Una red de pasajes subterráneos incas comunicaban templos de Cuzco, estiman arqueólogos
Lima, 24 ene (EFE).- Una pareja de arqueólogos peruanos ha descubierto una posible red de pasajes subterráneos que comunicaban templos y construcciones incas en Cuzco, antigua capital del imperio del Tahuantinsuyo, informaron fuentes oficiales.
Los arqueólogos Jorge Calero Flores y Mildred Fernández Palomino expusieron en una rueda de prensa en la Municipalidad de Cuzco sus hallazgos, realizados mediante estudios geológicos y documentos históricos, pero aún en fase preliminar.
La agencia estatal Andina detalló que el proyecto, denominado ‘La Chincana’, como se conocían estos laberintos ocultos a través de la tradición oral, demuestra la existencia de un pasaje principal que conectaba el templo inca del Coricancha con el parque arqueológico de Sacsayhuamán.
Calero y Fernández, que dirigen un equipo multidisciplinar con expertos internacionales, precisaron que los pasajes son excavaciones de enormes zanjas, revestidas con muros pétreos, techos y vigas de piedra labrada, cubiertas con tierra de dos metros o más, y la cavidad sería de 2,60 metros de ancho y 1,60 metros de alto, aproximadamente.
El arqueólogo principal explicó a Andina que el trabajo científico ha tenido tres métodos distintos, recolección de información en base a crónicas de la colonia, pruebas de sonido y un recorrido usando georradares, que bajo técnicas avanzadas «arrojaron resultados sorprendentes».
«Hemos analizado documentos del siglo XVI y XVII, el cronista Anello de Oliva nos indica que había muchos pasajes subterráneos, un cronista anónimo nos dice que pasaba por el costado de la Catedral, es decir las casas arzobispales, luego dice que está por el costado de Sacsayhuamán, todo eso ha servido para ir ubicando el trazo», afirmó Calero.
Entre las crónicas consultadas, destacaron las del Inca Garcilaso de la Vega, que en sus escritos describe pasajes que comunican torreones, y también las de un jesuita anónimo, que en 1594 dejó constancia escrita de túneles que existían en la ciudad inca.
El pasillo subterráneo central tenía 1.750 metros de longitud, con accesos entre el Coricancha, donde actualmente está la Iglesia y Convento de Santo Domingo, y un espacio ceremonial pétreo en forma de «H», ubicado junto a Sacsayhuamán, una gran fortaleza y templo ceremonial a las afueras de Cuzco.
Los expertos han detectado al menos tres ramales que, según estiman, conectaban otros puntos de la ciudad.
Fernández expresó que están esperando la autorización del Ministerio de Cultura para realizar excavaciones en Sacsayhuamán y corroborar sus investigaciones.
Tras la revelación de estos hallazgos, el alcalde de Cuzco, Luis Beltrán Pantoja, se reunió con los arqueólogos y reafirmó su compromiso de brindar apoyo a las investigaciones para apoyar la revalorización de la cultura y de la promoción turística de la ciudad. EFE
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