«Presionar a los desempleados es inhumano»
La cuota de desempleados alcanzó en 2009 su nivel máximo. Los afectados son sobre todo jóvenes y extranjeros. swissinfo.ch habló con uno de ellos sobre lo que significa ser una de las 172.000 personas que busca empleo.
Viernes por la mañana en la oficina de Tramitación de Empleo Regional (RAV, sus siglas en alemán) en Berna. Nadie espera frente a las dos ventanillas, la insulsa sala de recepción está vacía: lámparas de neón iluminan las sillas de madera azules, las mesas blancas y la máquina automática de bebidas.
En las paredes están los estantes de periódicos y, ordenados escrupulosamente, los diferentes anuncios de empleo en color rosado, verde y naranja, así como folletos de información con el título “Cómo postular a un empleo correctamente”. Lo único que se escucha es el tic tac del reloj de pared.
Sin embargo, la calma es aparente. Esta mañana, la Secretaria de Estado para la Economía (SECO) publicó las cifras de desempleo en Suiza.
En diciembre pasado, éstas alcanzaron una cifra récord: con una cuota de 4,4%, el desempleo en ese mes fue el más alto desde hace casi 12 años.
De una rutina intensa a una «situación sin estructuras»
En total, 50.000 personas perdieron su empleo en 2009 a causa de la recesión. Uno de los que incluye esta estadística de la SECO es Thomas*. Mientras aquellos que tienen un trabajo estresante esperan con alegría el fin de semana, para este hombre de 34 años, que precisamente tiene una cita en la RAV, es un día como cualquier otro.
Este promotor de turismo y asistente de personal, originario de Austria, está desempleado desde comienzos de noviembre. Ha trabajado nueve años en un hotel de cuatro estrellas en Grindelwald, los nueve años que reside en Suiza. De golpe, su rutina de trabajo, que normalmente duraba entre 12 y 14 horas, se convirtió en “una situación sin estructuras”, como él dice.
98 negativas
Aun cuando por el momento tiene más tiempo para encontrarse con los amigos o para practicar deportes, su situación actual dista mucho de ser satisfactoria. Thomas saca del bolso un folder verde, voluminoso: allí están las 98 solicitudes de empleo que ha enviado en las últimas semanas y las 98 negativas que ha recibido. “Calificaciones escasas”, ha sido el tenor repetido de las respuestas, señala.
Un día antes de Año Nuevo experimentó el último revés amargo en su actual carrera como desempleado. Una oficina de personal en la que se había registrado lo llamó en la mañana del 31 de diciembre y le ofreció un empleo al que debía presentarse de inmediato, es decir, el 4 de enero. No obstante, aceptó. Por la tarde vino una respuesta desfavorable del asesor de personal. “Es cuando uno se siente burlado“.
Thomas también está decepcionado de un empleador en Basilea, que se interesó en su solicitud, pero le exigió mudarse de Berna a Basilea antes de que trabajar un solo día para la firma. “Ningún empleador puede exigir tal flexibilidad. No es precisamente motivador cuando nos piden que cambiemos la carpa hacia otra ciudad de un día a otro, para poder participar en la selección final”.
Sin embargo, continúa, es así, los empleadores tienen claramente la sartén por el mango en tiempos de crisis económica.
La escuela como fuente de motivación
Frente a todas las negativas, ¿cómo logra motivarse para algo nuevo? “En vista del esfuerzo y del resultado, es muy difícil. Para mí, actualmente el gran incentivo es la escuela”
Thomas está empeñado en su formación como especialista en recursos humanos. Una vez por semana va a clases y aprende para la prueba final en octubre.
Pero la incertidumbre está siempre presente. Thomas teme que cuando por fin posea el certificado federal en su especialidad le puedan endilgar, ya no falta de calificaciones, sino falta de práctica. “Por ahora, todo es nebuloso”.
Una vida con menos dinero
A ello se agrega la lucha por el dinero. Por el momento puede respirar con los ingresos temporales de un trabajo al 50% en una oficina, donde ayuda en la mercadotecnia y la contabilidad. En este tiempo no recibe salario de desempleo.
“Las parte financiera me limita más de lo que hubiese imaginado. Cada día debo analizar una y otra vez cómo hago para que me alcance el dinero». Comer fuera no está incluido en ello. Además, está pensando en vender su auto. “Se ha convertido en un objeto de lujo para mí ”.
Los desempleados no tendrían que esperar gran apoyo de la política. El paquete coyuntural que preveía medidas a favor de ese grupo fue recortado el año pasado por el Parlamento. Y en la deliberación sobre la revisión del seguro de desempleo (AC, por sus siglas en francés), el Parlamento ha resuelto plazos de espera más largos para personas con ingresos medios o más altos y sin obligaciones de pagar alimentos.
Además, los consejeros nacionales se han pronunciado a favor de un recorte en 5% de las indemnizaciones diarias en caso de desempleo de más larga duración, y también a favor de que personas menores de 30 años y sin hijos deban aceptar un trabajo que no coincida necesariamente con sus calificaciones.
«No se debería inducir a una persona a tomar ciegamente un empleo, pues esto solamente aumenta la frustración, tanto del lado del empleado como del empleador. Para Thomas, la situación es muy clara: “Con tales prácticas se abrirían de par en par las puertas para el trabajo ilegal.”
«Presionar de esta manera a los desempleados es inhumano, de una u otro modo ellos ya se sienten mal con su situación por tener que cargar a los contribuyentes.»
«Un mismo sistema para todos»
Sin embargo, Thomas no se siente un ‘’zángano’, como llama la Unión Democrática del Centro (UDC, partido de derecha dura) a los ciudadanos extranjeros que en Suiza reciben dinero del desempleo.
En este sistema debe regir el mismo derecho para todos, afirma Thomas. “De lo contrario, significaría que los empleados extranjeros tendrían que pagar deducciones para la caja de desempleo, pero no recibir ninguna prestación. Evidentemente, no se podría imponer tal desigualdad.”
Corinne Buchser, swissinfo.ch
(Traducido del alemán, Rosa Amelia Fierro)
*Nombre cambiado por la Redacción
En diciembre 2009, las Oficinas Regionales de Tramitación de Empleo (RAV) resgistraron 172.740 desempleados.
Con 4,4%, esta cifra es la más alta desde 1998.
Con ello ascendió la cuota de desempleo dentro del plazo de un mes en 0.2% puntos porcentuales, como dió a conocer la Seco recientemente.
Una cuota de desempleo tan alta se dió en marzo de 1998, cuando alcanzó 4.6%.
En el promedio anual,
el desempleo aumentó
en Suiza a 3,7%.
Esta cifra significa, frente a 2008, un incremento de casi 50%.
A lo largo de 2009, la cifra de desempleados a causa de la recesión aumentó en más de 50.000 personas.
Aunque la vaguada de la crisis parece haber quedado atrás, los economistas de la Confederación consideran que en 2010 y en 2011 habrá un nuevo incremento fuerte de personas que perderán su empleo.
En estos dos años, la cuota de desempleo, según la Seco, estará en 4,9%, es decir, unos 192.000 desempleados.
Las estadísticas de la Seco muestran que sobre todo los extranjeros están afectados por el desempleo. Entre ellos, la cuota subió de 8.1 a 8.6%.La cuota de desempleo entre los suizos subió de 3.0 a 3.1%.
También son afectados, por encima del promedio los jóvenes. Entre aquellos cuyas edades están entre 15 y 24 años, la cuota de desempleo subió de 5.3 af 5.4%.
En total, 29.672 jóvenes no tenían empleo.
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