Intercambio de experiencias en la Conferencia

Algunos de los orfelinos del Hogar Mocambo, en Panamá, sufrieron violencia familiar. Keystone Archive

La "Primera Conferencia Internacional de Crímenes Contra Niños" se realizó en Montevideo con la presencia de especialistas internacionales.

350 especialistas intercambiaron conocimientos para combatir este flagelo.

La Embajada de Suiza en Uruguay y la ONG Casa de los Niños, se unieron para realizar esta capacitación intensiva dirigida a funcionarios de la Policía y del Sistema de Justicia uruguayos.

Si en los últimos años ha habido una gran preocupación por parte de los organismos internacionales ante un problema, éste ha sido lograr poner bases legales para garantizar el respeto de los derechos humanos de la infancia.

Bajo esta misma preocupación, la Embajada de Suiza en Montevideo y la ONG Casa de los Niños -ECPAT – Uruguay (‘End Child Prostitution, Pornography and Trafficking for Sexual Purposes’) organizaron la «Primera Conferencia Internacional de Crímenes Contra Niños».

El encuentro se realizó los días 12,13 y 14 de mayo y convocó a más de 350 asistentes, integrantes del cuerpo policial a nivel nacional, del Poder Judicial, de la Fiscalía y representantes de organizaciones no gubernamentales.

Intercambiar conocimientos para combatir el flagelo

El principal objetivo del encuentro fue el de tender redes de intercambio entre los especialistas, sobre los conocimientos de cada uno para progresar en la investigación, detección y atención de los crímenes que involucran a niños y la explotación sexual comercial y no comercial.

El Encargado de Negocios de la Embajada de Suiza en Uruguay y promotor del encuentro, Christian Scherrer, dijo a swissinfo: «para nosotros es una oportunidad de entregar una contribución a la policía uruguaya, que quizás necesita de más experiencia en la lucha cotidiana contra la violencia doméstica, y Suiza posee gran conocimiento en el tema».

La capacitación, el tratamiento y la difusión de este flagelo que afecta sin distinciones a niños de todas partes del mundo, es el primer paso fundamental para combatirlo.

Olivier Gueniat, criminalista y Jefe de la Policía de Seguridad del cantón de Neuchatel; Pierre Aubry, criminólogo y politólogo, investigador en el área criminología y penitenciaría; y Christine Alexander, Presidenta del Comité Internacional por la Dignidad de la Infancia (CIDE) de Lausana, fueron los conferencistas suizos.

Por Estados Unidos estuvo Carlos Maza, Encargado de Aduanas de la Embajada norteamericana. El especialista dictó la conferencia «Pornografía Infantil en Internet: procedimientos de investigación y detección de redes criminales», mediante la cual dio pautas y antecedentes sobre un tema bastante desconocido aún en Uruguay.

Los disertantes rioplatenses fueron Jacinta Balbela, Codirectora del Instituto de ONU para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (ILANUD); Guido Berro, Director del Departamento de Medicina Forense del Instituto Médico Forense; y María Alejandra García, miembro del equipo técnico de Casa de los Niños.

Algunas estadísticas de América Latina

En la década de los 90 el incremento de casos de abuso sexual en Uruguay ha seguido una línea ascendente en sus posibilidades de ser descubierta y, por ende, brindar asistencia. Estadísticas parciales del último año han señalado la captación de 1 a 3 casos semanales sobre los que recae presunción de abuso.

Según el informe de UNICEF de 1997, en el mundo hay alrededor de 100 millones de niños de la calle, el 40 por ciento en América Latina.

Un estudio reciente, divulgado por la OIT, indica que unos 3.500 niños de entre 10 y 17 años son explotados sexualmente en las fronteras brasileña con Paraguay y Argentina. Los niños trabajan en la calle, en burdeles, clubes y saunas.

En Costa Rica, la organización privada Casa Alianza, informó a principios de mayo cifras que relacionan la actividad turística con la explotación sexual de menores: un 62 por ciento de las niñas víctimas de este negocio ha sido abusada por algún extranjero que visita el país.

swissinfo, Norma Domínguez, Montevideo