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1º de agosto: Suiza por la solidaridad y la tolerancia

El presidente suizo Moritz Leuenberger durante su alocución transmitida por radio y televisión. Keystone

Líderes políticos suizos exhortan a una mayor solidaridad con los menos afortunados. Su llamado se produce durante la celebración, este martes 1º de agosto, de la Fiesta Nacional del país.

El presidente Moritz Leuenberger subraya en un discurso transmitido por la radio y la televisión que Suiza no es «indiferente» al destino de las víctimas del conflicto en Medio Oriente.

«Suiza es un país donde todos pueden encontrar la felicidad», pero para que sea duradera, tiene que ser compartida, declaró Moritz Leuenberger en su mensaje radiotelevisado del 1º de agosto.

«Hoy, numerosas personas en Líbano y en Israel están a la merced de vecinos que no desean la paz, sino la destrucción y el aniquilamiento», recordó el presidente de la Confederación Helvética.

Entonces, si queremos «sentirnos satisfechos y, quién sabe, posiblemente hasta felices», prosiguió, debemos investirnos en favor de «los que no tienen la suerte que tenemos nosotros».

Moritz Leuenberger evocó asimismo el «patriotismo bien portado» por el que ondearon sin complejos las banderas suizas durante la reciente Copa Mundial de Fútbol. Y, «los más entusiastas, lo vimos, eran a menudo niños de la segunda e incluso tercera generación de inmigrados».

El también ministro del Transporte subrayó que los suizos aspiran a vivir en un país donde cada uno tenga una posibilidad para vivir con felicidad.

Y ese, agregó, es un deseo para el mundo entero, ya que Suiza no podría vivir en el aislamiento.

«La identidad no es definida por diferencias entre pueblos, sino por la solidaridad, la cooperación y el respeto mutuo dentro de las comunidades», enfatizó.

Llamado a la tolerancia

Por su parte, Samuel Schmid exhortó a luchar contra el antisemitismo latente y el extremismo, y advirtió sobre el riesgo de caer en una tolerancia mal comprendida: no hay que ocultar la identidad y la religión para poder vivir en Suiza, sino respetar los valores nacionales y las leyes del país.

En su discurso, el ministro del Deporte se refirió a la recuperación de la confianza que trajo consigo el buen desempeño del equipo nacional de fútbol durante la reciente copa mundial. «Izamos de nuevo la bandera», se regocijó.

Un buen patriotismo acompañó el entusiasmo de este equipo de jóvenes que tienen sus raíces familiares en España, Turquía, Italia, Kosovo, Costa de Marfil y también en Suiza, anotó Samuel Schmid. Para él, una Suiza abierta, joven y confiada, que da prueba de una fuerza de integración, puede regocijarse.

«El silencio no es neutro»

Al evocar, a su vez, la situación en Medio Oriente, la ministra de Exteriores, Micheline Calmy-Rey, consideró que Suiza no puede callarse ante la guerra en Líbano. Para ella, el silencio en caso de acciones militares masivas contra civiles y de actos de terrorismo no es neutro.

Muchos países esperan para que Suiza haga algo como Estado neutro, depositario de los Convenios de Ginebra, así como cuna y asiento de la Cruz Roja, recordó Micheline Calmy-Rey.

La consejera federal también marcó su distancia respecto a la revisión de las leyes en materia de asilo y extranjería que serán sometidas al escrutinio popular el próximo 24 de septiembre y que marcan un endurecimiento en el rubro.

Micheline Calmy-Rey manifestó su preocupación al respecto. Para ella, las modificaciones registradas representan «un abandono de nuestra tradición humanitaria».

Valores tradicionales y neutralidad

Por su parte, Hans-Rudolf Merz, quien difundió su alocución por Internet, se refirió a los valores que, a sus ojos, han contribuido a la estabilidad, la cohesión y la buena reputación de Suiza.

«La prosperidad, la seguridad, la diversidad, el progreso y la solidaridad son las cinco calidades que constituyen, desde 1848, la esencia misma de nuestro país. Estas cinco calidades deberían también determinar nuestro futuro», estimó el ministro de Finanzas.

En un primer discurso pronunciado la víspera, Christoph Blocher, ministro de Justicia y Policía, de la derechista UDC, defendió, por su parte, la neutralidad y la independencia de Suiza. «Estar abiertos al mundo, sí. Aceptar que se enajene y se limita nuestra libertad de acción, no», declaró.

Diversos grupos, como SOS Racismo, se manifestaron pacíficamente contra la política en materia de asilo y extranjería conducida por Blocher.

Medidas preventivas

Las autoridades impidieron la entrada a la ciudad de más de diez personas en horas de la mañana del lunes (31.07) y detuvieron a una persona con un cuchillo y una lata de gas lacrimógeno.

El jefe de la policía del de Schwyz dijo que era considerable el potencial de violencia y pidió a los residentes locales denunciar cualquier acto sospechoso.

Cientos de militantes viajaron el año pasado a la Pradera de Rütli donde interrumpieron el discurso del presidente Samuel Schmid, se burlaron y lo abuchearon cuando hizo referencia a la importancia de la integración extranjera.

Aquellos que quisieron asistir a la celebración principal de la Fiesta Nacional de este año debieron dotarse de un billete de entrada que se entregó de manera gratuita. Los solicitantes tuvieron que proporcionar sus datos personales.

Hacia el final de la semana pasada, los organizadores dijeron que habían rechazado 200 solicitudes. Se distribuyeron alrededor de 1.500 boletos de entrada.

Sin fuegos de artificio

La ola de calor, que ha resecado de manera excepcional algunas zonas del país, condujo a las autoridades de una docena de cantones a prohibir o limitar los fuegos artificiales, que tradicionalmente constituyen una parte fundamental de los festejos.

Las medidas más estrictas se establecieron en y alrededor de Zúrich donde no sólo los fuegos artificiales sino también las barbacoas al carbón fueron prohibidos.

La policía local indicó que se cometieron 70 infracciones durante el fin de semana y que aproximadamente una docena de personas fueron multadas.

Otros cantones, principalmente de las regiones del occidente y del sur del país, permitieron los fuegos artificiales en áreas designadas y bajo los ojos vigilantes de sus cuerpos de bomberos respectivos.

En la capital, Berna, los organizadores decidieron cancelar una planificada hoguera planificada por motivos de seguridad.

swissinfo y agencias

Al final del siglo XIX, el 1 de agosto fue proclamado el día de la Fiesta Nacional Suiza pero esa fecha se oficializó en 1994.
La Fiesta Nacional marca la fundación de la Confederación Helvética el 1 de agosto de 1291.
Tres estados alpinos firmaron un tratado en las Praderas del Rütli que los comprometía a actuar juntos para defenderse contra ataques exteriores.
Suiza celebran su Fiesta Nacional con banquetes, discursos, hogueras y fuegos artificiales.

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