Desde la posguerra hasta el año 2002, cientos de miles de italianos llegaron a Suiza como trabajadores estacionales viéndose obligados a veces a vivir en condiciones inhumanas. Una exposición de fotos en San Gall refleja la vida diaria de estos inmigrantes, que hoy representan aún la principal colonia extranjera en Suiza.
Después de la Segunda Guerra Mundial, en pleno auge económico, Suiza tiene que hacer frente a la penuria de mano de obra. El país decide recurrir a trabajadores extranjeros y en 1948 firma un acuerdo de reclutamiento con Italia. El objetivo de la Confederación es claro: aumentar la mano de obra, pero evitando que estas personas se establezcan de forma permanente en suelo helvético.
La migración se regula de forma estricta: los trabajadores estacionales pueden quedarse durante un máximo de nueve meses y no tienen derecho a la seguridad social ni a la reagrupación familiar. Obligados a vivir en barracas improvisadas, los obreros italianos –a los que poco después se suman los españoles y portugueses– se ven a menudo confinados al margen de la sociedad.
Sin embargo, la creciente afluencia de mano de obra extranjera, que es indispensable para la economía, genera reacciones de intolerancia en la población suiza, que desembocan en varias iniciativas antiinmigración en los años 1960 y 1970. En el punto de mira están, sobre todo, los italianos, entre otras cosas porque constituyen la mayor comunidad extranjera en Suiza. En 1950 son cerca de 140 000. Veinte años después, su número asciende a 600 000.
La fuerte presencia de italianos da origen a numerosas escuelas, círculos y asociaciones comunitarias de diversa índole. Con los años muchos inmigrantes regresan a su patria. Muchos, sin embargo, deciden quedarse en Suiza. Hoy, son más de 300 000 y representan la primera colonia de extranjeros en el país. Si quienes emigraban entonces eran sobre todo obreros, hoy son gente diplomada que busca un futuro mejor en Suiza.
El Museo de Historia y Etnografía de San GallEnlace externo propone descubrir el día a día de los temporeros italianos, en una muestra fotográfica organizada por la asociación ‘Ricordi e stima’Enlace externo. Son imágenes que captó el periodista de la Radiotelevisión Suiza (RSI), Raniero Fratini, entre los años 1970 y 1980 en el cantón de San Gall.
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