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Diez tradiciones suizas en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO

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El patrimonio de la UNESCO va más allá de la colección tangible de objetos, arquitectura y paisajes naturales. El Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO son las tradiciones y expresiones vivas heredadas de generación en generación. KEYSTONE/© KEYSTONE / GIAN EHRENZELLER

El canto a la tirolesa o yodel podría ser la próxima tradición suiza en ingresar a la lista del Patrimonio Cultural de la UNESCO. Otras especialidades helvéticas que ya han recibido este reconocimiento incluyen la mitigación de avalanchas y la relojería.

Los Patrimonios Culturales Inmateriales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) son diferentes de los Sitios de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se centran en las tradiciones que se transmiten a lo largo de las generaciones, en lugar de en la conservación de paisajes naturales o arquitectura.

En abril, la Confederación Helvética presentó al Comité de Patrimonio de la UNESCO la costumbre suiza del canto tirolés. Esta música folclórica tradicional puede alternar entre el canto de versos y un “canto tirolés natural”, que consiste en entonar melodías en lugar de letras.

Cuando la Oficina Federal de Cultura presentó el arte tradicional del yodel al comité de la UNESCO, las autoridades suizas también propusieron medidas concretas para desarrollar dicha herencia, como la formación y la educación para apoyar a los aspirantes a músicos y para conectar mejor a la comunidad de yodel en toda Suiza.

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Agricultores suizos cantan juntos mientras lucen sus trajes tradicionales. KEYSTONE/KEYSTONE/EDDY RISCH

Desde 2009, la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes de Lucerna ofrece la posibilidad de obtener el título de grado en yodel. Esta institución de educación superior brinda esta especialidad como parte de la carrera de música folklórica.

Aunque el yodel podría añadirse pronto a la lista de Patrimonios Culturales Inmateriales de la UNESCO, la Confederación ya tiene reconocidos diez elementos de este tipo, el primero de los cuales fue presentado y aprobado por el organismo de la ONU en 2016.

SWI swissinfo.ch analiza otros patrimonios culturales inmateriales suizos.

Un festival por cada generación

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Un millón de personas visitaron la ciudad de Vevey durante las tres semanas que duró el festival. KEYSTONE

La Fiesta de los Viticultores es el primer patrimonio inmaterial de Suiza incluido en el listado de la UNESCO en 2016. Este evento rinde homenaje a los conocimientos de los productores de vino de los viñedos de Lavaux y de la región de Chablais en el cantón de Vaud, ambos declarados Sitios de Patrimonio Mundial en 2007.

Este festival tiene lugar en Vevey y se celebra “una vez por generación” en intervalos irregulares de entre 14 y 28 años. El primer festivalEnlace externo se realizó en 1797 y fue la primera ceremonia pública de entrega de premios para galardonar a los mejores viticultores de la región. La fecha de celebración del festival la decide la organización sin fines de lucro Hermandad de Viticultores de Vevey.Enlace externo

El último festival tuvo lugar en 2019 y durante las tres semanas que duró la celebración, un millón de personas visitaron la ciudad a orillas del lago. Se vendieron 355.000 entradas en total, mientras que el recinto al aire libre que albergó el evento fue el más grande jamás construido en el centro de una ciudad suiza, con 20.000 asientos y cinco escenarios.

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Un moderno estadio con 20.000 asientos fue construido especialmente para el espectáculo de dos horas que ofreció Daniele Finzi Pasca, director de las ceremonias olímpicas de Sochi y Turín. KEYSTONE/© KEYSTONE / JEAN-CHRISTOPHE BOTT

El espectáculo principal fue una presentación de dos horas en el predio junto al lago de Ginebra. En 2019, el evento contó con 5.500 actores y actrices, 900 cantantes, 240 músicos y 6.000 trajes que fueron confeccionados en Italia.

Si bien muchos de los festivales del pasado tuvieron una fuerte influencia religiosa, las festividades modernas se han “convertido en una celebración secular del trabajo humano y la fertilidad de la naturaleza, basándose en alegorías paganas y en trajes y simbolismos judeocristianos”, según consideró la Hermandad de Viticultores.

Al día de hoy, todavía no se ha anunciado cuándo tendrá lugar el próximo festival.

El carnaval de Basilea

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Un “carnavalero” lanza confeti a la multitud en el cantón de Basilea, Suiza, el 19 de febrero de 2024. KEYSTONE/© KEYSTONE / GEORGIOS KEFALAS

El Carnaval, o Fasnacht, como se lo conoce en suizo-alemán, es un raro ejemplo de una celebración protestante. La temporada de eventos consiste en música estridente, disfraces coloridos y sátira, todo ello profundamente arraigado en las tradiciones. En 2017 fue el segundo elemento suizo aceptado como Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.

El primer carnaval del que se tiene constancia se celebró en Basilea en 1418. Los festejos comienzan a las 4 de la madrugada del lunes siguiente al Miércoles de Ceniza y duran 72 horas.

El desfile de carnaval es conocido por sus comentarios sociales y políticos, que suelen burlarse de los errores o “meteduras de pata” públicas ocurridas el año anterior. El espectáculo está formado por “camarillas” o grupos que coordinan disfraces y carrozas de carnaval. La UNESCO considera que el carnaval de Basilea “contribuye a la cohesión social, promueve la tolerancia a través de la crítica social y ayuda a salvaguardar el dialecto local”.

En 2024, el Fasnacht de Basilea atrajo a más de 200.000 visitantes. El cambio climático, la inteligencia artificial, el 150 aniversario del Zoológico de Basilea, la película de Barbie, las guerras en curso en todo el mundo, la absorción de Credit Suisse por parte de UBS y la inflación fueron los temas más populares entre los grupos de interés.

Técnicas tradicionales

Cuando pensamos en tradiciones culturales, pensamos en eventos, gastronomía, música y arte, pero ¿qué pasa con las técnicas y métodos tradicionales?

En 2018, dos técnicas culturales fueron aceptadas en la lista de la UNESCO: la gestión del riesgo de avalanchas y el arte de la construcción de muros de piedra seca.

Suiza y Austria han obtenido el estatus de Patrimonio Mundial del organismo por sus métodos tradicionales de gestión de aludes.

En 1951, varias avalanchas provocaron la muerte de casi un centenar de personas, lo que marcó el comienzo de la mitigación de avalanchas en Suiza.

Suiza viene implementado estrategias especializadas para reducir los riesgos de avalanchas: desde el adiestramiento de perros de rescate, el análisis de los mantos de nieve, la documentación meticulosa de avalanchas, la capacitación de guías de montaña y la transmisión de este conocimiento a lo largo de las generaciones.

Cada año, desde el 1 de noviembre al 30 de abril, una red de observadores de aludes se despliega cada mañana alrededor de las 6 para comprobar si hay presencia de nieve fresca y recopilar datos. Estos expertos elaboran un “perfil de nieve” para examinar una sección transversal del manto nivoso. Los datos recogidos se envían al Instituto de Investigación de la Nieve y las Avalanchas (SLF)Enlace externo con sede en Davos, donde se procesan para generar previsiones y modelos detallados. Cada dos semanas, se realizan perfiles de nieve adicionales para evaluar los cambios en el manto nivoso durante el invierno y detectar posibles capas débiles.

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Avalanche observers learn how to check the profile of the snowpack

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Suiza, experta en la predicción de avalanchas

Este contenido fue publicado en ¿Qué sucede cuando la nieve fresca hace contacto con el piso?, pregunta a sus alumnos Gian Darms, del Instituto de Investigación de la Nieve y las Avalanchas (SLF) con sede en Davos. Sus rodillas están apoyadas en el suelo mientras mira con fijeza a sus observadores. A lo lejos, se escucha el chirriar de los…

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La Oficina Federal de Cultura destaca que a lo largo de las generaciones se ha transmitido un “amplio e informal acervo de conocimientos” sobre las avalanchas, subrayando en su candidatura al patrimonio inmaterial de la UNESCO, que “este saber tradicional se desarrolla constantemente, en la medida en que los conocimientos históricos se combinan con las tecnologías más modernas”.

La segunda técnica incluida en la lista de la UNESCO es el arte de construir muros de piedra en seco. Esta técnica de construcción consiste en apilar piedras unas sobre otras sin emplear mortero, cemento ni adhesivos, salvo, en ocasiones, tierra seca. Este procedimiento se utiliza tanto en la construcción de espacios habitables como en la prevención de corrimientos de tierra, inundaciones y avalanchas.

Organizaciones y constructores siguen haciendo campaña y preservando este método tradicional de realización de muros, transmitiendo la práctica a la industria. “Las estructuras de piedra seca se realizan siempre en perfecta armonía con el entorno y la técnica ejemplifica una relación armoniosa entre el ser humano y la naturaleza”, considera la UNESCO.

Elevación física y espiritual

Suiza es conocida por sus impresionantes paisajes de montaña, por lo que no sorprende que el alpinismo, el arte de escalar cumbres y elevaciones, también haya sido incluido en la lista del patrimonio inmaterial de la UNESCO en 2019.

Sin embargo, el alpinismo no sólo abarca la práctica física de escalar paredes de macizos, sino que también implica conocer el entorno de alta montaña, la historia de esta disciplina y los valores que los escaladores llevan consigo. Entre estos valores se encuentra el compromiso de “no dejar huella”. Una parte esencial de la mentalidad alpinista es el sentido de equipo y de comunidad, que se representa mediante la cuerda que une a los alpinistas entre sí, apunta la Oficina Federal Suiza de Cultura.

Mientras los alpinistas escalan cumbres, en Mendrisio, en el cantón del Tesino, las procesiones de Semana Santa acercan a los creyentes a Dios.

El segundo elemento inmaterial suizo añadido a la lista de la UNESCO en 2019 es la Procesión de Semana Santa que se celebra en Mendrisio la tarde del Jueves Santo y el Viernes Santo. Durante la procesión, las luces de la ciudad se apagan y las calles brillan con la luz de pinturas translúcidas que se montan sobre marcos de madera y se iluminan desde el interior.

El Jueves Santo la procesión incluye trompetas y tambores, mientras que la del Viernes Santo es profundamente espiritual y sombría, actualmente con menos de 600 personas caracterizadas para recrear el Vía Crucis. 

Esta tradición de 400 años de antigüedad es venerada por su escenografía y artesanía local, y la comunidad cantonal de Mendrisio ha manifestado su compromiso permanente de fomentar la tradición, promover la participación de la comunidad y preservar su historia.

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Durante la procesión, las luces de la ciudad se apagan y las calles se iluminan con la luz procedente de pinturas translúcidas montadas en marcos de madera y se iluminan desde el interior. KEYSTONE/© Ti-Press

Artesanía suiza

Podría decirse que uno de los mayores atractivos de Suiza, la relojería, no fue añadido a la lista de la UNESCO hasta 2020.

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La relojería ha moldeado la realidad social de la Confederación, transmitiendo muchos de los valores culturales suizos, como la buena mano de obra, la paciencia y, por supuesto, la puntualidad. KEYSTONE

La relojería ha sido históricamente una actividad familiar y la práctica se ha transmitido de generación en generación. “En la encrucijada de la ciencia, el arte y la tecnología, las habilidades relacionadas con la artesanía de la relojería mecánica y la mecánica artística se utilizan para crear objetos de relojería”, escribe la UNESCO.

Cuando Suiza presentó la candidatura para incluir la relojería como patrimonio cultural inmaterial, se presentaron medidas para salvaguardar esta tradición, entre ellas, documentación, formación y comunicación para concienciar y destacar el valor tradicional de la relojería suiza.

La relojería no solo ha moldeado el panorama económico de Suiza, sino que también ha moldeado su realidad social, transmitiendo muchos de los valores culturales del país, como el buen trabajo manual, la paciencia y, por supuesto, la puntualidad.

Aunque el arte de los talleres de construcción, o «Bauhüttenwesen», surgió por primera vez en la Edad Media, no fue incluido en la lista de la UNESCO hasta 2020. Estos talleres de construcción se formaron cuando los artesanos que construían catedrales europeas se organizaron en grupos que abarcaban las diversas áreas de especialización necesarias para edificar una iglesiaEnlace externo.

Hoy en día, esa red de talleres se refiere a organizaciones o grupos que se reúnen para construir o restaurar edificios tradicionales, como iglesias o monumentos.

Estos talleres salvaguardan las costumbres y técnicas tradicionales de las distintas profesiones, y estos conocimientos se transmiten de generación en generación y a través de las fronteras. La UNESCO reconoce a estas redes de talleres la promoción del patrimonio vivo mediante la difusión de información y la comunicación activa con políticos, iglesias, conservacionistas e investigadores. Bauhüttenwesen fue seleccionado por dicho organismo en el marco de las “buenas prácticas de salvaguardia” y se presenta como un modelo para todo tipo de edificios que necesitan mantenimiento.

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El cantero Ramon Keller restaura la placa de piedra de un epitafio en el taller de renovación de la capilla de María Magdalena del claustro de la catedral de Basilea. KEYSTONE

Tradiciones agrícolas suizas

Entre mayo y junio, los espectadores observan cómo los granjeros, vestidos con trajes tradicionales suizos, conducen a las vacas adornadas con coronas de flores hasta la montaña. Esta temporada de pastoreo alpino es una tradición que ocupa un lugar destacado en gran parte de la literatura y el arte suizos.

En la tradicional ascensión a los pastos más altos participan no sólo las vacas, sino también las ovejas y las cabras. Se dice que el aire alpino, la hierba y el agua son factores que contribuyen a que el queso suizo sea famoso en todo el mundo.

Esta curiosa costumbre, llamada “Alpaufzug” y que consiste en la conducción ceremonial del ganado hacia los Alpes, hace algo más que ayudar a la industria quesera suiza: combina habilidades y rituales, preservando los paisajes naturales y creando conexiones económicas y sociales entre los granjeros y la comunidad, al tiempo que se transmiten dentro de las familias y entre los trabajadores temporales. En 2023 el “Ascenso Alpino” se convirtió en el primer elemento helvético del año que se sumaba al Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.

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El “Alpaufzug”, la tradición de llevar ganado a la montaña para pastar en las tierras altas. KEYSTONE

El segundo legado del patrimonio inmaterial que fue inscrito en la lista de la UNESCO ese año fue la técnica tradicional de irrigación conocida en Suiza como «bisses». Los bisses son canales de riego ancestrales construidos hace varios siglos para llevar el agua de los glaciares a las tierras cultivadas.

Este sistema de riego utiliza la gravedad y construcciones hechas a mano para distribuir el agua, valiéndose de un profundo conocimiento del paisaje natural y de las condiciones meteorológicas. Las técnicas empleadas en los bisses requieren un vocabulario específico y conocimientos sobre el ciclo lunar, el flujo del agua y aspectos esenciales.

Históricamente, la construcción de un bisse era un esfuerzo comunitario. El tiempo que cada individuo debía dedicar a ayudar en la construcción de un bisse se calculaba según la cantidad de tierra de cultivo que utilizaba. Sin embargo, la tarea era extensa y a menudo peligrosa, y solo se usaban cuerdas para asegurar las planchas de madera para riego en las montañas por encima de los constructores.

La mayoría de las bisses tienen entre cinco y diez kilómetros de longitud. La bisse de Saxon es la más largaEnlace externo, con 28 kilómetros. Uno de los ríos más conocidos de Suiza es el Bisse du Levron, en el valle de Bagnes, en el cantón del Valais. El sistema desvía el agua de la montaña hasta el pueblo de Levron, a 25 kilómetros de distancia, y lleva haciéndolo más de 500 años.

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Este sistema de riego utiliza la gravedad y construcciones artesanales para distribuir el agua, aprovechando un profundo conocimiento del paisaje natural y de las condiciones climáticas. KEYSTONE

Texto adaptado por Norma Domínguez / Carla Wolff

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