Víctimas de abusos sexuales en la Iglesia católica demandan al Estado belga
Bruselas, 18 feb (EFE).- Víctimas de violencia sexual dentro de la Iglesia católica han decidido demandar al Estado belga después de que la Justicia diese por cerrada la víspera una investigación judicial abierta hace quince años sobre esos delitos, informó este martes el diario De Standaard.
«Las víctimas deben ser tratadas de forma correcta y consciente. Esto está consagrado en la ley», explicó al diario flamenco el abogado Walter Van Steenbrugge, que representa a las victimas que han decidido iniciar la demanda contra el Estado.
Ese principio, según el letrado, «claramente no se respetó en la ‘operación Cáliz'», que es el nombre que recibe la investigación judicial sobre los crímenes sexuales cometidos por miembros de la Iglesia católica y su posible encubrimiento por parte de líderes religiosos.
Esta investigación judicial se inició en junio de 2010 con registros en el arzobispado de Malinas, en la catedral de San Rumoldo, en la residencia privada del cardenal Godfried Danneels, auspiciados por la comisión presidida entonces por el psiquiatra infantil Peter Adriaenssens que investigaba la violencia contra los niños en la Iglesia.
Pero la Sala del Consejo de Bruselas declaró este lunes extinguida la acción pública en el caso relativo a la ‘operación Cáliz’, a petición de la Fiscalía y de los abogados de las víctimas.
La Fiscalía pidió no procesar a nadie «porque los hechos han prescrito, o porque no pueden probarse, o porque ya han sido juzgados por un tribunal, o porque los sospechosos están muertos».
Por su parte, algunas de las víctimas representadas por el abogado Van Steenbrugge y la letrada Christine Mussche consideraron que un proceso judicial ya no tenía sentido sobre la base de lo que ellos llamaron «un expediente poco convincente».
Según De Standaard, las quince víctimas de abusos con las que el papa Francisco ya habló durante su visita a Bélgica a finales de septiembre de 2024 se reunirán nuevamente con él en Roma en el mismo mes de 2025. Una cita sin una fecha concreta confirmada al diario por el nuncio Franco Coppola, representante del papa en Bélgica.
En un país de larga tradición católica, los cientos de abusos sexuales ocurridos durante décadas a manos de religiosos han causado una enorme conmoción.
La primera comisión parlamentaria encargada de investigar los hechos registró 327 denuncias correspondientes a los últimos 60 años, la mayoría por hechos cometidos entre la década de los 60 y los 70.
Fue especialmente escandaloso el caso del exobispo de Brujas Roger Vangheluwe, quien reconoció haber abusado de dos de sus sobrinos y que, pese a ser destituido por Benedicto XVI en abril de 2010, continuó como clérigo en una abadía en Francia, donde el Vaticano le obligó a trasladarse.
En marzo de 2024, el papa Francisco decidió retirarle ese estatus, pero el antiguo prelado no deberá responder ante la Justicia debido a la prescripción de los delitos, cometidos hace más de 30 años.
El horror por los abusos en el seno de la Iglesia belga cobró una nueva dimensión en 2023, cuando la televisión flamenca VRT difundió el documental «Godvergeten», los «Olvidados de Dios».
A través de testimonios de quienes los sufrieron, el documental explicaba cómo muchos de los abusadores se acercaron a las víctimas aprovechando momentos dolorosos, como el fallecimiento de algún familiar.
Una comisión del Parlamento federal llevó a cabo una investigación en 2023 tras el terremoto provocado por «Godvergeten».
Esa comisión aprobó por unanimidad 137 recomendaciones, incluida la celebración de una nueva comisión de investigación, que el pasado mes de mayo en su informe final abogó, entre otras cosas, por la creación de un fondo de recuperación, financiado por el autor y/o la institución en la que tuvo lugar la violencia sexual.
El fondo cubriría todos los costos que las víctimas tendrían que afrontar después de la violencia sexual. EFE
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