Ucrania discute el futuro del tránsito de petróleo ruso para privarle de ingresos clave
Rostyslav Averchuk
Leópolis (Ucrania), 10 ene (EFE).- Tras el fin del tránsito de gas ruso, Ucrania se plantea ahora el futuro del transporte de petróleo ruso por su territorio, ya que pretende socavar la capacidad de Rusia para financiar la guerra a través de sus exportaciones energéticas.
Varios diputados ucranianos registraron el miércoles un proyecto de ley que detendría el tránsito de crudo ruso hacia Eslovaquia, Hungría y Chequia a través de territorio ucraniano.
No obstante, el primer ministro, Denís Shmigal, explicó este viernes en el Parlamento ucraniano que el país no puede detener el tránsito de petróleo ruso porque ello supondría incumplir sus obligaciones ante la Unión Europea (UE).
«Detener el tránsito de petróleo por el oleoducto de Druzhba supondría una violación directa por parte de Ucrania del Tratado sobre la Carta de la Energía y del Acuerdo de Asociación con la UE», subrayó, y señaló que los países afectados podrían reclamar cuantiosas multas a Ucrania.
La guerra como fuerza mayor
La necesidad de rescindir el contrato con Rusia, que no finaliza hasta 2030, complica la situación en comparación con el fin del tránsito de gas, cuando Ucrania simplemente dejó que el contrato expirara.
Sin embargo, es probable que las discusiones continúen y el Gobierno deba considerar más detenidamente las cuestiones jurídicas, opina Volodímir Omelchenko, experto en energía del Centro Razumkov de Kiev.
«Según el Derecho internacional, la guerra es un caso de fuerza mayor. Ucrania puede cancelar el contrato y no sufrir repercusiones. Es inconcebible que Ucrania ayude a Rusia a ganar el dinero con el que nos bombardea cada día», subraya a EFE.
Los ingresos de Ucrania, unos 150-200 millones de euros al año, palidecen en comparación con los 6.000 millones que gana Rusia, señala, mientras que Ucrania también tiene que utilizar electricidad para bombear el petróleo a través de su territorio a pesar del déficit causado por los ataques selectivos de Rusia contra su sistema energético.
El pasado agosto, Ucrania planteó brevemente la posibilidad de interrumpir el tránsito de petróleo ruso, pero prometió inmediatamente después seguir cumpliendo sus obligaciones contractuales.
Posibles repercusiones
El ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, advirtió el jueves de que su país bloquearía la integración de Ucrania en la UE si no continuaba el tránsito de gas y petróleo ruso.
Hungría y Eslovaquia no necesitan pretextos adicionales para crear problemas a Ucrania, señala Omelchenko.
Según él, estos países tienen todas las alternativas disponibles para comprar suficiente gas y petróleo, aunque ello podría suponer algunas pérdidas financieras que podrían socavar el mantenimiento de los gobiernos en funciones en el poder.
«No les importa que, al comprar petróleo y gas rusos, estén financiando la agresión rusa y permitiendo así el asesinato de más ucranianos», opina el experto.
Gas natural licuado y petroleros, en el punto de mira
Ucrania ha estado instando a sus socios occidentales a intensificar las sanciones contra las exportaciones energéticas rusas y a que mejoren su cumplimiento.
«Si queremos detener los asesinatos, tenemos que cortar el suministro de dinero a (el presidente ruso, Vladímir) Putin», sostuvo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la reunión celebrada el jueves en la base aérea estadounidense de Ramstein (Alemania).
La interrupción del tránsito de gas ruso por territorio ucraniano el pasado 1 de enero puede privar a Rusia de unos 6.000 millones de euros al año.
Sin embargo, la UE -principalmente Francia, Bélgica y España- importó un récord de 16,5 millones de toneladas de gas natural ruso (GNL) ruso a través de rutas marítimas en 2024, señalan los expertos ucranianos.
«El GNL representa solo el 5 % del consumo total de gas de la UE y, sin embargo, el bloque sigue siendo un mercado crucial para Rusia. Una prohibición total de las importaciones de GNL ruso perturbaría significativamente los ingresos del Kremlin con un impacto mínimo en la seguridad energética de la Unión», subraya la ONG Razom We Stand.
Aunque se necesitará algún tiempo, el GNL ruso podría sustituirse fácilmente por entregas procedentes de Estados Unidos, Catar o Senegal, argumentó Omelchenko.
Los expertos destacan que también debería hacerse algo más respecto a los petroleros que Rusia utiliza para eludir los precios máximos de su petróleo, sobre todo por la amenaza que a menudo suponen para el medio ambiente y el comportamiento sospechoso en torno a los cables submarinos de energía e internet en el mar Báltico. EFE
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