Jóvenes de la Quinta Suiza descubren su patria
Los hijos de los suizos que viven en el extranjero aprenden a conocer su patria. Son 270 los que este año pasan unas vacaciones en una de las colonias de verano.
La Fundación para los niños suizos en el extranjero (SJAS) se ocupa de organizar los campamentos de verano e invierno. La mitad de los niños vienen de países europeos.
Este año hay colonias en Enney (cantón Friburgo), La Punt (Grisones), Einsiedeln (Schwyz), Bürchen (Valais) y St. Ursane (Jura) en las que han inscrito niños de la Quinta Suiza, en edades comprendidas entre los 8 y 14 años, para familiarizarse con los aires helvéticos.
Paralelamente, otros 130 jóvenes – de entre 14 y 25 años – se divierten en Kandersteg. Es el servicio para los jóvenes de la Organización de los Suizos del Extranjero (OSE) quien organiza sus vacaciones.
Descubrir las raíces
La SJAS subraya que todos los campamentos de verano e invierno se celebran tienen el mismo lema: ‘Niños de la Quinta Suiza descubren su patria’. Los niños y jóvenes deben poder participar en los campamentos independientemente de sus posibilidades económicas, destaca Ariane Roulet, de SJAS.
Las familias con pocos recursos reciben ayudas que a veces cubren los gastos de viaje a Suiza.
Los campamentos reúnen a jóvenes de todas las partes del mundo, pero que tienen una cosa en común: las raíces suizas. En el campamento de verano de Stäfa, que dura del 1 a 15 de julio, por ejemplo, había 42 niños de 20 países, entre otros de Australia, El Salvador, Hungría y Togo.
Según el informe anual 2005 de SJAS, cerca de la mitad de los niños inscritos en las colonias de verano e invierno residen en países europeos, seguidos de Norte y Sudamérica, Asia, África. Incluso 9 niños que viven en Australia pasaron el año pasado sus vacaciones en Suiza.
Ayuda Suiza
Desde hace una década, los campamentos se organizan bajo los auspicios de la Organización de Suizos del Extranjeros (OSE). Pero estas vacaciones en Suiza para las jóvenes generaciones de la Quinta Suiza existen desde hace 80 años.
En 1917 los fundadores de la institución crearon la ‘Ayuda Suiza’ con el fin de que los vástagos de las familias suizas en el extranjero, que padecían las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, pudieran acceder a un periodo de descanso en tierras helvéticas.
Durante mucho tiempo este fue el principal objetivo de la organización. Para los niños de suizos residentes en el extranjero de toda Europa – especialmente de las grandes capitales – se organizaba una estancia en una familia de agricultores suizos para que pudieran cargar las pilas respirando aire puro.
1945 fue el año récord de esta acción. Más de 4.000 niños provenientes de zonas de guerra pasaron unas semanas en suelo helvético gracias a la ‘Ayuda Suiza’.
Entablar contactos
A partir de la década de los 60, la institución se inclina cada vez más por que los niños con raíces suizas, pero criados lejos de la patria, tengan la oportunidad de conocer la tierra de sus padres o abuelos. El objetivo es que establezcan lazos con un país que sólo conocen de oídas.
Fue así como se crearon los campamentos, donde los niños hacen nuevos contactos y amigos – otro de los objetivos de las colonias de verano.
Y esto ocurre a menudo, señala Ariane Roulet. Es bastante frecuente que los niños que se conocieron en un campamento vuelvan a inscribirse al siguiente año. Hay mucha demanda y la fundación hace todo lo que está a su alcance para que sean numerosos los niños que puedan disfrutar de una colonia de verano o invierno.
Integrar también a los niños suizos
Muchos jóvenes llegan solos a Suiza. En ese caso se les recoge en el aeropuerto y se les traslada en autocar a la colonia. Otros llegan acompañados de sus padres o familiares hasta el campamento, donde están al cuidado de monitores que se ocupan de distraerlos con un sinfín de actividades (juegos, deportes, excursiones, exposiciones, etc.).
Una vez terminado el campamento, hay niños que se quedan en Suiza para pasar unos días en casa de sus familiares antes de regresar a casa.
Según Ariane Roulet, también en el futuro se organizarán colonias. En el mundo globalizado, son cada vez más familias suizas que se mudan al extranjero por motivos laborales. Por consiguiente, seguirá habiendo demanda de actividades para los hijos de los suizos residentes en el exterior.
En el futuro se pretende reforzar el contacto con coetáneos suizos con el fin de fomentar el entendimiento recíproco. Por ello en las colonias se acogerán también a niños que han crecido en suelo helvético – aunque en número limitado.
swissinfo, Urs Maurer
La Fundación para los jóvenes suizos del extranjero es una organización sin ánimos de lucro.
Se ocupa de que los hijos de los suizos del exterior puedan pasar unas vacaciones en Suiza independientemente de sus posibilidades económicas.
La institución propicia el contacto entre jóvenes de los cinco continentes que entablan nuevas amistades y lazos entre ellos.
El objetivo principal, sin embargo, es que los niños conozcan mejor su patria y las costumbres del país.
Unos 342 hijos de suizos del extranjero participaron en 2005 en una colonia de verano o invierno en Suiza.
188 vivían en Europa, 94 en América, 32 en Asia-Arabia, 19 en Asia y 9 en Oceanía.
Gastos de la fundación en 2005: 248.000 francos suizos; ingresos: 373.000 francos
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