Tras la covid-19, Austria se prepara para el escenario de un «gran apagón»
Luis Lidón
Viena, 20 oct (EFE).- Una pandemia global, un atentado terrorista en Viena y ataques cibernéticos. Las Fuerzas Armadas de Austria han acertado en sus últimas predicciones sobre los riesgo para la seguridad nacional. Y ahora se preparan de forma intensa para otro escenario: un gran apagón eléctrico de tiempo indefinido.
«La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo», sentenció recientemente la ministra de Defensa, la conservadora Klaudia Tanner, que ha supervisado una serie de maniobras e iniciativas de concienciación sobre lo que asegura es «un peligro real, pero subestimado».
CUANDO TODO SE PARA
La última medida ha sido lanzar este mes una campaña de información, con publicidad en los medios y la difusión de más de seis mil carteles repartidos por todo el país con el título: «Qué hacer cuando todo se para».
Los carteles van acompañados de una pequeña guía con consejos prácticos sobre qué materiales se deben de tener en casa para estar preparados: combustible, velas, baterías, conservas y agua potable.
«¿Qué hacer cuando nada funciona? Cuando no hay agua ni electricidad. Un gran apagón tiene enormes consecuencias. Con esta campaña queremos concienciar y dar información y consejos», argumentaba la ministra.
Un apagón, «blackout» en inglés, conllevaría que semáforos, ordenadores, cajeros automáticos, teléfonos, internet y muchos otros servicios dejaran de funcionar, exponiendo la fragilidad de un día a día cada vez más digitalizado.
Las causas para una posible caída del sistema eléctrico son muchas, desde fallos técnicos, sobrecargas por picos de demanda, desajustes en el sistema o incluso causas «extraterrestres»: En 1989, millones de personas se quedaron a oscuras en Québec (Canadá) debido a una virulenta tormenta solar o geomagnética.
CUARTELES AUTOSUFICIENTES
Austria se ha tomado tan en serio este escenario que a partir de 2025 cien de sus principales cuarteles militares serán autosuficientes en el mayor grado posible en términos de energía, combustible, agua potable y alimentos.
El teniente coronel Pierre Kugelweis explica a Efe que estos cuarteles serían la base de apoyo a organizaciones civiles, como bomberos y sanitarios, que requieran energía y coordinación para su trabajo en caso de un apagón.
«A partir de 2025 debería haber cuarteles autosuficientes en todos los estados federados (regiones) para garantizar la respuesta del Ejército en caso de apagón, y así dar a organizaciones civiles la oportunidad de ‘recargarse'», expone el oficial.
En los últimos 18 meses el Ejército ha realizado varias maniobras en las que se ensayó la respuesta a esa situación y cómo mejorar la coordinación con la policía y otras organizaciones.
«Un apagón es una amenaza con un gran impacto en la sociedad. Y es importante que todos los servicios de emergencia, como la policía, las ambulancias o los bomberos, sigan funcionando. En caso de un apagón, la tarea principal de las Fuerzas Armadas es abastecer y apoyar a otras organizaciones de emergencia», resume el militar.
COMO IRSE 14 DÍAS DE CÁMPING
El Ejército recomienda tener en casa reservas suficientes al equivalente a dos semanas de cámping, así como pactar de forma previa con familiares y amigos un punto de encuentro y sentar las bases de una red de cooperación vecinal.
Kugelweis recomienda, por ejemplo, contar con alimento que sean muy duraderos, como pasta y arroz, así como conservas, dos litros de agua por persona y día, velas, linternas, un hornillo portátil de gas, dinero en efectivo y una radio que funcione con baterías.
¿Pero cómo de real es la posibilidad de un gran apagón en Europa? El Ejército ya advirtió en 2017, en un documento sobre riesgos en la próxima década, de que una pandemia suponía una amenaza, y el tiempo le ha dado la razón.
El mismo proceso de análisis de datos que se usó para preveer la pandemia, recalca este teniente coronel, es la base para «los extensos preparativos de las Fuerzas Armadas frente a los efectos de un posible apagón».
El Ministerio del Interior también ha desarrollado un protocolo de actuación que prevé en los primeros momentos de un apagón reforzar el despliegue de la policía para desalentar cualquier tentación de saqueo y regular el tráfico ante la previsible caída de los semáforos.
También se reforzaría la vigilancia de las infraestructuras sensibles.
El ministro del Interior, Karl Nehammer, dijo recientemente que un apagón era «una de las mayores amenazas para un Estado moderno».
El riesgo de un apagón es tomado también muy en serio por el operador de la red eléctrica de Austria y por todas las compañías de energía del país alpino.
Para Gerhard Christiner, director técnico de Red Eléctrica de Austria (APG) el cambio climático y el tiempo extremo, con intensas olas de calor y frío, aumentan el riesgo de un «blackout». EFE
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