Al menos un muerto en manifestaciones de aniversario de revolución en Sudán
(actualiza con muerte de manifestante)
Jartum, 19 dic (EFE).- Al menos un manifestante murió hoy en Sudán durante las multitudinarias protestas por el tercer aniversario de la revolución que acabó con tres décadas de dictadura de Omar al Bashir, en medio de la tensión entre el Ejército y parte de la oposición civil después del golpe de Estado militar del pasado 25 de octubre.
El comité de resistencia de Al Yarif, en el este de Jartum, anunció en su página de Facebook que un participante en las protestas murió en un hospital de la capital, sin especificar los motivos, en una jornada de marchas que fue duramente reprimida por las fuerzas de seguridad.
Decenas de miles de sudaneses de varios puntos del país se manifestaron en Jartum y se concentraron frente a las puertas del palacio presidencial, sede del presidente del Consejo Soberano de Sudán y líder militar que perpetró la asonada del pasado octubre, el general Abdelfatah al Burhan.
Los participantes corearon lemas contra el golpe y pidieron la caída de Al Burhan y las fuerzas de seguridad emplearon métodos antidisturbios, como gases lacrimógenos, para dispersar la concentración frente al palacio, según constató Efe.
Según Omar Ezzaldin, uno de los líderes de los denominados comités de resistencia que convocaron las manifestaciones, dijo a Efe que al menos tres manifestantes fueron heridos por disparos en los choques con las fuerzas de seguridad, y que dos de ellos se encuentran en estado crítico.
El objetivo de las manifestaciones era dirigirse hacia el palacio presidencial, en protesta por el pacto político entre el primer ministro, Abdalá Hamdok, y Al Burhan después de la asonada.
Las protestas no sólo marcaron el tercer aniversario de la revuelta popular de 2018, sino expresaron el rechazo del acuerdo que el 21 de noviembre alcanzaron Al Burhan y Hamdok para restituir a este último en el cargo tras el golpe militar y establecer una nueva hoja de ruta para la transición en Sudán hasta la celebración de elecciones previstas para 2023.
Hamdok advirtió anoche en un comunicado que «el país está atravesando un gran retroceso en el camino» del cambio que «amenaza la seguridad, la estabilidad y unidad del país», que podría verse «sin nación ni revolución» después de estos tres años.
El jefe del Gobierno civil, que los militares disolvieron el 25 de octubre y posteriormente volvieron a nombrar, consideró que todas las iniciativas que presentó junto al reciente acuerdo político «fueron entorpecidas por la rigidez de las diferentes posturas de las distintas fuerzas», sin apuntar a nadie.
Por su parte, Al Burhan invitó a los sudaneses a que superen las disputas y llamó a la tolerancia y a la unidad de los sudaneses «hasta cumplir con el establecimiento del Estado en base a la ciudadanía, la libertad y la justicia», según un comunicado de su oficina.
La chispa de la revolución estalló en Atbara, en el norte de Sudán, el 19 de diciembre de 2018 y se extendió por todo el país.
Después de cuatro meses de movilización popular, Al Bashir fue apartado del poder por el Ejército el 11 de abril de 2019 y dio comienzo en Sudán una etapa de transición democrática pactada entre los militares y los civiles, que consiguieron gobernar juntos aunque con tensiones hasta el pasado octubre. EFE
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