«La independencia de Kosovo, una situación especial»
Mientras la proclamación de independencia de Kosovo genera reacciones dispares en la comunidad internacional, la ex fiscal del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Carla del Ponte, da sus primeros pasos como embajadora suiza en Argentina.
La jurista tesinesa, reconocida como la ‘fiscal de los Balcanes’, recibió a swissinfo en la sede diplomática de Buenos Aires.
En entrevista exclusiva, Carla del Ponte habló sobre el conflicto entre albano-kosovares y serbios, el rol de Suiza, su actuación en el TPIY y las expectativas y proyectos que tiene para su nuevo cargo al frente de la Embajada helvética en el país sudamericano.
swissinfo: Antes de conversar sobre su nuevo cargo en la diplomacia, voy a preguntarle sobre el tema que hoy ocupa a la comunidad internacional y que es el conflicto Kosovo-Serbia. A partir de la declaración de independencia de Kosovo, la coyuntura actual hace temer un nuevo enfrentamiento entre albano-kosovares y serbios. ¿Cree que esto sería posible?
Carla del Ponte: Pienso que no es previsible pensar que va a haber un conflicto. Por otra parte, Kosovo está protegido por la OTAN y Belgrado ha manifestado que no va a ejercer ninguna violencia. Sin embargo, la situación entre Belgrado y Kosovo es muy delicada.
swissinfo: La independencia de Kosovo, a la luz del derecho de libre determinación, abre el debate sobre si se puede aplicar a los pueblos nacionales un derecho pensado para los pueblos coloniales, y si esto no sienta precedentes para otros casos… Como jurista, ¿cuál es su opinión en este caso?
C. del P.: Hay una resolución sobre Kosovo del Consejo de Seguridad. Cuando Kosovo declaró su independencia no se tomó ninguna decisión, y el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo referencia a esta declaración.
La situación de Kosovo es muy especial, ya que en realidad, desde el año 1996 en Kosovo no hay una autonomía propiamente dicha porque se encuentra bajo la vigilancia de la OTAN y de la ONU. Por lo tanto, esta situación especial y particular exigió una solución especial y particular.
Pero también es cierto que como jurista –y esto es una opinión personal- la declaración de independencia de Kosovo no me parece conforme con las disposiciones tradicionales del derecho internacional.
swissinfo: ¿Puede considerarse la independencia autoproclamada de Kosovo como una «secesión-remedio»?
C. del P.: Como ya expliqué, la independencia de Kosovo es una situación especial. Hay que recalcar que más del 90% de la población es albanesa y por lo tanto la población serbia es muy reducida.
Kosovo siempre fue un problema. Ya el presidente Tito le había dado una autonomía y fue en 1989 que Milosevic se la quitó. Es decir, hace decenios que tienen problemas y la situación actual es un inevitable resultado político de lo que se fue gestando.
swissinfo: El presidente Pascal Couchepin anunció que la Confederación Helvética reconoció a Kosovo como Estado soberano y Berna decidió entablar relaciones diplomáticas y consulares con Pristina. ¿Cree que esta decisión pone a Suiza en compromiso ‘implícito’ frente a otras situaciones secesionistas?
C. del P.: No. Esto no va a sentar precedente y el Consejo Federal fue muy explícito al respecto.
Esto era una decisión previsible. Ya la ministra Micheline Calmy-Rey en el 2005 lo había anunciado, pero repito, no hay que olvidar que se trata de una solución especial para un problema especial.
swissinfo: Como diplomática, ¿cree que esta decisión de Suiza de reconocer a Kosovo como estado puede resentir las relaciones con Serbia?
C. del P.: Como ya lo dijo el presidente Couchepin, se mantendrán buenas relaciones con Serbia. Por supuesto que Serbia ha reaccionado y fue llamado por consultaciones de vuelta a Belgrado su embajador (NR: según informa el primer consejero de la Embajada de Belgrado en Berna, Bozidar Jovanovic, el embajador Dragan Marsicanin fue llamado a volver a su país), pero calculo que van a volver buenos tiempos en las relaciones entre ambos países.
No hay que olvidar que Suiza hizo mucho por Serbia, sobre todo en el campo de los Derechos Humanos y de apoyo, así que considero que este momento delicado seguramente va a pasar.
swissinfo: Usted dijo que dejaba su cargo en la TPIY con un sabor amargo por no haber logrado enjuiciar al ex general Ratko Mladic y el ex líder serbo-bosnio Radovan Karadzic. ¿Qué diría que falló para que esto suceda, pensando que sí logró enjuiciar a más de un centenar de criminales de guerra?
C. del P.: Desde 1995 que recibimos el mandato, no había ninguna voluntad política, ni en la Comunidad Internacional ni en la nacional, de arrestar a Mladic y a Karadzic.
En el 2000, cuando ya la Comunidad Internacional sí cambió su voluntad, era muy tarde. Mladic está escondido en Serbia, el gobierno no tiene voluntad política para entregarlo y –todos sabemos como es la situación- los nacionalistas hacen mucha presión.
En el caso de Karadzic, él está protegido por la Iglesia Ortodoxa (se esconde en monasterios ortodoxos), y aunque no se sabe bien dónde está, sí se sabe que está en la región.
Es verdad que hoy la Comunidad Internacional quiere que se entreguen Mladic y Karadzic, pero es muy difícil porque están protegidos por el gobierno y la Iglesia. Hay que considerar que una parte de la sociedad los considera héroes, y entonces no se arresta a héroes…
La Unión Europea tiene que seguir presionando desde Belgrado, pero es verdad que es un obstáculo político lo que nos impidió arrestar a estas personas.
swissinfo: ¿Cuál ha sido, en su opinión, el logro más importante del TPIY? Y ¿cuál ha sido el mayor fracaso, si es que lo hay?
C. del P.: La importancia del Tribunal es que legitima su existencia a través del tiempo. Al principio era casi imposible pensar que se iban a concretar los juicios en la ex Yugoslavia. Por lo tanto para mí el éxito radica en que es posible y que la TPIY legitimó su existencia.
El fracaso aún no está visible. Creo que el fracaso se manifestaría si Karadzic y Mladic no son arrestados y enjuiciados.
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swissinfo, Norma Domínguez desde Buenos Aires
– Nace en 1947 en Bignasco, cantón suizo del Tesino.
– Estudia derecho internacional en Berna, Ginebra e Inglaterra.
– En 1981 es nombrada fiscal del Tesino y consigue éxitos notables en la lucha contra el lavado de dinero, el crimen organizado y el comercio ilegal de armas.
– De 1994 a 1999 es fiscal de Suiza; su trabajo se aprecia, pero también se critica en ocasiones.
– En 1999 es nombrada fiscal general del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia por el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan; cargo que abandona a finales de 2007.
– El 4 de febrero de 2008 llegó a Buenos Aires para asumir el cargo de embajadora de Suiza en Argentina.
– El Consejo de Seguridad de la ONU fundó el 25 de mayo de 1993 el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY). En diciembre de 1994, este organismo, con sede en La Haya, inició sus actividades.
– Es responsable de perseguir a los autores de crímenes graves cometidos desde 1991 en el territorio de la otrora Yugoslavia.
– Especial interés despertó el proceso iniciado en febrero de 2002 contra Slobodan Milosevic, el presidente de Yugoslavia y después de Serbia. Milosevic murió poco antes del cierre del procedimiento penal en su contra en marzo de 2006.
– Aún son fugitivos de la justicia el líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic y el general Ratko Mladic, comandante del Ejército de la República Serbia (de Bosnia).
-La comunidad albano-kosovar que vive en Suiza salió a las calles de varias ciudades helvéticas el 17 de febrero pasado para celebrar la proclamación de independencia de su provincia.
– Entre 170 mil y 190 mil expatriados de Kosovo viven Suiza, es decir, prácticamente el 10% de la población de esa provincia de mayoría albanesa que hasta ahora reclama Serbia como parte de su territorio.
– En Suiza, los albano-kosovares conforman la mayor comunidad extranjera después de los alemanes.
– Suiza participa desde 1999 en la misión de paz de las tropas internacionales de la KFOR (Kosovo Force), bajo la batuta de la OTAN. (Berna mantiene 200 soldados en Kosovo).
-Suiza forma parte de los principales países donadores de Kosovo. La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y la Secretaría de Estado de Economía (Seco) han previsto inyectar 13,9 millones de francos para proyectos en Kosovo en 2008.
– El Ministerio de Asuntos Exteriores helvético también planea el envío de hasta 20 expertos en la misión civil de la Unión Europea (EULEX). El objetivo será que unos 2000 especialistas apoyen la construcción de un Estado de derecho en Kosovo.
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