Türk denuncia la sistemática tortura de prisioneros de guerra ucranianos por fuerzas rusas
Antonio Broto
Ginebra, 9 jul (EFE).- Prisioneros de guerra ucranianos liberados por sus captores rusos han seguido denunciando diversas torturas durante su detención que incluyen palizas brutales, electroshocks, ataques con perros y periodos prolongados de ayuno, denunció este martes el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk.
En su informe oral ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que cubre el periodo comprendido desde su última comparecencia en marzo, el alto comisionado indicó que los datos extraídos de 600 entrevistas a estos prisioneros de guerra indican que la tortura en centros de detención en territorio ruso está ampliamente extendida.
«Exijo a la Federación Rusa que detenga inmediatamente estas prácticas, que mejore las condiciones de detención, establezca comisiones médicas, y brinde acceso completo a mi oficina a investigadores independientes en todos los lugares donde hay detenidos prisioneros de guerra y civiles ucranianos», señaló Türk.
El alto comisionado austríaco también denunció maltratos a prisioneros de guerra rusos en Ucrania, inmediatamente después de su detención o en traslados, que también incluyeron palizas y electroshocks, aunque estas prácticas no se denunciaron en centros oficiales de arresto.
«Las autoridades ucranianas deben investigar estas acusaciones y garantizar que el tratamiento de los prisioneros de guerra, en cualquier fase de la detención, respeta las normas internacionales», indicó Türk.
Deportaciones, colaboracionistas, nacionalizaciones…
El alto comisionado también pidió a Rusia el fin de las deportaciones forzosas de niños ucranianos a territorio ruso, y que facilite información sobre el número e identidad de estos deportados.
En territorio controlado por el Gobierno ucraniano, Türk lamentó que sigan las condenas de personas bajo los cargos de «colaboracionismo» con los invasores rusos por haber llevado a cabo durante la invasión meros trabajos como la reanudación del suministro de gas y otros servicios básicos.
Al otro lado de la línea de frente, en el territorio aún ocupado por Rusia en el este y sur de Ucrania, la oficina que dirige Türk ha documentado un incremento de la presión de las autoridades para que los residentes adquieran pasaporte ruso, bajo la amenaza de que de lo contrario no tendrían acceso a servicios como sanidad o educación.
«Les recuerdo que obligar a residentes de un territorio ocupado a obtener la ciudadanía de la potencia ocupante es una violación de la ley humanitaria internacional», advirtió Türk.
Ataques a civiles
También destacó que los ataques a civiles continúan en Ucrania, con al menos 436 personas asesinadas y 1.760 heridas entre marzo y mayo, incluyendo niños, periodistas, trabajadores sanitarios y operarios de servicios de emergencia.
«Los ataques diarios sin descanso continúan agravando la situación de derechos humanos de los civiles, causando daño físico, destruyendo hogares e infraestructura, y dividiendo a las familias», alertó el alto comisionado.
En los últimos meses, agregó, la ofensiva terrestre y aérea de los ataques rusos se ha centrado en la región de Jarkov, segunda principal ciudad del país y situada cerca del frente, donde desde el 10 de mayo unas 12.000 personas han tenido que ser evacuadas y otras miles han huido de sus hogares por temor a la violencia.
«Los ataques coordinados y a gran escala de Rusia contra la infraestructura energética de Ucrania, con ocho grandes olas desde marzo, han sido los más extendidos desde el invierno de 2022-2023», denunció Türk, quien pidió el fin inmediato de estos ataques, que generan horas cortes de suministro diario en muchas zonas del país.
Informe paralelo
Durante el debate en el Consejo de Derechos Humanos también se presentó un informe del secretario general de la ONU sobre la situación en las zonas ocupadas de Ucrania, incluyendo Crimea, que también denunció grandes violaciones de las libertades fundamentales y la ley humanitaria internacional.
Se incluyen entre estos abusos tanto detenciones arbitrarias como desapariciones forzosas, tortura, y violaciones de las libertades de opinión, expresión, reunión pacífica y asociación
Colectivos que se perciben opositores a la ocupación son especial objetivo de estos ataques, incluidos periodistas, blogueros, activistas proucranianos y miembros de la minoría tártara, según el segundo informe, que describe un clima de «casi total impunidad». EFE
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