Grandeza y decadencia de una comisión
La Comisión de los Derechos Humanos se reúne por última vez este lunes en Ginebra. Su mandato es garantizar la transición del nuevo órgano que le sustituirá.
Mirada a los fracasos, pero también a los logros de la más antigua de las comisiones de la ONU, en la que Suiza ha desarrollado su política internacional en defensa de la integridad humana.
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU (CDH) ha suspendido por segunda vez los trababjos de la 62ª y última sesión anual en Ginebra. La misma será reanudada el lunes 27 de marzo por un tiempo indeterminado.
A juicio del presidente de la CDH, el embajador peruano Manuel Rodriguez Cuadros, se quiere permitir al Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC)- que debe reunirse esta semana en Nueva York-, definir el modo (orden del día, duración) de transferencia del CDH al nuevo Consejo de Derechos Humanos.
Luego de que Naciones Unidas adoptara la resolución para fundar el Consejo de Derechos Humanos el 15 de marzo pasado, sólo falta que su predecesora liquide sus tareas pendientes.
En la sexagésima segunda y última sesión de la Comisión de los Derechos Humanos ya no tiene legitimidad para intervenir en los expedientes que tenía a su cargo, según indica Louise Arbour.
La alta comisionada para los Derechos Humanos quiere que durante la última sesión de la Comisión se evite cualquier intervención que pudiese afectar al futuro Consejo.
Acto de sabotaje
La canadiense explica que todas las decisiones pendientes serán dirigidas al nuevo Consejo. «No habrá vacíos, pero inevitablemente un retardo en ciertos temas», agrega Arbour.
Dicho de otra forma, los Estados miembros violadores de los derechos humanos ya no podrán proseguir su acción de sabotaje; porque son esos Estados y sus diplomáticos quienes han arruinado el prestigio de esta venerable institución.
Se trata de la única comisión mencionada en la Carta de Naciones Unidas, adoptada en 1945 en San Francisco.
La Comisión de los Derechos Humanos elaboró la esencia del sistema internacional para la protección de las víctimas de los Estados violadores de estos derechos. Fue la autora de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada en Paris en 1948.
En las décadas siguientes, la Comisión continuó la construcción de su estructura jurídica en tiempos de turbulencias históricas, tales como la Guerra Fría y la descolonización.
Cambio de viraje en Viena
De acuerdo a Adrien-Claude Zoller, el principio del fin de la Comisión se sitúa en la Cumbre de los Derechos Humanos de la ONU, realizada en 1993 en Viena. «Durante esa conferencia, los Estados hostiles a los derechos humanos se dieron cuenta de que podían formar mayoría», recuerda el director de la organización civil ‘Ginebra por los Derechos Humanos’.
Fue la causa del retroceso que vivió la Comisión desde ese momento y que llevó a la creación, el 15 de marzo pasado en Nueva York, del nuevo Consejo de los Derechos Humanos.
Como recientemente lo subrayó Micheline Calmy-Rey, ministra suiza de Asuntos Exteriores, la defensa de los Derechos Humanos es, en efecto, un combate que jamás ha sido ganado por adelantado.
Compromiso suizo
Suiza se ha implicado en esa lucha desde la década de los años 80, cuando aún participaba en Naciones Unidas como observadora. En ese tiempo, la Confederación Helvética se asoció con Costa Rica para proponer su primera resolución en el marco de la Comisión de los Derechos Humanos. Se trataba de un texto relativo a la prevención de la tortura, que data de 1979.
Después de la caída del Muro de Berlín en 1989, la implicación de Suiza en el seno de la Comisión se reforzó.
El resultado: varios suizos fueron nombrados relatores especiales (investigadores independientes) de esa institución de la ONU, recuerda Jean-Daniel Vigny, responsable de los derechos humanos en el seno de la misión suiza ante las organizaciones internacionales en Ginebra.
Tras la adhesión de Suiza a la ONU (aceptada por la ciudadanía helvética en 2002, por 54,6% de los votos), la diplomacia suiza ha logrado que en la agenda de la ONU se inscriba la creación del Consejo de los Derechos Humanos, fruto, sin duda, de su saber-hacer en el seno de Naciones Unidas.
swissinfo, Frédéric Burnand en Ginebra
(Traducido del francés por P. Islas)
La sexagésima segunda y última sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU se inició el 20 de marzo en Ginebra, antes de transferir al Consejo de Derechos Humanos los expedientes que hasta ahora había tenido a su cargo.
Sin embargo, la sesión fue postergada una semana para facilitar la reunión del ECOSOC.
El 9 de mayo, la Asamblea General de Naciones Unidas debe elegir a los 47 Estados miembros del Consejo. Suiza espera ser una de las candidatas.
El 19 de junio, el Consejo de los Derechos Humanos deberá iniciar su primera sesión en Ginebra.
Este nuevo órgano de Naciones Unidas se reunirá al menos tres veces por año y podrá realizar reuniones de emergencia en caso de crisis.
La Comisión de los Derechos Humanos de la ONU fue creada en 1946, redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada el 10 de diciembre de 1948.
En 1966, la Comisión presentó a la Asamblea General de la ONU dos tratados complementarios a la Declaración: el pacto de los derechos civiles y políticos y el pacto de los derechos económicos, sociales y culturales. La Asamblea adoptó ambos documentos.
A partir de 1967, la Comisión se dedica a luchar en contra de las violaciones de los derechos humanos en el terreno, a través mecanismos y procedimientos de investigación.
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