990 los votantes aprobaron una moratoria de diez años para la construcción de nuevas centrales nucleares.
En el año 2003, el electorado rechazó una extensión o una retirada definitiva de los programas de energía nuclear.
En 1969 un reactor nuclear experimental en una cueva subterránea fue sellado y cancelado a raíz de una fusión del núcleo en 1966.
(Adaptación: Iván Turmo)
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