UBS, en el pozo de los «números rojos» en 2008
Pese al multimillonario rescate realizado por el gobierno y el Banco Nacional de Suiza (BNS), el gigante bancario perdió casi 20.000 millones de francos suizos el año pasado.
Peter Kurer, presidente del UBS, intenta tranquilizar a los accionistas explicando que la fuga de clientes cesó y que 2009 será un mejor año. No obstante, confirma nuevos recortes de personal en Londres y NY.
Los temores de una posible quiebra del banco por parte de millares de clientes, una abultada tenencia de créditos hipotecarios subprime, y en general, la crisis financiera internacional, se tradujeron para UBS en pérdidas del orden de los 19.697 millones de francos suizos en 2008.
En breve, el peor dato en una década.
Comparado con el 2007, primer año en el que la volatilidad financiera pasó factura al banco número uno de Suiza, el boquete financiero es 4 veces mayor.
Este martes (10.02), UBS dio a conocer el estado de sus finanzas en el Informe Anual correspondiente al 2008, documento en el que precisa a accionistas y al mercado bursátil que sólo durante el periodo septiembre-diciembre, las pérdidas sumaron 8.100 millones de francos suizos.
UBS está en pleno cambio de piel. Anuncia una nueva reestructuración interna y 2.200 despidos adicionales.
Fuga de capitales
El sistema financiero internacional vive tiempos difíciles.
En una carta dirigida a sus accionistas, Peter Kurer, presidente del UBS, y Marcel Rhoner, director general, hacen balance de los últimos meses.
«Durante el cuarto trimestre del 2008, la fuga neta de capitales alcanzó 85.800 millones de francos suizos, dato que se sumó a una salida de 85.600 millones de francos suizos observada durante el trimestre previo.
El mes más difícil fue octubre; en noviembre y diciembre, la salida de capitales se redujo progresivamente», citan los directivos.
Octubre, el peor mes del UBS en 2008, coincide con el anuncio de un multimillonario rescate (66.000 millones de francos suizos), por parte de la Confederación Helvética y del Banco Nacional de Suiza (BNS).
En su mensaje, Peter Kurer afirma: «Somos conscientes de que ustedes, nuestros accionistas, han observado una reducción importante en el valor de sus inversiones en UBS. Queremos decirles que la administración del grupo y los empleados también se han visto afectados por esta crisis y que, en vista de los resultados financieros del 2008, UBS ha decidido reducir 85% las compensaciones que pagará a sus ejecutivos de alto nivel».
Kurer hace referencia a los bonos que el banco paga, no al Directorio Ejecutivo y a sus principales subalternos –quienes renunciaron a dicho pago extra salarial en 2008- sino a ejecutivos de buen nivel diseminados en el mundo que sí generaron ingresos para el UBS en tiempos de crisis y cuyos contratos validan el derecho a dicha bonificación. Un tema que genera polémica en Suiza desde que inició el año.
Reestructuración y recortes
Junto cono sus resultados financieros, UBS presentó un programa de reestructuración interna aplicable en 2009.
El banco helvético creará dos nuevas divisiones:
Wealth Management & Swiss Bank, especializada en el manejo de fortunas europeas y asiáticas, así como la actividad de la iniciativa privada de Suiza, división que será dirigida por Franco Jorra y Jürg Zeltner.
Y Wealth Management Americas, bajo la custodia de Marten Hoekstra, especializada en gestionar patrimonios de América.
Con esta decisión, asegura el grupo, el banco intenta regresar a lo básico, a sus actividades primarias y a las que han probado elevada rentabilidad, es decir, a la administrar patrimonios acaudalados.
La reorganización tendrá, no obstante, un alto costo en materia de recursos humanos sobre la división de banca de inversión que es, simultáneamente, la que más pérdidas a generado.
Esta área (que incluye actividades como renta variable, fija e inversión), empleaba 22.137 personas en 2007; para junio del 2008 contaba con una plantilla de 19.475 empleados; seis meses después contaba con 17.500 efectivos y, UBS anuncia este martes que llegará a 15.000 elementos en el transcurso del 2009, con lo que se prevé una pérdida adicional de 2.500 plazas, «localizadas sobre todo en Londres y Nueva York», concluye.
Perspectiva
Enero se perfila como un mejor mes para el grupo.
En conferencia de prensa, Marcel Rhoner, director general del UBS asegura que la dirección se siente optimista con la evolución de enero y con la llegada de nuevos clientes.
«No obstante, las condiciones del mercado financiero siguen siendo frágiles. Los gobiernos y los bancos centrales toman las decisiones correctas para mejorar el entorno, pero debemos seguir siendo cautos», cita.
UBS se compromete a reducir sus posiciones de riesgo y a compactar aún más sus costos operativos.
El directivo deja claro que las condiciones del mercado y del sector financiero cambiaron y seguirán en los términos actuales en el futuro cercano. De ahí que sea importante reposicionar actividades y conseguir rentabilidad a partir del nuevo entorno.
Abrir las dos divisiones anunciadas nos ayudará a restablecer nuestra reputación y la imagen del grupo, al concentrarnos en actividades estratégicas, en un mercado cuya regulación es cada vez más estricta», concluyó.
swissinfo, Andrea Ornelas
UBS tiene presencia en más de 50 países.
Tiene una plantilla de 75.000 empleados (2008).
Directivos y ex directivos del UBS han devuelto bonos adicionales a su sueldo por un total de 70 millones de francos suizos. Algunos de los protagonistas son Marcel Ospel, ex presidente del grupo; y Peter Wüffli y Stephan Hearinger, parte de su Directorio Ejecutivo.
UBS, producto de la fusión en 1998 de los grupos bancarios UBS y SBS, constituye hoy la sociedad bancaria y financiera más importante de Suiza. Con sede en Basilea y Zúrich, su especialidad es la gestión de fortunas internacionales.
Los orígenes del banco se remontan, no obstante, a 1850, cuando Suiza desarrollaba sus primeras vías férreas y se requería financiamiento para ello. Una tarea que tomó el antecesor del actual UBS.
En el siglo XXI, UBS ha sido la institución financiera europea más golpeada por la crisis de los subprime o créditos hipotecarios estadounidenses de mala calidad.
En noviembre del 2008, en Asamblea General Extraordinaria, los accionistas del banco aprobaron (98,4% de votos a favor) un plan un plan de rescate diseñado por la mancuerna Confederación Helvética-Banco Nacional de Suiza (BNS) para evitarle la quiebra.
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