El Infiernito parece alejarse de Sperisen

Erwin Sperisen abandona la sala donde son las audiciones esta semana, en el Palacio de Justicia del cantón suizo de Ginebra. © KEYSTONE / SALVATORE DI NOLFI

Segundo día del proceso en segunda instancia contra Erwin Sperisen en Ginebra. Tocó a dos exinvestigadores de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (CICIG) asistir como testigos ante la Corte de Apelaciones Se les cuestionó sobre aspectos puntuales de las pruebas acusatorias.

Los debates en los tribunales solo se concentran en el camino, estrecho y definido, que ha dejado trazado el fallo del Tribunal Federal (TF) sobre el caso que devolvió al cantón de Ginebra para la revisión del procedimiento.

Esto, porque la máxima instancia judicial helvética aceptó parcialmente un recurso de Sperisen contra el proceso en apelación en Ginebra que lo condenó a la reclusión de por vida para pagar su responsabilidad en diez asesinatos durante su actuar al frente de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala (2004-2007).

¿Indicios o pruebas sólidas?

La Corte de Apelaciones ginebrina (segunda instancia cantonal) deberá, si lo quiere, tener, sí, la convicción de inculpar a Sperisen, pero sobre el fundamento de elementos suficientes, como lo pidió el TF.

Reiteramos este punto, para entender lo ocurrido hoy en tribunales: dos exempleados de la CICIG, ambos españoles, acudieron como testigos frente al juzgado, y trataron de explicar lo poco que sabían… y recordaban, de los dos casos en los que se relaciona la responsabilidad de Erwin Sperisen con ejecuciones extrajudiciales en el país centroamericano.

Ninguno de los dos clarificó, sumó o agregó detalles de peso en contra del acusado. Y aunque el expediente de cerca de 50 carpetas de información contiene pruebas avaladas incluso por el propio Tribunal Federal para sostener la acusación, hay ciertas inconsistencias. Hoy un detalle no escapó a ojos de nadie:  

Vagas respuestas de uno de los exinvestigadores parecieran alejar a Sperisen de su supuesta dirección en las ejecuciones extrajudiciales de los reos en fuga de El Infiernito. Esto, debido a que una prueba determinante de su responsabilidad – una llamada telefónica que lo compromete como director de orquesta de ese operativo para matar a los prófugos – tambalea tras el testimonio de uno de los expertos llamados hoy a audicionar que, simplemente, ya no recuerda con precisión dónde vio ese registro. 

Vielmann, Pavón, la droga y sus siete muertos

Al exministro del Interior de Guatemala, es decir, el otrora jefe directo de Sperisen hoy le sonaron los oídos, porque su responsabilidad quedó ampliamente comprometida, junto con la de subalterno sobre la muerte de los siete reos en Pavón en 2006, y no solamente. 

El experto español citado hoy para hablar sobre sus entrevistas en el marco de sus tareas en la CICIG, que trabaja en apoyo al Ministerio Público guatemalteco, recordó que el colombiano Jorge Batres, uno de los siete asesinados, si no hubiera sido una de las víctimas de la ejecución extrajudicial, habría salido en 6 semanas de prisión. En Guatemala corrió el fuerte rumor de que se trató de una estrategia para quitarle el control a Batres de la distribución de drogas y los beneficios que este narcotráfico en el paso de la droga a México significaba (y significa). Incluso hoy la prensa guatemaltecaEnlace externo habla de este tema, de nuevo de actualidad por el proceso en Suiza.

Este miércoles por la tarde, toca el turno al procurador Yves Bertossa de defender su tesis sobre la implicación del ciudadano suizo-guatemalteco en las ejecuciones extrajudiciales que se realizaron en 2005 (El Infiernito) y 2006 (Pavón). El jueves es el día programado para que la defensa de Sperisen se dirija a la corte.

Más detalles sobre el caso, en este artículo:

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