Un colono condenado en Israel por triple homicidio de familia palestina
La justicia israelí condenó este lunes a un joven colono judío por el asesinato, en un incendio criminal en 2015, de un bebé palestino y sus padres, un caso que refleja las tensiones en torno a la colonización en la Cisjordania ocupada.
El tribunal de Lod, en el centro de Israel, también halló a Amiram Ben Uliel, de 25 años, culpable de intento de homicidio, incendio criminal y conspiración para cometer un crimen racista.
En julio de 2015, Ali Dawabsha, un bebé de 18 meses, murió quemado mientras dormía. Su casa, en Duma, entre Naplusa y Ramalá, en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, ardió después de que lanzaran artefactos incendiarios.
Su padre Saad y su madre Riham, que también dormían, sucumbieron a sus quemaduras unas semanas más tarde.
Sólo el hermano de Ali, Ahmed, por entonces de cuatro años, sobrevivió a la tragedia.
«Durante el interrogatorio, el sospechoso reconoció haber cometido el atentado, dio detalles y reconstituyó lo que pasó esa noche», indicó la fiscalía.
Esta tragedia suscitó una gran indignación en los Territorios Palestinos, Israel y la comunidad internacional.
Este lunes, cuando su abuelo, Husein Dawabsha, le dijo a Ahmed que una persona había sido condenada, el niño exclamó: «¡¿sólo una?!».
«Estamos convencidos de que el incendio fue perpetrado por más de una persona», señaló Naser Dawabsha, tío de Ahmed, a la AFP tras el anuncio de la sentencia. «Ahora tememos ser blanco de la venganza de otras personas que incendiaron» la casa.
Hoy, una bicicleta de niño puede verse entre los restos calcinados de la casa de los Dawabsha, tal como quedó tras el drama.
Para Husein Dawabsha, no hay porqué alegrarse. «De todas maneras, somos incapaces de celebrar nada, no hay más alegría en nuestro hogar», añadió a la AFP en su casa de Duma.
La familia dijo que espera «una sentencia severa» para Amiram Ben Uliel.
– «Acto de venganza» –
«El tribunal halló pruebas que apoyan su confesión (…) se trata de un atentado de carácter racista cometido como un acto de venganza por la muerte de Malachi Rosenfeld», un judío asesinado por palestinos en junio de 2015, cerca de Duma.
Aunque el tribunal reconoció la culpabilidad de Amiram Ben Uliel en la muerte de la familia Dawabsha, no tuvo en cuenta los cargos por participación en una organización terrorista. Tampoco estableció una fecha para anunciar la sentencia, que puede ir hasta la cadena perpetua.
Este lunes, Amiram Ben Uliel, con una camisa blanca y una mascarilla de protección, estuvo presente en el tribunal de Lod, rodeado de agentes de seguridad.
El condenado no quiso declarar durante el juicio y fue condenado a partir de su confesión de lo hechos durante un interrogatorio en el momento de su detención.
Su abogado, Asher Ohayon, criticó el lunes en la radio pública Kan el uso de esta confesión, obtenida, según él, bajo una «continuada tortura durante tres semanas» del Shin Beth, el servicio de seguridad interior israelí.
La organización israelí Honenu, que brinda asistencia legal a la defensa del condenado, indicó que apelaría la decisión ante la Corte Suprema del país.
Durante la última década, la colonización de Cisjordania se ha acelerado, impulsada por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Actualmente, más de 450.000 personas (un incremento de 50% en 10 años) viven en estas colonias.
La cuestión está más de actualidad que nunca con el nuevo gobierno de unión en Israel, que tiene que anunciar a partir del 1 de julio su estrategia sobre la aplicación de un proyecto estadounidense que prevé que Israel anexione estas colonias en Cisjordania.
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