¿Hay que tenerle miedo al siluro gigante?

El siluro se lo come todo: mejillones, ratas, palomas y siluros más pequeños. RTS

Devora todo lo que encuentra a su paso. Pero ¿es el siluro tan peligroso como dicen? ¿Podría comernos? La serie de RTS (Radio Televisión Suiza) ‘Bêtes noires’ se ha sumergido en las aguas del Ródano para comprobarlo.

Con su gigantesca cabeza, enorme boca y unos 1.500 dientes, lo tiene todo para asustar. Su cuerpo es flácido y sin escamas, y parece más una serpiente que un pez. Sin embargo, quienes se sienten atraídos por las actividades de agua al aire libre pueden estar tranquilos: el siluro no ataca a los humanos. Al menos casi nunca.

«De repente sentí una enorme presión en el estómago, muy, muy dolorosa. Pensé: sálvate y vuelve a la orilla», cuenta Alexandra, que fue la última persona -que se sepa- que sufrió la mordedura de un siluro en el Domaine des Îles de Sion en 2011.

Una vez en la orilla, la nadadora del Valais dejó de tener miedo. No obstante, «me arrancó un trozo del bikini. En realidad, no sangré, solo tenía (la piel) irritada y me dolía».

Proteger el nido

Los otros incidentes -muy raros- registrados en otras partes de Europa tienen un denominador común estacional. En todos los casos, el ataque se produjo entre mayo y julio, durante la época de cría, cuando los peces adultos protegen sus nidos de intrusos.

Peces, ratas, palomas

Los siluros no comen personas, pero sí casi todo lo demás: cangrejos, otros peces, mejillones, plantas, patos, serpientes, ratas e incluso palomas.

Sí, incluso a congéneres más pequeños, ya que el siluro es caníbal. «Se trata de una autorregulación de la especie, porque cuando está completamente desarrollado no tiene depredadores», explica Chloé Vagnon, bióloga que escribió su tesis doctoral sobre el animal. Hay muchos estudios que demuestran que el siluro no afecta a largo plazo a otras especies.

Reintroducidos por el hombre

En Suiza, es probable que el siluro aumente en número en el futuro, sobre todo en el Lago Lemán, donde se reproduce rápidamente. Un hecho poco conocido es que la especie ya estaba presente en Suiza antes de la última glaciación, pero no sobrevivió a este periodo.

Después, el ser humano reintrodujo gradualmente esta especie de nuevo. Primero a finales del siglo XIX en el Lago de Constanza y en la región de los Tres Lagos. Y hace solo unos 20 años en el lago Lemán y el Ródano.

Hay tres razones por las que la especie se está extendiendo en aguas suizas: la falta de depredadores naturales cuando llegan a la edad adulta, el cambio climático y la liberación clandestina por parte de algunos pescadores que buscan retos deportivos o grandes trofeos.

Récord mundial

El siluro es el tercer pez más grande del mundo y el mayor de Europa. En 2023, un pescador de caña en el río Po (Italia) consiguió sacar del agua un ejemplar de 2,85 metros de longitud, que a día de hoy sigue siendo el récord mundial.

1.500 dientes

A diferencia del lucio, el siluro no tiene dientes afilados que puedan penetrar nuestra piel. Su boca consta de 1.500 dientes diminutos que forman una especie de rallador con el que agarra y sujeta a sus presas.

Texto adaptado del alemán por Carla Wolff