«Toda mi vida oscila entre Basilea y Cataluña»
Nacida en Suiza y criada entre Cataluña y los Alpes, Arianna Savall desarrolla una original carrera musical. Su instrumento es el arpa antigua, que acompaña una voz única en su género.
Un personal universo que une los sonidos del pasado y el presente.
Miembro de una dinastía de músicos de descomunal talento, la intérprete y compositora concedió una extensa entrevista exclusiva a swissinfo.ch antes de sus conciertos en el Festival de Música Antigua de Zúrich, consagrado este año a la música española.
Arianna Savall se presentará en la St. Peter Kirche los días 1 y 2 de abril. Sus conciertos en Zúrich exploran la relación Norte-Sur y el universo del Camino de Santiago.
Una infancia idílica en Suiza
Pero pasemos a las presentaciones en primera persona. “He nacido en Basilea y he vivido en Suiza hasta los 13 años”, rememora sentada en una terraza del Casco Histórico de Basilea la hija del legendario director de orquesta e intérprete catalán Jordi Savall y la soprano Montserrat Figueras. Su hermano, Ferran Savall, toca guitarra, teorba y canta.
“Mi infancia ha transcurrido en el Jura, en una casa campesina (Savall usa el término catalán “masía” para describirla) donde crecí rodeada de cabras, gatos y caballos. Una casa hermosa en la que mis padres fueron muy felices. Siempre había amigos para cenar, fiestas y ensayos musicales. ¡Una vida suiza de Heidi total!”, afirma riendo.
Con unos padres como los suyos, cabe imaginar que la música le llegó de forma natural. “En efecto, la música es algo que vivo cotidianamente desde el vientre de mi madre”, comenta evocadora, recordando una formación musical que comienza en Solothurn con una maestra de piano a los 8 años.
“La música no me fue impuesta, aunque es lo que la gente piensa”, comenta entre risas. Aunque resulte difícil de creer en la hija de Jordi Savall y Monsterrat Figueras, Arianna afirma tajante: “La música fue una elección personal”
“Pero tras oír una grabación de mi madre con arpa, caí perdidamente enamorada”, explica. Es así que comienza estudios con la arpista argentina Magdalena Barrera. A los 17, al arpa se suma el deseo de cantar. “Pero yo era tan tímida”, comenta con una sonrisa. A pesar de ello, se inicia en las artes vocales con Núria Dolores Aldea, maestra que sigue siendo su consejera aún hoy. “Y es que el canto es el instrumento que está dentro de ti”, analiza la catalana, “por eso que el papel del maestro es tan importante. Es fácil viciarse y dañar la voz”.
El arpa antigua
El descubrimiento del arpa antigua en manos de Andrew Lawrence-King fue un descubrimiento que cambió su vida. Según explica a swissinfo.ch esta especialista, hay tres tipos principales de arpas antiguas: “La medieval, la renacentista y la barroca, cada una con sus características propias”.
No obstante, su instrumento habitual es el arpa triple, un instrumento barroco de origen italiano, “que posee toda la gama propia de un piano, un instrumento muy antiguo que suena muy moderno, pues antiguo no quiere decir primitivo”, explica la intérprete.
Arianna Savall confía una anécdota curiosa. “Sabe usted que en Barcelona tenemos clubs de fans góticos?”, cuenta entre risas. “¡Esos jóvenes pálidos, vestidos de negro con largas melenas y ojeras nos adoran, entre otras cosas porque revisitamos temas del folklore escandinavo!” Un folklore nórdico que Savall cultiva gracias a su pareja, el músico noruego Petter Udland Johansen, compañero de vida y arte.
Una música que rompe barreras
La avanzada edad media del público habitual de las salas de concierto clásicas es uno de los mayores problemas de esta música. Los intérpretes clásicos parecen tener serias dificultades para atraer gente de menos de 55 años. Pero esa cuestión no parece afectar a los especialistas en música antigua. ¿Por qué?
“Creo que mi padre y sus amigos rompieron barreras y lograron seducir a públicos inhabituales”, explica Arianna Savall. En su opinión, lo que fascina al público es “la espontaneidad y la improvisación” propias a estas músicas antiguas. “Una forma de arte que tiene reglas estrictas, pero que a la vez permite mucha libertad, como el jazz”.
“De hecho, muchos músicos especialistas del barroco y renacimiento provienen del jazz”, profundiza, “y es por eso que están muy dotados para la improvisación y logran que su trabajo suene fresco y enérgico”.
Arianna Savall cree que las audiencias jóvenes agradecen esta actitud más cercana y menos rígida de “los antiguos”, aunque no todo son rosas en el camino, pues los especialistas pueden también ser muy cerrados a iniciativas novedosas, como el trabajo de esta arpista y cantante.
“A los puristas, que tanto abundan en la música antigua, les llamo los “al-qaeda” de la música. Los talibanes que viven en capillas cerradas a todo lo exterior”, comenta riendo. ¿Y cómo aceptan estos “talibanes musicales” su trabajo cercano al “new age”?.
“En general somos bien aceptados”, explica, “y la verdad es me alegra mucho que la gente y los medios de comunicación noten el esfuerzo que realizamos por romper barreras entre estilos musicales. De hecho, me conmueve descubrir esas audiencias jóvenes que se interesan por la música barroca española o el folklore escandinavo, aunque siempre existirán públicos convencionales y nostálgicos que quieren oír las mismas obras una y otra vez”.
A Arianna Savall no le molesta el componente “pop” que el cronista cree percibir en su música. “Aunque me siento más cercana a la buena música “new age” y las músicas del mundo”, puntualiza.
Su “viaje musical” le lleva hoy a trabajar con el productor Manfred Eicher, patrón del sello ECM y el hombre que lanzó al estrellato planetario a músicos como Keith Jarrett o Pat Metheny. “Manfred Eicher es un genio absoluto, alguien capaz de estar en todas partes”, valora entusiasta Savall.
La cuestión de la identidad
En el rígido universo de la música clásica es inhabitual que se establezcan lazos con otras formas de creación, pero Arianna Savall ha trabajado sobre poesías de Miquel Martí i Pol, un escritor que puede considerarse como el poeta nacional catalán de nuestro tiempo, fallecido hace cuatro años.
“Miquel Martí i Pol estaba ya muy enfermo cuando le conocí”, rememora Savall, “pero fue una experiencia enorme. Su poesía marcó mi adolescencia, así como la de muchos catalanes de mi generación. Es un poeta muy amado en Cataluña. Él me animó a seguir mi propio camino de compositora y cantautora”.
¿Y en tan rico camino, se siente Arianna Savall una catalana de Suiza, o una suiza que siente y piensa en catalán? “Lo cierto es que de joven no me sentía del todo suiza”, analiza, “pero en España tampoco me sentía del todo catalana. Aunque tras unos años en Barcelona, pude conectar con la cultura mediterránea y comprendí mis raíces más profundas”.
A modo de conclusión, Arianna Savall sentencia: “Una parte de mí está en Suiza, pues amo esta cultura que me ha formado y estas montañas, pero la otra pertenece al Mar Mediterráneo. Toda mi vida oscila entre Basilea y Cataluña”.
El Festival de Música Antigua de Zúrich, consagrado este año a la música española, tiene lugar desde el 24 de marzo hasta el 3 de abril.
El evento musical se centra en un tema específico cada edición, siendo este año España la estrella invitada, con conciertos alrededor del Camino de Santiago y la riqueza musical del barroco y Renacimiento español.
El festival propone músicos como el laudista Rolf Lislevand, la catalana Arianna Savall, la Capella de Ministrers o Mahmoud Turkmani.
Los conciertos serán alternados con conferencias coordinadas por la musicóloga española Cristina Urchueguía, de la Universidad de Berna, quien disertará sobre la música española en tiempos del emperador Carlos V
Arianna Savall nace en Basilea, Suiza, en 1972. Es la hija del director e intérprete de cuerda catalán Jordi Savall y la soprano Montserrat Figueres.
Estudia el arpa con Magdalena Barrera y el canto con Maria Dolors Aldea. Posteriormente se inicia en la interpretación histórica junto a Rolf Lislevand y Andrew Lawrence-King.
A partir de 1996 estudia en la prestigiosa Schola Cantorum de Basilea. Es en Suiza que se especializa en las arpas históricas.
En 2002 canta el “Orfeo” de Monteverdi dirigida por su padre en el Teatre del Liceu de Barcelona. Igualmente trabaja regularmente con la agrupación “Hesperion XX” y graba para el sello Alia Vox, fundado por Jordi Savall.
En su trabajo se unen de forma inhabitual la música antigua, la música de nuestro tiempo y la improvisación. En 2003 publica sus composiciones propias en el CD “Bella Terra”, del que se venden más de 30.000 ejemplares. Su último disco es “Peiwoh”.
Sus próximos trabajos verán la luz en el prestigioso sello alemán ECM, bajo la producción de Manfred Eicher. Arianna Savall vive hoy entre Basilea y Bellaterra, Cataluña.
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