¿Fútbol de altura en la altura?
Un breve partido jugado por personalidades al pie del monte Jungfraujoch (3.454 m) para promover la Eurocopa 2008 en Suiza y Austria permite –salvando distancias-, afirmar que es posible.
Profesionalmente es otra cosa, pero no hay puertas infranqueables si existe voluntad política y el propósito de unir a los pueblos, sostienen directivos de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.
«Yo nací entre las montañas. Mi pueblo en Suiza está frente a los cerros más altos de Europa. Por eso la altura no me da miedo» dijo hace siete años el presidente de la FIFA Joseph Blatter en La Paz. Sus palabras quedaron en una placa metálica pegada en el Estadio Nacional.
Hoy, cuando pesa sobre ese escenario una disposición que le excluiría de las eliminatorias para la Copa del Mundo de 2010 en Sudáfrica, los aficionados se preguntan si el máximo directivo del balompié mundial pronunció esas palabras sólo por cortesía.
Lo cierto es que el veto de la FIFA a estadios situados por encima de los 2.500 metros de altitud, emitido el 27 de mayo pasado, vuelve a despertar reflexiones científicas y a agitar emociones.
Movilización general
Una reciente reunión internacional de alcaldes, prefectos, gobernadores, ministros, dirigentes deportivos y diplomáticos reiteró su intención de defender el derecho a la universalidad del deporte, sin discriminaciones.
«Reflexione Sr. Blatter», declaró a swissinfo el ministro de la Presidencia de Bolivia Juan Ramón Quintana al tiempo de pedir la solidaridad del pueblo suizo para revertir el veto y «poder seguir jugando al fútbol en la altura, hoy y siempre».
El ministro de Deportes de Ecuador, Raúl Carrión manifestó a su vez que sólo cinco días antes de la medida, el 22 de mayo, conversó con Blatter y nada presagiaba esa determinación «poco sabia».
«Los peruanos invocan la rectificación de la medida porque no creen que Brasil o Argentina hayan sido los causantes de tan drástica determinación», sostuvo a su turno Arturo Godmann, presidente del Instituto Nacional de Deportes de Perú.
Cabe destacar que el propio presidente boliviano Evo Morales acelera una campaña destinada a lograr la derogación del veto de la FIFA. Una forma de hacerlo es jugando en sitios por encima de los 5.000 metros sobre el nivel del mar.
Desde el punto de vista médico…
El investigador suizo Urs Scherrer estudia desde hace muchos años los efectos de la ‘altura’ en las personas. En esa condición no duda al señalar que desde el punto de vista estrictamente médico «es inevitable que las prestaciones (rendimiento) del equipo visitante bajen en esta altitud» .
No obstante, considera necesario seguir haciendo estudios científicos, porque si bien no se han presentado casos graves de jugadores afectados, mucho menos muerte alguna, «no sabemos casi nada sobre lo que pasa durante un partido de fútbol de alto nivel a esta altura».
Tratándose de partidos de calificación internacionales no existen por el momento respuestas médicas para mejorar o acelerar la aclimatación necesaria de entre 10 a 15 días.
Los medicamentos contra las afecciones por la altitud no pueden ser prescritos «porque es parte de doping que no está permitido», sentencia el reconocido especialista en medicina de la altura al tiempo de insistir en que «la sola medida eficaz es la aclimatación».
Sin embargo añade que si consideramos por ejemplo que muchos jugadores brasileños o argentinos militan en clubes europeos, no siempre tienen el tiempo suficiente para hacerlo.
En cambio el Dr. Enrique Vargas, jefe del Instituto Boliviano de la Altura, anota que tras seguir de cerca una serie de pruebas y competencias deportivas en el país andino no se ha establecido ni una sola amenaza a la salud de los deportistas.
«Hemos tenido la ocasión de asistir a atletas de élite que llegaron a Bolivia a efectuar esfuerzos considerables y no han manifestado alteraciones de ninguna naturaleza. Ellos han seguido direcciones técnicas y médicas de acuerdo a las reglas de preparación física para rendir en la altura», precisa.
El Instituto Boliviano de Biología de la Altura colabora e intercambia experiencias con el equipo investigador presidido por el profesor suizo Urs Scherrer.
«Los médicos suizos están trabajando para establecer en qué grado la hipertensión arterial pulmonar o los antioxidantes u otros elementos nuevos de medicina actúan sobre la aclimatación de los que recién llegan y de los problemas que tenemos aquellos que vivimos durante toda nuestra vida aquí, por eso podemos aseverar que la altura no es dañina», añade el Dr. Vargas.
La autoridad médica aseguró que científicamente no está comprobado que jugar en la altura dañe la salud de los deportistas.
Los niños y los jóvenes son los más afectados
El ex jugador argentino nacionalizado boliviano Ricardo Fontana sostuvo que la altura no es un problema para jugar al fútbol.
Recordó que a los dos días de su llegada a Bolivia, en 1970, ya estaba jugando al fútbol y no sintió ninguna afección. Entonces tenía 18 años.
Fontana puso énfasis en que miles de jóvenes y niños de escasos recursos económicos tienen por única diversión y pasión el fútbol, y que si se margina a sus equipos o a su selección nacional de torneos regionales o mundiales, se les priva de la ilusión y el ejemplo.
La mirada está puesta ahora en la Confederación Sudamericana de Fútbol que el 14 y 15 se reúne en Asunción, Paraguay. Todo hace presumir que adoptará una actitud unitaria para pedir a la FIFA –en su reunión de fines de junio-, la derogatoria del veto dictado contra los escenarios deportivos de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia.
swissinfo. La Paz, Félix Espinoza R.
«Por razones médicas y para proteger la salud de los jugadores, el Ejecutivo resolvió que, en el futuro, no se deberá disputar partidos internacionales a una altura superior a los 2.500 m.s.n.m.», reza el comunicado emitido por la FIFA el 27 de mayo.
Sin embargo, tras evaluar en 1995 los 2.748 partidos jugados en La Paz (3.457 m) desde 1977, un estudio médico científico no estableció contundentemente que la altura dañe la salud de los jugadores. La FIFA decidió entonces no imponer veto.
La decisión actual perjudicaría, además de La Paz, a escenarios como Bogotá, Colombia (2.640m); Quito, Ecuador (2.850 m); Calama, Chile (2.600 m) y Toluca, México.
En los países afectados por la medida saldrían perjudicados 52 clubes profesionales: 12 en Bolivia, 12 en Perú, 18 en Colombia y 10 en Ecuador.
La Comisión Médica de la Confederación Sudamericana de Fútbol se reúne este 14 de junio, y el 15 lo hará el pleno en Asunción, Paraguay.
La moción que surja de ese encuentro será elevado a la FIFA a fines de junio.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) nació en 1904 y está integrada por 208 asociaciones.
En el mundo 265 millones de personas practican fútbol.
En Bolivia lo hacen 578.000 niños, jóvenes y niños. Muchos de ellos forman parte de los 897 clubes existentes.
El científico suizo Urs Scherrer -profesor asociado en el Centro Hospitalario Universitario de Vaud, en Lausana- estudia desde hace muchos tiempo los efectos de la altitud en las personas.
A su juicio, la única forma de resolver el problema de la ‘altura’ para encuentros de alto nivel es, por ahora, la aclimatación. Su equipo de investigación colabora con el Instituto Boliviano de Biología de la Altura.
El problema actual, deportivo y político, podría dar lugar a ciertos ajustes en el sistema de competencias; de manera que el fútbol -además de ser una enorme fuente de ingresos- conserve su papel de nexo social y cultural entre los pueblos.
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