El peruano Roca Rey da cátedra de toreo en Latacunga (Ecuador), con cuatro orejas cortadas
Francisco Racines
Latacunga (Ecuador), 17 nov (EFE).- El espada peruano Andrés Roca Rey dio este viernes una cátedra de toreo en la Feria San Isidro Labrador, de la ciudad de Latacunga (Ecuador), donde cortó cuatro orejas que le supieron a poco, pero que abrieron la puerta grande de una plaza a reventar para presenciar el mano a mano con el español Juan Ortega.
Al sevillano, que sustituyó en el cartel a Morante De la Puebla, no lo acompañó la suerte con su lote en una tarde en la que dieron juego variado los ejemplares de las dehesas de Triana y Huagrahuasi, con encaste Domecq.
Con el primero de sus dos astados de la tarde, Roca Rey exhibió su toreo clásico con verónicas y un quite por tafalleras, al tiempo que el sol aparecía en el albero para alumbrar los estatuarios en los tercios ejecutados por el peruano, que aprovechó el buen recorrido del morlaco.
También tandas con ambas manos que llegaron a las tendidos para proseguir con un toreo al natural, frente a un enemigo que mostraba malas intenciones, aunque con oficio y valor. Eso generó tandas de temple para concluir con una estocada completa aunque atravesada. Dos orejas.
Con el siguiente, Roca Rey no pudo asentarse con el capote y ya con la muleta prefirió los medios para mostrar su mano izquierda con tandas ligadas en redondo, propias de un toreo clásico, poco común en él.
El limeño mostró un buen oficio por el pitón izquierdo, demostró temple y técnica, acompañado de las palmas del público, que le llevaron a adornarse con molinetes, estatuarios y cambiados por la espalda.
Alargó la faena buscando la petición del indulto por parte del público que arengó por el máximo trofeo tras un pinchazo y estocada entera, aunque la autoridad apenas concedió otras dos orejas y vuelta al ruedo al toro en el arrastre.
Mientras, Ortega, que había saltado al ruedo en un paseíllo alegre y de mucha tradición al quitarse la montera por ser su primera aparición en la plaza San Isidro Labrador, comenzó la tarde con un toro que mostraba una ruptura en el pitón derecho, lo que generó una fuerte protesta de los asistentes, que obligaron al cambio.
El andaluz repitió el saludo capotero y ya en la faena de muleta mostró pases por alto hasta los medios, ligó un par de tandas por la mano izquierda y un cambio de mano para torear al natural.
Sin embargo, sufrió una voltereta que causó susto en los tendidos, pero se recuperó y realizó una labor poco comprometida que concluyó con una estocada certera. Vuelta al ruedo.
Al siguiente, Ortega lo recibió con verónicas movidas y ya en la suerte de muleta toreó a pico de flámula, con pases sueltos, pero no pudo ligar tandas ni tampoco una buena estocada, pues colocó un bajonazo de tres cuartos de estocada. Silencio y pitos al toro en el arrastre.
Tampoco la autoridad aceptó la fuerte petición de un toro de regalo.
Los clarines y timbales, acompañados por la lluvia, debieron hacer un minuto de silencio en la primera corrida de la Feria de Latacunga, como homenaje a la recientemente fallecida madre de los empresarios taurinos Juan Fernando y Pablo Salazar.
La Feria de Latacunga continuará este sábado con una corrida que reúne al español Daniel Luque (en sustitución de David Fandila ‘El Fandi’), el francés Sebastián Castella y el rejoneador nacional Álvaro Mejía, con toros de Triana. EFE
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