Turquía y los kurdos se acusan mutuamente de romper la tregua en el norte sirio
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó este sábado con «romper la cabeza» a las fuerzas kurdas, mientras ambos bandos se acusaban mutuamente de haber violado la tregua en el noreste de Siria, alcanzada bajo patrocinio de Estados Unidos.
El acuerdo de tregua anunciado el jueves implica una retirada de las fuerzas kurdas de la región fronteriza a cambio de que se interrumpa la ofensiva que Turquía lanzó el 9 de octubre contra ellas, en ese sector del norte de Siria.
En pocos días, las fuerzas turcas y sus aliados locales sirios conquistaron una franja fronteriza de cerca de 120 kilómetros, desde la ciudad de Tal Abyad hasta Ras al Aín.
La ofensiva mató a docenas de civiles, la mayoría kurdos, y obligó a cientos de miles a abandonar sus hogares en ese país, que lleva ocho años en guerra.
El comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) -lideradas por las milicias kurdas-, Mazlum Abdi, indicó a la AFP que Turquía estaba impidiendo que sus combatientes se retiraran, para poder acusar a los kurdos de incumplir el acuerdo de alto el fuego.
«Los turcos impiden la retirada del sector de Ras al Aín, impiden la salida de nuestras fuerzas, de civiles y de heridos», afirmó Abdi, quien recordó que el acuerdo negociado por Washington «contiene un punto esencial que estipula la apertura de un corredor bajo el patrocinio de Estados Unidos».
– «Informaciones falsas» –
El comandante aseguró que las FDS se retirarían, como lo estipula el acuerdo, de una zona fronteriza de 120 km de ancho entre Ras al Aín y Tal Abyad -región de mayoría árabe-, en cuanto los turcos les dejen salir de Ras al Aín.
Ankara desmintió de inmediato que estuviera impidiendo la retirada, denunciando «informaciones falsas para sabotear el acuerdo turco-estadounidense».
El ejército turco «dio informaciones detalladas a los estadounidenses […] para facilitar la retirada» de las fuerzas kurdas, declaró a la AFP un alto responsable turco.
Turquía ha pedido además a Washington que use su «influencia» con los kurdos para que efectúen su retirada «sin incidentes».
Poco antes Erdogan amenazó con «romper la cabeza» a los combatientes kurdos en el noreste de Siria si no se retiran de la zona en cuestión antes del martes por la noche.
«En cuanto expire el plazo de 120 horas, proseguiremos [la operación militar] donde la dejamos y seguiremos rompiendo la cabeza de los terroristas» declaró, en referencia a la milicia de las Unidades de Protección Popular (YPG), columna vertebral de las FDS.
Turquía acusó a las fuerzas kurdas de violar la tregua, con «14 ataques en las últimas 36 horas».
«Las fuerzas armadas turcas respetan totalmente el acuerdo», aseguró el ministerio turco de Defensa en un comunicado.
Además de la retirada kurda, el acuerdo de tregua negociado prevé establecer una «zona de seguridad» de 32 km de ancho en territorio sirio, aunque la longitud de esta franja, que Erdogan quiere ampliar con el tiempo a 450 km, aún está por definir.
El objetivo es alejar de la frontera a los combatientes kurdos e instalar en esta zona a parte de los 3,6 millones de refugiados sirios que viven actualmente en Turquía.
La oenegé Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) afirmó por su parte que las fuerzas turcas y sus aliados realizaron disparos de artillería contra Ras al Aín y otras poblaciones vecinas.
La oenegé indicó que 30 heridos fueron evacuados de la ciudad, y que cuatro personas sucumbieron a sus heridas.
«Nos han dicho que había muchos heridos y personas bajo los escombros, pero no podíamos circular en la ciudad» manifestó Dilkash Fatmi, un responsable de la Media Luna Roja kurda.
– «Responsabilidad estadounidense» –
El comandante Abdi afirmó que Estados Unidos no estaba haciendo lo necesario para obligar a Ankara a cumplir el acuerdo.
Las fuerzas kurdas fueron aliadas de la coalición internacional en la lucha contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), y ahora se sienten abandonadas en especial por Estados Unidos, que anunció la retirada de sus militares de la zona.
Las FDS derrotaron al «califato» del EI en marzo, pero sigue habiendo células durmientes en el este de Siria.
Con todo, Abdi anunció que sus fuerzas habían reanudado sus operaciones contra el EI en Deir Ezzor (este) junto a la coalición antiyihadista liderada por Washington, tres días después de haber anunciado su suspensión.
La ofensiva lanzada por Ankara abrió un nuevo frente en la guerra siria iniciada en 2011, y redibujó el mapa en el norte del país.
El régimen de Damasco, que intervino en la ofensiva en virtud de un acuerdo con los kurdos, volvió a regiones que no controlaba desde hacía años y su aliado ruso comenzó a llenar el vacío dejado por la retirada estadounidense.