Solidaridad en tiempos de COVID: menos donaciones, más cercanía
Desde la aparición de la pandemia, el apoyo financiero a las causas sociales se ha vuelto más difícil para algunas personas. El Barómetro de la Solidaridad de Suiza muestra también que se es más proclive a ayudar en la propia región que en el extranjero.
Desde hace casi dos años, la COVID-19 perturba la economía y la vida cotidiana, al tiempo que exacerba las desigualdades y los conflictos. En este sentido, es una “prueba de estrés” para la cohesión social. Y cuanto más dura la crisis, más se pone a prueba la generosidad.
En Suiza, al igual que en muchos otros países, hubo una oleada excepcional de ayuda mutua durante la primera oleada de la crisis que luego declinó. La solidaridad no ha desaparecido, pero la pandemia la ha minado.
Esta es la conclusión de la encuesta sobre la percepción de la solidaridad en SuizaEnlace externo publicada recientemente. La encuesta fue encargada por la Cadena de la Solidaridad, la fundación benéfica de la SSR, empresa matriz de SWI swissinfo.ch.
La encuesta se realizó en línea entre el 15 y el 30 de septiembre de 2021 a través de los portales web de la SSR y del panel en línea del Instituto Sotomo. Se pudieron utilizar los datos de más de 3 100 adultos residentes en Suiza.
La composición de la muestra no es representativa de toda la población, pero se ha ponderado estadísticamente según los criterios de sexo, edad, nivel de estudios, posición política y lengua. El intervalo de confianza es de +/-1,3 puntos porcentuales.
Impacto en los ingresos y las donaciones
El estudio muestra cómo la crisis sanitaria ha modificado el comportamiento en materia de donaciones. En general, el número de personas dispuestas a apoyar económicamente causas sociales ha disminuido ligeramente. Más de una cuarta parte de los encuestados (as) afirma que dona menos que antes de la COVID-19, mientras que el 20% dice que da más.
La crisis sanitaria ha afectado a la situación económica de muchas personas, y la encuesta pone claramente de manifiesto la creciente desigualdad. De los encuestados, el 17% dijo que tenía menos dinero que antes de la COVID. Se trata principalmente de personas que ya se encontraban en las categorías de ingresos más bajas. Lógicamente, su disposición para contribuir ha sido afectada. Para casi la mitad de los que redujeron sus donaciones, la principal razón evocada en el informe fue la disminución de los ingresos.
El 10% de los encuestados, inversamente, obtuvo un mayor margen financiero, a menudo en el seno de las categorías ya más acomodadas. Una gran proporción de ellos dice que dona más que antes. Cuando se les pregunta por sus motivaciones, casi seis de cada diez tienen el sentimiento de formar parte de los «privilegiados» de la crisis, y un tercio «ha tomado conciencia del desamparo de los demás» con la pandemia.
Solidaridad asociada a la vacunación
Las personas que participaron en la encuesta consideran que la solidaridad se ha deteriorado en general en la sociedad. La cobertura mediática de las controversias en torno a la vacunación y las restricciones sanitarias desempeña sin duda un papel en esta percepción, indica el informe.
En este sentido, la responsabilidad de quienes no se han vacunado contra la COVID-19 es señalada: casi la mitad de los encuestados considera que el hecho de negarse a la vacunación es una clara manifestación de falta de solidaridad.
A pesar de este sentimiento de pérdida de solidaridad colectiva, la mayoría de los encuestados (as) afirman tener un mayor apoyo mutuo dentro de su círculo. Casi un tercio de las personas que se movilizaron al principio de la pandemia para ayudar a familiares o miembros de su vecindario afirman seguir haciéndolo.
Solidaridad basada en la distancia
En general, este barómetro muestra un cierto repliegue sobre sí mismo en términos de ayuda. Lo que se traduce también en «una clara prioridad por lo que está cerca geográficamente y, por tanto, indirectamente, culturalmente», señala la encuesta.
Por ejemplo, si tuvieran que dividir una gran suma de dinero entre diferentes situaciones de emergencia, los encuestados destinarían más del 40% a su región, un tercio a otro lugar de Suiza y el 27% a otro país.
«Aunque Suiza experimenta muchas menos emergencias que otros países, esto demuestra que la voluntad de solidaridad depende en gran medida de la distancia (…). Cuanto más cercana es [la situación de emergencia], mayor es la empatía y el sentido de la responsabilidad», señala el instituto demoscópico.
Esta preferencia por la cercanía se observa en todos los grupos de población y en todas las regiones lingüísticas, pero es especialmente fuerte entre las personas con inclinaciones políticas conservadoras de derechas. Por el contrario, las personas de la izquierda del espectro político están a favor del medio ambiente, los derechos humanos y los refugiados.
Colecta de aniversario dedicada a los niños
Nacida en Lausana en 1946, la Cadena de la Solidaridad celebra este 2021 sus 75 años de existencia. Por ello, organiza una semana de solidaridad con la niñez desamparada del 12 al 17 de diciembre, en la que SWI está asociada.
La mitad de los fondos colectados se destinarán a proyectos en Suiza (protección contra la violencia doméstica, integración social y juventud en ruptura), y la otra mitad se utilizará para financiar proyectos en el extranjero.
Los dones pueden ser efectuados en línea directamente en el sitio de la Cadena de la Solidaridad,Enlace externo o en su cuenta postal 10-15000-6, mención “Infancia”.
Traducido del francés por Marcela Águila Rubín
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