Soldados mataron a nueve civiles en una región anglófona de Camerún

Yaundé, 7 jun (EFE).- Cuatro soldados de Camerún mataron la semana pasada a nueve civiles, incluida una niña de un año y medio, en la región Noroeste, una de las dos zonas anglófonas del país sumidas en un conflicto separatista, informó hoy el Ministerio de Defensa.

El suceso ocurrió el pasado día 1 por la noche en la localidad de Missong, cuando los militares buscaban a un colega desaparecido y se toparon con un grupo de campesinos enojados.

«En una reacción inapropiada, inadecuada a las circunstancias y manifiestamente desproporcionada a la negativa de los aldeanos hostiles a cooperar (…), los soldados, en una reacción precipitada de autoprotección y con desprecio al sacrosanto principio de la precaución, hicieron uso de sus armas», afirmó el Ministerio de Defensa en un comunicado.

Los disparos causaron nueve muertos, entre ellos cuatro hombres, cuatro mujeres y una niña de un año y medio; e hirieron ligeramente a un niña de un año que fue evacuada a un hospital.

El Ministerio de Defensa lamentó «profundamente» el «grave y desafortunado incidente» y envió sus «condolencias» a las familias de las víctimas.

Los cuatro soldados han sido «desmovilizados» mientras una «investigación abierta inmediatamente» se ha puesto en marcha para esclarecer los hechos, que «serán objeto de un tratamiento legal riguroso», agregó la nota oficial.

Desde 2017, las región Noroeste y Suroeste de Camerún están inmersas en la violencia por una crisis secesionista entre grupos armados separatistas anglófonos y las fuerzas armadas del Estado.

Aunque en Camerún el inglés y el francés son idiomas cooficiales y conviven junto a otras 250 lenguas nativas, el 20 % de la población es anglófona, una minoría que se siente marginada y asimilada por el Gobierno central francófono desde hace décadas.

La actual crisis comenzó en 2016 con manifestaciones y huelgas de profesores y abogados que exigían un uso igualitario del inglés en los tribunales y colegios y una mayor representación en el Gobierno.

En 2017 se convirtió en un conflicto armado intensificado por la negativa del Gobierno del presidente Paul Biya, en el poder desde hace cuarenta años, a contemplar ningún tipo de reivindicación.

Según la ONU, más de 579.000 personas están desplazadas en las dos regiones por la violencia y las operaciones de los militares contra los grupos armados separatistas, a quienes organizaciones como Amnistía Internacional acusan de matar civiles y arrasar aldeas. EFE

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