Arbitrar: una pasión en femenino
Nicole Petignat, originaria del cantón de Jura y única mujer-árbitro de alto nivel en Suiza, sigue la Eurocopa 2008 con mucho interés.
La autora de ‘La fille qui siffle les garçons’ (La muchacha que silba a los chicos) comenta para swissinfo su pasión por el balón. Entrevista
Esta es la historia de dos gemelas, Nicole y Dominique, apasionadas por el fútbol y que un día deciden tomar el camino del arbitraje para seguir su pasión desde el terreno de juego, en lugar de hacerlo desde la grada. Por otra parte, en 1981 no existía todavía ningún equipo femenino de fútbol en su aldea natal, Alle, cantón de Jura.
Hoy Dominique no pisa ya la hierba de los terrenos de juego. Por el contrario, Nicole ha mantenido intacto su amor por el balón. A fuerza de perseverar ha logrado incluso ganarse la confianza de jugadores y entrenadores de la mejor liga nacional, y la de muchos equipos femeninos a los que arbitra en diferentes competiciones internacionales.
Hoy es lunes y brilla el sol en Delémont. Nicole Petignat abandona durante unos minutos su local de masaje deportivo para hablar con nosotros de fútbol y de la Eurocopa.
swissinfo: ¿Después de todos estos años, qué le impulsa todavía a vestir el uniforme de árbitro y recorrer el país para dirigir partidos a la élite del fútbol suizo?
Nicole Petignat: Francamente, nunca pensé que el arbitraje me llevara tan lejos y que me gustara tanto dirigir partidos de fútbol. Y, a pesar de que de vez en cuando me replanteo esta actividad, no consigo decidirme a dejarlo.
Lo que más me gusta es precisamente lo que los espectadores y telespectadores no pueden ver ni sentir. En un partido de fútbol se liberan energías y emociones muy particulares, como puede suceder en un concierto o en una obra de teatro. Los jugadores actúan sobre un escenario que les pertenece e interpretan unos papeles que van escribiendo minuto a minuto. Nadie dispone de mejor localidad para verlo que el árbitro. Puede incluso oír lo que se dicen los jugadores de un mismo equipo o las palabras que se cruzan entre adversarios.
A veces hablo con los jugadores; para llamarles la atención e incluso para reconocerles un error o que mi decisión no fue la correcta. Es muy interesante ver que en cada equipo se dan, poco más o menos, los mismos papeles: un líder, un provocador y un quejica. A veces me pregunto también por qué un entrenador no realiza tal o cual cambio que, sin embargo, parece evidente.
swissinfo: Sobre un terreno de juego, ¿mantiene siempre el mismo estado de ánimo?
N.P.: No. Me gusta cuando el juego es fluido. Por el contrario, si el partido es entrecortado y resulta imposible prever la trayectoria del balón, todo se vuelve bastante más complicado. Entonces es necesario concentrase a fondo. Un instante de despiste y el partido se te puede ir de las manos. Pero me gustan los días de partido porque siento ‘mariposas’ en el estómago desde que comienza el día; una tensión que va aumentando… aunque se trata de una tensión positiva.
swissinfo: ¿Qué impacto tiene el hecho de ser mujer en su profesión de árbitro?
N.P.: Desde el principio me propuse ser considerada como un árbitro y no como una mujer-árbitro. Sobre el terreno de juego he mantenido siempre una gran distancia con los jugadores. Quiero marcar distancias entre la Sra. Petignat, sobre el terreno de juego, y Nicole y su vida privada. Queda completamente fuera de cuestión el utilizar mi feminidad para que mis decisiones se acepten más fácilmente, con una sonrisa por ejemplo. Como mujer no puedo dejar de pensar en que envío un doble mensaje.
swissinfo: Tomando un poco de distancia de su profesión ¿qué opinión le merece el mundo del fútbol?
N.P.: El fútbol es y debería ser siempre un juego. Lo que ocurre es que los intereses económicos dan una importancia desmesurada a los resultados de los partidos. Como árbitro, debemos no hacer caso de ese aspecto para que no nos afecte.
swissinfo: ¿Y sobre el fútbol femenino en particular?
N.P.: Creo que ha mejorado mucho y que en el futuro será aún mejor. No hay más que ver la diferencia entre la final del Mundial de 1999 y la del último campeonato del mundo en China el año pasado.
La técnica de las jugadoras es notable, pero les falta todavía fuerza y rapidez. Las entradas son cada vez más duras, no hay más que observar el número de tarjetas habidas en la última temporada. El juego es también cada vez más rápido. En Suiza el nivel progresa poco a poco, pero a este deporte le falta, por desgracia, reconocimiento.
swissinfo: ¿Cuál es el mejor recuerdo de su carrera de árbitro?
N.P.: Cada partido es una experiencia distinta. Pero es verdad que dirigir una final de un mundial femenino ante 80.000 espectadores o un partido masculino de la Copa de la UEFA son momentos muy especiales. También influye la dimensión mediática que tenga el encuentro.
Gracias al arbitraje he podido descubrir muchos países, gentes y culturas diferentes. La dimensión de un Mundial, de una Eurocopa o de unos Juegos Olímpicos sobrepasa, de lejos, la simple competición.
swissinfo: ¿Qué hará usted del 7 al 29 de junio próximo?
N.P.: Adoro este deporte y me sumergiré hasta el fondo en la Eurocopa. La UEFA me ha pedido que apoye profesionalmente al realizador de los partidos que se disputarán en Berna y Ginebra para la difusión de las jugadas ‘a cámara lenta’; también voy a hacer de guía para algunos invitados de mi patrocinador.
El resto del tiempo lo pasaré apoyando a nuestra selección. Creo que el equipo nacional puede llegar muy lejos si se muestra mentalmente fuerte. De hecho, todo depende un poco del partido inaugural. Un resultado positivo contra la República Checa y todo será posible.
swissinfo, Mathias Froidevaux, Delémont
(Traducido del francés por José M. Wolff)
Nace el 27 de octubre de 1966. Tiene una hermana gemela y otra hermana menor.
Profesión: dirige un salón de masaje deportivo en Delémont y otro en Watt, cantón de Zúrich.
En 1999 arbitra la final de la Copa del Mundo femenina ante 80.000 espectadores en Pasadena, California (Estados Unidos-China).
Es la primera mujer en Europa que arbitra un partido de primera división en su país (Neuchâtel Xamax-Basilea, en mayo de 1999).
En 2000 Nicole Petignat dirige varios partidos del torneo olímpico femenino en Sydney.
En 2001 arbitra su primer partido de la primera división austriaca (Sturm Graz-Ried).
Dos años después se convierte en la primera mujer que arbitra un partido masculino en un torneo organizado por la UEFA (AIK Estocolmo contra Fylkir).
En 2006 Nicole Petignat publica una autobiografía ‘La fille qui siffle les garçons’ (La muchacha que silba a los chicos), en ediciones Favre/Le Matin.
El año pasado Petignat dirige varios partidos del mundial femenino disputado en China.
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