Witzwil: una penitenciaría de 5 estrellas
En medio del debate parlamentario sobre condenas más severas para criminales en Suiza, algunos políticos ven la penitenciaría de Witzwil, en el cantón de Berna, como una especie de "hotel de cinco estrellas".
Tiene piscina, cancha de tenis y se ofrecen terapias, aunque trabajar allí también es obligatorio. Su director está convencido que esa es la única forma de preparar al detenido para una vida lejos del crimen. swissinfo.ch visitó esta cárcel.
De lejos resulta difícil identificar la cárcel, escondida entre un bello paisaje campestre. Por ningún lugar se observan las típicas torres de vigilancia con guardias armados de las prisiones típicas.
Esta prisión está rodeada de árboles, plantíos y algunos predios, por lo que parece más bien un alberge juvenil en el campo, aunque Berna está a apenas media hora de distancia en auto.
«Aquí cualquiera puede huir. Nadie está armado», responde el vicediretor de Witzwil, René Faietti a pregunta de swissinfo.ch. El director, Hans-Rudolf Schwarz, asienta con la cabeza e invita al periodista a conocer la penitenciaria por dentro.
Creada en 1895, Witzwil es hoy un centro penitenciario moderno, con capacidad para albergar a 189 detenidos. Al contrario de las penitenciarias tradicionales, ésta funciona con el régimen abierto, es decir, no dispone de los sistemas de seguridad habituales. Las personas que cumplen sus sentencias están durante el día en sus puestos de trabajo y sólo en la noche son encerrados en sus celdas.
«Aquí las tareas son obligatorias. En Witzwil los detenidos deben aprender a convertirse en mejores personas», analiza con orgullo Hans-Rudolf. ¿Y qué ocurre con los reos perezosos o renitentes? «En 22 años de experiencia, sólo he visto dos casos: un abogado de Berna, que juró no trabajar jamás para el gobierno cantonal, y un enfermo mental, que debía estar en otro lugar», responde con una ligera sonrisa en su rostro.
Penas promedio de tres meses
El director apunta para una construcción con dieciocho celdas y dos apartados solitarios más, un espacio separado de los otros por una elevada cerca. Se trata de la prisión interna de Witzwil, indica.
«Los problemas sobre rechazo al trabajo o de disciplina se resuelven allí». Hans-Rudolf da un ejemplo: si el detenido trafica drogas al interior de la penitenciaria, será detenido en régimen cerrado por un mínimo de tres meses.
«Eso significa pasar casi el día entero en la celda y tener sólo una hora de paseo en el pabellón al día. Es cómo si estuviese en una penitenciaria tradicional».
Otras formas de castigo son las reducciones de las prestaciones. «Dejan de tener el derecho de hacer llamadas telefónicas, recibir visitas, enviar o recibir cartas o se les prohíbe la televisión o el ordenador en sus celdas», enumera el director. Él resalta que estas puniciones provocan generalmente el efecto deseado, «sobre todo para las personas más sociables».
La mayoría de los reos de Witzwil cumplen condenas por delitos relacionados con el narcotráfico, sea tráfico o consumo. Sin embargo, existen también algunos asesinos, falsificadores y hasta criminales sexuales. Pero todos tienen en común que ya no son considerados como «peligrosos» para la sociedad.
«Muchos ya pasaron por prisiones cerradas como Thorberg (también en el cantón de Berna) y ahora están aquí para cumplir el resto de sus penas», explica el director.
El promedio de tiempo de las condenas a cumplir en Witzwil es de seis meses, pero existen también penitenciarios que aún deben estar hasta 18 años bajo reclusión. Poco más de la mitad de los 189 detenidos son extranjeros.
La mayor granja de Suiza
Como en cualquier penitenciaria del mundo, el cotidiano en Witzwil está reglamentado hasta en los mínimos detalles. Los detenidos despiertan a las 06:30 a.m. y una hora después tienen que estar en sus puestos de trabajo. A las doce es hora del almuerzo.
Las actividades se reanudan a las 13 horas y concluyen a las 17:30. Después comienza el programa suplementario. «Se trata de actividades extras como deporte, terapias y también educación; todas determinadas individualmente cuando el detenido es transferido para Witzwil», indica Hans-Rudolf. A las 21:30 todos son recluidos en sus celdas hasta el día siguiente.
El descanso es importante en este reclusorio, pues el trabajo es duro. En total, hay 40 tipos de funciones en diversas oficinas y puestos agrícolas. De hecho, Witzwil es considerada la mayor granja de Suiza. En sus 825 hectáreas de extensión, se crían 1.200 cerdos, 500 cabezas de ganado, de las cuales hay un centenar de vacas lecheras, que aseguran una producción de 550 toneladas de leche anuales.
También son criados caballos, gallinas y aproximadamente treinta colonias de abejas. El área agrícola es de 150 hectáreas donde se producen 450 culturas agrícolas más las plantaciones de patatas y 5 hectáreas de árboles frutales.
La penitenciaria dispone también de una cocina y una panadería. Muchos de los productos son vendidos en la tienda externa abierta a la población, donde también trabajan los detenidos. «Este producto no contiene agrotóxicos*, me indica un presidiario de origen kurdo, quien prefiere no decir porqué está en Witzwil.
Cocinero de 5 estrellas
La penitenciaria dispone de talleres mecánicos que además de reparar la maquinaria propia ofrecen sus servicios a nivel externo para ocuparse de desperfectos en tractores y vehículos. Otros detenidos se ocupan de tareas de escritorio y de limpieza.
Tantas horas de trabajo cubiertas por los detenidos reducen los costos de la prisión. Nuestras despensas anuales son de la orden de veinte millones de francos (unos 19 millones de dólares) y nosotros generamos 19 millones, o sea, tenemos un déficit de sólo un millón de francos», dice con orgullo Hans-Rudolf.
Para él, dos calidades son óptimas para un director moderno de penitenciaria: «Ser un empresario y también amigo de las personas». Comentario completado inmediatamente después por el vice-director: «Pero siempre con un pie atrás y mucha autoridad.»
Toda la penitenciaria parece una gran empresa. El director conoce cada nombre de los reos. Uno de ellos es Springbrunn Rasmus. «Usted está estrechando la mano de un campeón mundial», revela orgulloso El director.
«Este es un verdadero cocinero de cinco estrellas». Su cocina luce impecable. En el local se preparan 220 platillos para los internos. Pero se ofrecen banquetes a empresas y, ocasionalmente, está cocina sirve de centro de entrenamiento para cocineros internacionales.
Respuesta ante ciertas críticas
La prensa critica que esta cárcel es un «oasis de placer», según lo describe un periodista del diario dominical ‘Sonntag’. El director se irrita sobre ese comentario. «El autor entró en nuestra página internet y nunca estuvo aquí», protesta.
Y si efectivamente la prisión tiene una piscina, advierte que fue construida en la década de los 80 y que «hoy es utilizada la mayor parte del tiempo por los niños de las escuelas aledañas. Tres o seis detenidos la usan, pues los presidiarios trabajan tanto que en sus horas de pausa prefieren descansar».
Witzwil también cuenta con canchas de tenis, de fútbol, básquet, voleibol y una sala de aparatos para fortalecer los músculos. El director explica que esas ofertas forman parte de las terapias impartidas allí, dirigidas por personal especializado. (Ver galería de imágenes)
«Se busca que los reos al salir de aquí no incidan en actos criminales. Un ejemplo, participar en un equipo de fútbol con todas sus obligaciones, les enseña a lidiar con sus problemas. La agresividad es discutida en el grupo».
También pueden participar en el entrenamiento para participar en caminatas de gran esfuerzo físico. El detalle interesante del programa es que los detenidos cargan a personas con deficiencias físicas en sillas especiales hechas en la propia penitenciaria en excursiones de varios días. «Así todos se unen para llegar juntos al mismo objetivo», narra orgulloso el vice director y también entrenador de la camina.
Muchos detenidos también hacen cursos para aprender un oficio o profesión. «Son veintiséis profesiones que ofrecemos aquí. Y en todas ellas, el presidiario puede obtener un diploma en caso de cumplir con todo el programa», completa el director, cuya experiencia pedagógica se respalda también con 4 años como director de la Escuela Suiza en Bogotá, Colombia, y varios años como instructor oficial en una división del ejército suizo.
Con tantas prestaciones, la última pregunta es si algún presidiario intenta huir de una prisión que, en el contexto de muchos otros países, podría ser considerada de «cinco estrellas».
«Sí, existen aquellos que intentan escapar», admite Hans-Rudolf y revela que el promedio de estos intentos se sitúa en 35 al año. «Pero el 95% de los prófugos son encontrados de nuevo». ¿Y qué ocurre con ellos? «Vuelven a otra prisión cerrada».
Alexander Thoele, swissinfo.ch
La cárcel de Witzwil se creó en 1894.
189 personas cumplen actualmente una pena de prisión en Witzwil (capacidad: 200)
52% de los reos son extranjeros.
Número de funcionarios: 137
La penitenciaría ofrece 40 puestos de trabajo en actividades de oficina y en las tareas agrícolas.
Com 825 hectáreas, Witzwil es la mayor propiedad agrícola da Suíza.
Costo anual operativo: 20 millones de francos
Facturación: 19 millones
Déficit de operativo: 1 millón de francos
Animales: 500 bovinos, 120 cabalos, 1.200 cerdos, 140 gallinase 30 colmenas.
Número de tractores: 24
La penitenciaría produce biogas y genera calor a través de la quema de restos de madera.
Witzwil vende sûs productos agrícolas (flores, legumbres y frutas) en una tienda de venta al público.
Los criminales extranjeros que deban cumplir una pena de prisión por un delito muy grave deberán ser expulsados de Suiza, indica el Ejecutivo en el contraproyecto que ha preparado contra la iniciativa popular apoyada por el partido de derecha, Unión Democrática de Centro (UDC).
El gobierno suizo anunció este endurecimiento de posición este miércoles 24 de junio al Legislativo, al término del proceso de consultación en la materia.
La iniciativa popular respaldada por la UDC propone que se retire el permiso de residencia y se expulse a los extranjeros condenados por ciertos delitos o que hayan abusado de prestaciones de la ayuda social o del sistema de salud.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.