Eran retirados de sus familias y puestos al servicio de otras. Cientos de miles de niños, ya sea nacidos fuera del matrimonio, huérfanos o muy pobres, eran enviados a instituciones sociales que los colocaban en familias de cuidado. Para muchos de ellos, las consecuencias fueron traumáticas.
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Peter Klaunzer, Keystone
Se trata de un capítulo oscuro de la historia helvética que se presenta en una exposición y un libro.
«Apenas se retiró la patria potestad y el terror comenzó». Esta cita de Edith Lüthi-Hess resume el drama de ella y de muchos otros niños que eran entragados a terceros como sirvientes, al perder a sus familias.
Klaunzer entrevistó y retrató a veinticinco personas. Solo pocas de ellas tienen algún recuerdo agradable de esa experiencia en manos de desconocidos. La violencia y los abusos sexuales estuvieron en la orden del día de muchos de estos pequeños.
En el siglo XX se empleaba esta práctica de desplazar a los niños que quedaban huérfanos o cuando el dinero no alcanzaba para alimentarlos dentro del seno familiar. Solo en 1981, cuando Suiza ratificó el convenio europeo de derechos humanos, se puso punto final a este trato.
La exposición se realizó en colaboración con la Asociación ‘red de niños desplazados’ y se presenta hasta el 17 de marzo de 2017.
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