Trump retoma el debate de la reforma de salud hacia las elecciones de 2020
Tras dejar atrás la amenaza del informe del fiscal Robert Mueller, el presidente estadounidense, Donald Trump, dio un giro inesperado atacando el sistema de salud creado por su predecesor, una táctica que alarmó a los republicanos y galvanizó a los demócratas de cara a las presidenciales de 2020.
El mandatario estadounidense volvió a arremeter contra la Ley de Asistencia Asequible (ACA, por sus siglas en inglés), también conocida como «Obamacare», después de que esta semana el Departamento de Justicia anunciara que secunda la postura de un juez de Texas que declaró inconstitucional el sistema.
Ese programa de salud impulsado por el expresidente demócrata Barack Obama (2009-2017) ha recortado en 20 millones el número de personas sin un seguro médico.
«El Obamacare es un desastre», dijo Trump en Twitter, reformulando uno de sus discursos de campaña, según el cual los republicanos van a convertirse en «el partido para una gran atención sanitaria», cuando él revele su nuevo programa.
Pero Trump no ofreció detalles ni un calendario para reemplazar al sistema existente.
Con estas declaraciones surge la pregunta de si esta apuesta va a rendir de cara a las elecciones, convenciendo a su base de que va a cumplir su promesa de campaña de desmantelar el sistema presentado como un logro emblemático de la presidencia de Obama.
Esas declaraciones también podrían suponer un empujón para los demócratas.
Algunos republicanos quedaron perplejos por este giro de Trump, entre ellos la senadora moderada Susan Collins, que expresó que se seguía «oponiendo vehementemente a que la administración busque invalidar todo el ACA».
Incluso políticos republicanos que apoyan con ahínco a Trump han reconocido que no hay un reemplazo disponible y que las probabilidades de que este plan eventual sea aprobado por el Congreso son mínimas.
Según algunos expertos, Trump podría estar buscando inmiscuirse en la primaria de la oposición, en la que compiten cerca de 15 candidatos, algunos de los cuales defienden un sistema de salud universal.
«Está provocando a los demócratas al hacer esto», dijo a la AFP el asesor conservador Patrick Hynes, que asistió en sus campañas a la presidencia a los candidatos republicanos John McCain y Mitt Romney.
Para el consultor, al lanzar esta bomba al debate público «el presidente va a llevar a todos los candidatos demócratas y a la mayoría de las autoridades demócratas muy hacia la izquierda (…) con una propuesta que es indefendible para sus finanzas».
– La «guerra» contra el Obamacare –
Los demócratas, que apostaron por defender una cobertura de salud que abarque a más personas en las elecciones de mitad de mandato de 2018, saltaron con gusto al debate.
«¿Ahora el presidente quiere volver atrás y derogarlo y remplazarlo? Adelante, háganos el favor», dijo el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
La jefa de la bancada mayoritaria de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, criticó a Trump por su nueva «guerra contra el sistema de salud de Estados Unidos» y prometió luchar contra los esfuerzos por derribar en el Congreso al Obamacare y también «en los tribunales de la opinión pública».
Varios candidatos demócratas también entraron en el debate, criticando al gobierno por buscar despojar a millones de personas de un acceso a la salud y volver a una época en la que las compañías de seguro podían negarle la cobertura a la gente por sus enfermedades preexistentes.
«Basta», respondió el senador Bernie Sanders, que compitió contra Hillary Clinton por la nominación como candidato de los demócratas en 2016. «Debemos defender el ACA y pasar directamente a aprobar Medicare (el sistema público) para todos».
El núcleo de la reforma de 2010 era la obligación de tener un seguro, obligando a las compañías a aceptar a todos los solicitantes, incluso a aquellos con enfermedades preexistentes.
Para los demócratas este fue un paso histórico para que decenas de millones de personas sin seguro entraran a un sistema, que muchas veces es desigual e inaccesible para los más pobres.
Los republicanos han atacado la ley desde el principio, especialmente por la obligación de tener un seguro, lo que consideran una extralimitación del poder del gobierno.
Pero las decenas de intentos legislativos de tumbar el Obamacare han fracasado y muchos republicanos han terminado abrazando la protección que el sistema brinda a las personas con dolencias preexistentes.
Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, dijo que los demócratas cuentan con una «enorme ventaja» ya que los estadounidenses confían más en la oposición que en los republicanos en este tema.
El experto señaló que es muy tarde para aprobar un plan alternativo en el Congreso antes de las elecciones por lo que el objetivo de Trump es congregar a los conservadores.
«Trump tiene una sola prioridad desde el día que entró a la carrera: complacer a su núcleo duro», explicó Sabato.