Sudán demanda a Emiratos en la CIJ como “cómplice” de genocidio por armar milicia rebelde

La Haya, 6 mar (EFE).- Sudán ha presentado una demanda contra Emiratos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en la que la acusa de ser “cómplice del genocidio” contra el pueblo no árabe Masalit, en Darfur Occidental, con su “amplio apoyo financiero, político y militar” a la milicia rebelde Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).

Según anunció este jueves la CIJ, Sudán inició un procedimiento contra Emiratos por supuestas violaciones de sus obligaciones bajo la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, debido a su relación con las FAR y milicias aliadas, que está perpetrando actos que incluyen “genocidio” contra los Masalit en Sudán, particularmente en Darfur Occidental.

En su demanda, Sudán argumentó su demanda en los “actos perpetrados” por estas milicias, incluidas las FAR, y que incluyen crímenes como “genocidio, asesinato, robo de bienes, violación, desplazamiento forzado, invasión, vandalismo de propiedades públicas y violaciones de derechos humanos».

Todos estos actos, señala Sudán, han sido «perpetrados y facilitados por el apoyo directo brindado a la milicia rebelde FAR y a otros grupos milicianos relacionados por parte de los Emiratos Árabes Unidos». La demanda también se refiere a «actos adoptados, respaldados y ejecutados” por Emiratos contra el grupo Masalit en Sudán desde al menos 2023.

“Emiratos es cómplice del genocidio contra el pueblo Masalit a través de su dirección y provisión de amplio apoyo financiero, político y militar a la milicia rebelde FAR», señaló Sudán en su demanda, que se basa en la Convención sobre el Genocidio, firmada por ambos países.

Mientras la CIJ trata el fondo del caso y hasta que se dicte un fallo definitivo, Sudán incluyó una solicitud a los jueces de dictar medidas cautelares contra Abu Dabi, para pedirle “tomar todas las medidas a su alcance” para prevenir la comisión de cualquiera de los actos que suponen un crimen de genocidio, como el asesinato de miembros del grupo.

“Emiratos deberá garantizar que cualquier unidad armada irregular dirigida o apoyada por ellos, así como cualquier organización o persona bajo su control, dirección o influencia, no cometan ninguno de los actos mencionados, ni conspiren, ni inciten directa y públicamente, ni intenten cometer genocidio, ni sean cómplices de genocidio”, solicitó Sudán.

En las últimas décadas, los Masalit, grupo étnico no árabe, han sido víctimas de graves conflictos en Darfur, especialmente en el contexto de la guerra civil sudanesa y los enfrentamientos entre grupos árabes y no árabes en la región. Han sido objeto de ataques por parte de las milicias árabes y fuerzas gubernamentales sudanesas, pero también de las FAR.

La situación ha empeorado en los últimos años, llevando a más masacres, desplazamientos forzados y ataques sistemáticos.

El conflicto estalló el 15 de abril de 2023 por el desacuerdo entre el ejército y los paramilitares respecto a la inclusión de los segundos en el poder surgido tras el golpe de Estado de 2021, que acabó con el efímero intento de democratización del país tras el derrocamiento en 2019 del dictador Omar Al Bashir.

El bando del ejército está liderado por Abdelfatah al Burhan y los paramilitares, evolución de las milicias árabes ‘Yanyauid’ que fueron armadas hace 20 años en Darfur para hacer frente a la insurrección de aquella región, son dirigidos actualmente por Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’. EFE

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