Guerra y población civil
Suiza solicita un papel central de las Naciones Unidas en la búsqueda de una salida al conflicto iraquí.
Asimismo recuerda que la atención a la población civil es una tarea que le incumbe también a las partes beligerantes.
En el primer debate público ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador suizo, Jenö Staehelin, se pronunció a favor de que se refortalezca cuanto antes el papel de la ONU en el conflicto iraquí, tanto en el ámbito político como económico.
La posición helvética refleja la opinión de una gran mayoría de los estados que no están representados en el Consejo de Seguridad. Suiza ha constatado «con gran decepción» que la intervención militar en Irak se produjera sin el previo consentimiento del Consejo de Seguridad. Asimismo el diplomático helvético se pronunció contra la marginalización e instrumentalización de las Naciones Unidas.
Paz y soberanía de Irak
Ahora hay que dejar de lado las divergentes opiniones sobre la forma cómo se llevó a cabo la intervención de la «coalición» y actuar en conjunto para restablecer la paz y adoptar medidas humanitarias. «La responsabilidad de Naciones Unidas es restablecer cuanto antes la soberanía de Irak», puntualizó Staehelin.
Antes de estallar la guerra, Suiza ya advirtió – en una reunión celebrada en febrero – de las consecuencias humanitarias que iba a acarrear la guerra. Ahora, el país invita a participar en el encuentro del grupo ‘Problemas humanitarios en Irak’, previsto para el 2 de abril en Ginebra.
Convenios de Ginebra vinculantes
Asimismo Jenö Staehelin subrayó que las reglas de los Convenios de Ginebra deben ser respetados rigurosamente, aunque Estados Unidos e Irak no hayan suscrito los protocolos adicionales a los textos que constituyen la piedra angular del derecho humanitario internacional.
El derecho internacional público se ha convertido en el derecho ‘de facto’ y, por consiguiente, es vinculante para las partes en conflicto, precisó.
Ayuda a la población civil
La partida de los inspectores de la ONU y de los colaboradores del programa Petróleo por Alimentos ha dejado «un vacío profundo» en el país, recordó Staehelin. Por ello el diplomático suizo lanzó un llamamiento a las partes beligerantes para que autoricen el regreso del personal de la ONU al país en guerra.
Finalmente, subrayó que la atención a la población civil no es una tarea que le incumbe sólo a las organizaciones de la ONU y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), sino también a las partes en conflicto.
Hay que distinguir claramente entre soldados y civiles, señaló. Para concluir, Jenö Staehelin invitó a los miembros del Consejo de Seguridad a que pongan fin a las divergencias y se concentren en «el principal objetivo común, el mantenimiento de la paz internacional y de la seguridad».
swissinfo y agencias
Desde 1996, el 60% de la población iraquí depende del programa Petróleo por Alimentos.
El programa se suspendió en marzo del 2003, tras la retirada del personal de la ONU de Irak poco después de la intervención militar.
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