El aporte de los extranjeros en Suiza
¿Qué sería del fútbol, la economía, la política y la ciencia en Suiza sin los extranjeros? Un breve análisis antes de la votación de la ley de la nacionalidad del próximo 26 de septiembre.
Los opositores denuncian la venta en saldos del pasaporte suizo, pero la vida cotidiana la hacen los que sa naturalizaron suizos.
Cuando el equipo nacional de fútbol sale a la cancha, las tribunas del estadio se llenan de hinchas que festejan. Con camisetas alusivas, gorros y banderas alientan al equipo. Es una de las manifestaciones más explicitas de amor patrio.
Entre los jugadores que defienden los colores helvéticos destacan Bernt Haas, Johann Vogel, Stéphane Henchoz, pero también Hakan Yakin, Milaim Rama, Fabio Celestini, Ricardo Cabanas; como lo fueron años antes Ciriaco Sforza o Kubilai Turkylmaz.
El nombre de estos jugadores conlleva orígenes que de suizo tienen poco. Sin embargo nacieron y crecieron en Suiza. Están orgullosos de poseer el pasaporte suizo y contribuyen al éxito del deporte nacional.
El fútbol es en efecto uno de los campos donde los inmigrantes sobresalen. Pero también sucede lo mismo entre bastidores. Gigi Oeri, mujer en un bastión de hombres, es la vicepresidenta del Club Basilea, el único equipo en haber participado con éxito en los torneos europeos. De origen alemán, la señora Oeri heredó un imperio económico relacionado con la industria química helvética en 1978.
Un privilegio que se merece…
Conseguir el pasaporte suizo no es fácil “La ciudadanía suiza implica derechos y obligaciones mucho más importantes que en otros países”, afirma por ejemplo, el ministro de Justicia Cristoph Blocher.
Blocher que representa a la Unión Democrática de Centro (UDC), partido de la derecha dura, es uno de los más escépticos. La UDC estima que la reforma de ley es una venta con rebaja de un privilegio que se merece.
De hecho, la actual ley en vigor es una de las más estrictas en Europa. Y sin embargo hay veces en que hay que armarse de paciencia para sortear esos obstáculos.
Un ejemplo: el campeón de gimnasia que logró una medalla olímpica en Atlanta se llama Dong-Hua Li. Este deportista chino, tras su matrimonio con una ciudadana suiza, debió esperar 5 años para obtener el pasaporte que le permitió vestir la camiseta helvética.
Martina Hingis, tenista que logró una consagración internacional es hija de inmigrantes eslovacos. También ella consiguió el pasaporte cumpliendo con los plazos.
Es decir, quién dispone de la ventaja de escoger tiene la vida más fácil. Los ejemplos también existen en otros campos fuera del deporte.
El olor del dinero
Cuando se es bello y exitoso las puertas se abren más fácilmente. El actor francés Alain Delon adquirió recientemente la nacionalidad suiza. También el director del gigante de la industria biotecnológica Ernesto Bertarelli solicitó la ciudadanía helvética. A cambio, el millonario industrial convirtió a Suiza, con el velero Alinghi, en el campeón de la Copa América.
Chocolate y café es también un tema para Klaus Jacobs. Heredero de una firma alemana, se instaló en Suiza en 1972 ampliando su negocio en otros campos. Con 68 años, Jakobs, tras vender sus empresas, se jubiló. También posee la nacionalidad desde hace 20 años.
Más atrás en el tiempo encontramos al señor Henri Nestlé. El entonces farmacéutico llegó a Suiza desde Frankfurt en 1883. Este inmigrante daría al país la industria alimentaria helvética más importante del mundo.
El inolvidable escritor Hermann Hesse era alemán. Se radicó en el cantón Tesino, desde donde hizo partícipe a Suiza de su premio Nobel de Literatura. Análogo destino el de Albert Einstein,quien trabajó en la Oficina Feeral de Patentes y después en la Alta Escuela Federal Politécnica de Zúrich, antes de radidicarse en Estados Unidos.
La fuerza de la creatividad
También el circo nacional Knie, una de las glorias del artse circense del país es de origen austriaco, así como lo es el creador del mejor calzado helvético, Ulrich Bally, originario de Austria.
Y en otro campo, el de la relojería, el inventor del Swatch, que hizo la fusión del plástico con la calidad de la relojería helvética, era de origen libanés.
Con la futura nueva ley de la nacionalidad, que se vota este 26 de septiembre, también los hijos de los anónimos albañiles italianos y de camareras serbias deberían beneficiarse de reglas más fáciles para naturalizarse.
Al pueblo suizo le corresponde entonces la tarea de reconocer la contribución menos vistosa, pero también importante a la construcción del país.
swissinfo, Daniele Papacella
(Traducción y adaptación: Alberto Dufey)
Numerosos son los inmigrantes que hoy día son suizos famosos y destacan en diferentes campos.
La identidad de Suiza se define también con el aporte de la inmigración. Los ejemplos de personajes destacados son muchos, pero también aquellos anónimos.
La ley elaborada por el Parlamento unifica la ley federal y entrega nuevas normas para la naturalización de los inmigrantes. El pueblo decidirá si concede la nacionalidad a los hijos de la segunda y tercera generación de inmigrantes.
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