Iniciativas contra la discriminación de personas mayores

Tener más de 50 años no significa ser incapaz de continuar una formación. Sin embargo, muchos empleadores están convencidos de ello. Este es uno de los muchos prejuicios que prevalecen en la sociedad y que una iniciativa busca combatir. Christof Schuerpf/Keystone

A menudo víctimas de desigualdades y prejuicios, las personas mayores contraatacan en Suiza con dos iniciativas ciudadanas. Una exige la prohibición de la discriminación por motivos de edad y la otra reivindica el derecho de todas las personas mayores a medidas de apoyo para su vida diaria.

En el artículo constitucional sobre igualdadEnlace externo, la edad es mencionada explícitamente como uno de los criterios por los que nadie en Suiza puede ser discriminado. En la práctica, sin embargo, este principio es letra muerta, ya que no existen disposiciones de aplicación ni sanciones.

Recomendaciones de la OCDE

En un informe de 2014Enlace externo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) subrayaba que “Suiza debería adoptar una legislación o directrices contra la discriminación por motivos de edad”, como sucede en la mayoría de los países de esa entidad.

La OCDE examinó la situación de las personas de 55 años o más en el mercado laboral suizo y formuló recomendaciones para una estrategia global tendiente a acompañar el envejecimiento de la población. La OCDE constató que los trabajadores de más edad se ven muy afectados por el «edadismo» Enlace externo, es decir, los estereotipos, los prejuicios y la discriminación debido a su edad.

Generalizado y dañino, pero socialmente tolerado

Ese fenómeno no afecta solamente al mercado laboral. Está presente en todos los ámbitos y puede afectar a otros grupos de edad. Aunque no hay estadísticas sobre el tema, las encuestas internacionales han mostrado que las personas mayores se ven particularmente afectadas.

La Organización Mundial de la Salud (OMSEnlace externo) describe el “edadismo” como una “práctica generalizada e insidiosa que tiene efectos perjudiciales para la salud de las personas mayores”, marginándolas y excluyéndolas de la sociedad. Está en todas partes, señala la OMS, pero no se toman medidas para combatirla, a diferencia del racismo o el sexismo.

Contraataque democrático

En la vanguardia de quienes han decidido tomar el camino de la democracia directa para actuar contra el “edadismo” se encuentren, evidentemente, las organizaciones que representan los intereses de las personas mayores. Junto con otras asociaciones y sindicatos, han creado la Alianza contra la Discriminación por EdadEnlace externo para lanzar una iniciativa ciudadana en la que se pide la prohibición de la discriminación por motivos de edad, una serie de medidas para eliminarla y el derecho a una compensación adecuada en caso de violación de esa prohibición.

La Alianza preparó un proyecto de texto para lanzar la iniciativa, pero por el momento se niega a proporcionar información sobre la fecha de inicio de la recogida de firmas y la composición del comité de la iniciativa. “Le informaremos cuando llegue el momento”, respondió a swissinfo.ch, y agregó que “el problema es complejo y no solamente afecta a las personas mayores”.

Sin embargo, parece que el lanzamiento es inminente y es posible que el tema entre en juego a mediados de la campaña electoral federal de octubre.

Igualdad de trato para las personas mayores

Por otra parte, otra red de asociaciones prepara una iniciativa cuyo título provisorio es “Envejecer bien. Buena y larga vida para todos”.Enlace externo

En particular, estipula: “La Confederación y los cantones se comprometen a que todos y cada uno reciban, hasta el final de su vida, cuidados, asistencia y apoyo para los actos de la vida cotidiana de acuerdo con su situación personal. Estos servicios son de alta calidad, coordinados, integrados y preventivos”.

Esta «Red Envejecer bien» Enlace externoes apoyada por un gran número de personas que son o han sido activas en la política, la salud y los asuntos sociales. El proyecto de iniciativa es objeto de amplias consultas. Se espera que la recogida de firmas comience en la primavera del próximo año.

Traducido del francés por Marcela Águila Rubín