Pese a las lágrimas, Suiza sale del Mundial con la cabeza en alto
La prensa suiza refleja entre amarga decepción y orgullo tras la derrota de la selección nacional en octavos de final del Mundial de Brasil. El saldo del entrenador Ottmar Hitzfeld es igualmente mitigado.
Al igual que Xherdan Shaqiri y sus compañeros de equipo, cuyos rostros aparecen desconcertados en las primeras páginas de todos los periódicos del país, la prensa suiza sufre la resaca de la derrota impuesta al final del tiempo extra contra la Argentina en octavos de final de la Copa del Mundo de Brasil (1-0). Esta eliminación es alternativamente “amarga”, “brutal”, “cruel” o “mortificante” a los ojos de los editorialistas suizos.
“Por haberlo acariciado con la punta de los dedos, conciben sin duda, una parte de ese sueño que se les escapó. De esa felicidad que se fue, justo allí, delante de ellos, como cuando uno pierde un autobús, un tren. Y un inmenso sentimiento de soledad y abandono se apoderó de repente de esa banda de jugadores que se mantuvieron impecables durante todo el partido”, escribe La Tribune de Genève. Enlace externo
La representación de este épico final es también dramática en las páginas del Basler ZeitungEnlace externo: “En la arena de São Paulo, la afición rojiblanca gritaba, Ottmar Hitzfeld se cubría el rostro con las manos, Blerim Dzemaili habría preferido en ese momento hundirse bajo la tierra. Y lejos de ahí, entre Ginebra y San Gallen un enorme grito colectivo de decepción recorrió el país”.
“Estamos muy orgullosos de ustedes”
Pero más allá de la decepción, los periódicos del país manifiestan su reconocimiento a sus representantes en Brasil. “Estamos orgullosos de ustedes. Ustedes lucharon. Ustedes sufrieron. Ustedes nos hicieron soñar”, titula el cotidiano Blick. Enlace externo
“El equipo nacional fue derrotado, pero es extraordinario”, subraya Enlace externoLa RegioneEnlace externo. “No podríamos haber tenido un mejor equipo en Suiza. Por desgracia, se vio obligado a abandonar el Mundial, después de, literalmente, toparse contra un poste”, escribe el diario del Tesino, en referencia a esa fatídica columna izquierda de la portería argentina que impidió a Blerim Dzemaili igualar el resultado al final de la prórroga.
La LibertéEnlace externo de Friburgo entreteje también sus alabanzas a esta selección que rivalizó por un buen momento con la gran Argentina de Lionel Messi: «El equipo suizo perdió, pero la derrota es hermosa cuando el ineluctable es combatido hasta el final.¡ Bravo y gracias! Bravo por esos últimos segundos, que nos mantuvieron sin aliento. Y gracias por haber borrado de nuestra memoria el triste 5-2 contra Francia”.
Para Le MatinEnlace externo, las lágrimas derramadas al final del encuentro no deben hacer olvidar el camino recorrido: “Más allá de sus imperfecciones y de las quejas que a veces provocó, este equipo sale del Mundial con la cabeza en alto – y p … b … m … ¿por qué el de Blerim Dzemaili se estrelló contra el poste? Como tres paquetes de pañuelos de pañuelos desechables no alcanzarán, tratemos de hacer borrón y cuenta nueva. Digamos adiós a Ottmar Hitzfeld, cuyas elecciones hemos rechazado a veces y que estuvo a punto de lograr un último golpe maestro”.
Suiza sigue siendo una pequeña nación
El Neue Zürcher ZeitunEnlace externog (NZZ), por su parte, estima que lo que caracterizó a la selección suiza durante este Mundial ha sido la imprevisibilidad: “Es capaz de perder 5-2 contra Francia antes de rozar la clasificación para los cuartos de final. Y como un fénix que renace de sus cenizas, consigue incluso tocar el poste después de encajar un gol tardío frente a Argentina”.
Gökhan Inler y sus compañeros soñaban con pasar a la Historia, con mayúsculas, subraya La Liberté, de Friburgo. “No han hecho más que sumar -un capítulo a la historia –nada más ni nada menos–, cruda y pragmática, que quiere que los pequeños, aunque valientes, valerosos y todo lo que se quiera, serán para siempre pequeños”.
Y es que Suiza, recuerda el diario de Friburgo, “en el mapa del fútbol mundial como en el diseñado por los satélites es, con sus ocho millones de habitantes y sus 280.000 deportistas federados, un país pequeño. Por mucho que disguste el puesto número 6 en la última clasificación de la FIFA”.
La despedida de Ottmar Hitzfeld
Suiza disputó frente a Argentina el último partido bajo la batuta de Ottmar Hitzfeld. Ocasión para hacer balance de los seis años que estuvo al frente de la selección helvética. El Tages Anzeiger Enlace externoy el Bund se muestran bastante críticos hacia el recién jubilado: “Ottmar Hitzfeld no ha conseguido obtener con el equipo nacional el éxito que se podía esperar de él. Bajo su reino, Suiza no ha hecho más que alcanzar los objetivos mínimos. El último partido del Mundial no pasará a los anales de la historia por la calidad del fútbol, sino porque fue escenario de una batalla encarnizada, con un desenlace tardío”.
Con su retirada, Ottmar Hitzfeld deja un sentimiento mitigado, opina el editorialista de L’ExpressEnlace externo, de Neuchâtel: “Desde luego, ha hecho de Suiza un equipo capaz de poner en dificultad a cualquier adversario. ¿Pero ha explotado plenamente su potencial? Con un palmarés menos abultado, Vladimir Petkovic preconiza un juego más abierto. Tal vez nos divertiremos más. Sin que por ello sufran los resultados”.
Traducción del francés: Marcela Águila y Belén Couceiro
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