‘Hogares Bambi’, refugio suizo para niñez colombiana
En 1985, y dolido por las condiciones de pobreza y abandono de miles de niños caleños, el doctor Rupert Spillmann decidió actuar: pidió ayuda a sus compatriotas en Suiza y fundó el primer Hogar Bambi.
Hoy, 23 años más tarde, son ocho los Hogares Bambi y en ellos han hallado refugio unos 10 mil chiquillos. Los poderes Ejecutivo y Legislativo colombianos rindieron homenaje a esa labor social de cuño helvético.
«Colombia entera está profundamente agradecida con ‘Hogares Bambi’, con sus cuadros directivos y con sus donantes, con ese equipo comprometido, generoso y humanista que ha escogido a Colombia y a los niños colombianos para ser beneficiarios de esta formidable acción», señala la embajadora Claudia Jiménez.
La diplomática ofreció en Berna una recepción a la Fundación Suiza ‘Ayuda a la Infancia’ (Hogares Bambi). La ceremonia se enmarca en los festejos del Centenario de la Amistad Colombia-Suiza y dio seguimiento a sendos reconocimientos por parte de la Presidencia y del Parlamento colombianos.
«En nombre de los niños colombianos, y del pueblo colombiano entero, les agradezco profundamente este acto de generosidad y la eficiencia y la transparencia con la que han manejado estos recursos que han sido de gran utilidad para mi país», acota la representante de Bogotá.
Un médico comprometido
La historia de los ‘Hogares Bambi’ empezó en 1985. En ese entonces, el doctor Rupert Spillmann ejercía su profesión en Cali y conmovido por el desamparo de miles de chiquillos de esa ciudad colombiana, decidió hacer algo para aliviar sus condiciones de vida.
Con apoyo de sus compatriotas, el galeno fundó un primer Hogar Bambi. Más tarde, en 1989, creó la Fundación Ayuda a la Infancia y hoy en día la institución cuenta con 8 hogares en diversas ciudades: 3 en Bogotá, 3 en Cali, uno en el Darén y otro más en Medellín. Los equipos dan seguimiento a chiquillos de entre 0 y 6 años, amén de que, de ser necesario, viven en las instalaciones.
«Vienen como pensionarios y se quedan entre seis meses y un año e insistimos mucho en que la madre tenga contacto todas las semanas con ellos. De hecho, si las condiciones lo permiten -es decir, si el bienestar del menor no corre riesgos- debe llevarse al niño durante el fin de semana», explica el actual presidente de la fundación, Hans Rudi Spillmann, a swissinfo.
Dedicación sin freno
«Es un trabajo muy lindo porque es una labor entusiasta de una familia suiza que dura ya 23 años», comenta Cristina Fedele, secretaria general de la fundación.
«Son niños que llegan en situaciones difíciles, moral o físicamente. Después de una o dos semanas ya se ve un niño nuevo, que tiene otra vida. Al principio no come, no se comunica, tiene la mirada completamente vacía; pero después de pasar un tiempo en los ‘Hogares Bambi’ tiene una vida nueva», reitera.
Fedele se refiere también a la ampliación del proyecto inicial para niños a la estructura familiar:
«En el año 2000 iniciamos el programa ‘Promesa’ porque nos dimos cuenta que dar una ayuda a niños que después regresan en una familia que no ha tenido evolución resultaba un trabajo perdido. Ahora, esas mamás o esos papás pueden seguir una capacitación de tres o seis meses y así tienen un trabajo, y con ese trabajo ganan plata y con la plata pueden otra vez asumir a los niños».
Un 90%, madres solas
El programa de capacitación para los padres tiene un impacto significativo. En particular, porque como lo señala Hans Rudi Spillmann, «el gran problema es que el 90% de las madres están solas, abandonadas y con frecuencia son responsables de tres, cuatro o cinco niños y no logran alimentarlos y ocuparse de ellos».
La embajadora colombiana subraya también la pertinencia de la estrategia desde el punto de vista de la integralidad y de la sustentabilidad:
«Es importante que se transfiera de forma definitiva esa ayuda para que cada vez sea menos necesaria, para que la sociedad y las familias progresen por ellas mismas».
Los dirigentes de la Fundación ‘Ayuda a la Infancia’ y la representante oficial de Colombia ante Suiza convienen en la urgencia de actuar en beneficio de la niñez, en particular de los sectores más desfavorecidos…
«Con esa formación a los niños y a los padres, una perspectiva es evitar futuras personas que participen en la vía armada. Cuando se forman padres de familia y cuando se educa y se protege a unos niños como se debe, se está evitando que en algún momento determinado esas personas de escasos recursos piensen siquiera en la opción de la violencia como una alternativa de vida», concluyó la embajadora.
swissinfo, Marcela Águila Rubín
En 1985 el doctor Rupert Spillmann funda en Cali el primer Hogar Bambi para niños en situación de desamparo.
En 1989 crea la Fundación ‘Ayuda a la Infancia’. Hoy, la entidad cuenta con 8 hogares: 3 en Bogotá, 3 en Cali, uno en el Darien y uno más en Medellín.
En 2006 recibió del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, la Medalla de Plata de la Orden del Mérito.
En 2008 recibió del Parlamento de Colombia la Orden del Congreso de Colombia en el Grado de Comendador.
La Fundación suiza asume el 60% del presupuesto de los Hogares Bambi y el 40% restante se cubre con donaciones procedentes de Colombia.
El doctor Ruppert Spillmann, creador también de la Fundación Pro Calima, consagrada a la protección del patrimonio cultural colombiano, promovió la publicación de un libro sobre esa entidad.
Los ingresos por la venta del texto van también a los Hogares Bambi.
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