La planta solar más grande del mundo en un estadio
El ‘Stade de Suisse’, en Berna, es más que un simple estadio de fútbol. Este complejo multifuncional alberga un centro comercial, acoge grandes eventos culturales y posee la central solar más grande del mundo en la cubierta de un estadio de fútbol.
El proyecto premiado está considerado como un ejemplo logrado de lo que significa implantar la tecnología fotovoltaica. Pero las tentativas de imitarlo, por ejemplo en Brasil, tropiezan todavía con el alto precio de la energía solar.
El proyecto premiado está considerado como un ejemplo logrado de lo que significa implantar la tecnología fotovoltaica. Pero las tentativas de imitarlo, por ejemplo en el Mundial 2014 en Brasil, tropiezan todavía con el alto precio de la energía solar.
Unas 20.000 personas acostumbran ir al ‘Stade de Suisse’ Wankdorf para presenciar los partidos en casa del Young Boys, el club de la capital suiza que actualmente encabeza el campeonato de la primera división del balompié helvético.
La mayor atención de los aficionados aurinegros acapara de momento el goleador del certamen Seydou Douma, ‘crack’ originario de Costa de Marfil. Sin embargo, la estrella de quienes son partidarios de las ‘energías renovables’ no corre en el gramado sintético del campo de juego, porque está escondido en el tejado: es la planta solar más grande del mundo adherida a la cobertura de un estadio de fútbol.
Comenzó a funcionar hace cinco años y desde entonces se ha convertido en una atracción turística-tecnológica del gran público. Decenas de miles de personas suben anualmente hasta la sala panorámica llamada ‘Soleil’, en el techo, para ver cómo la luz solar se transforma en electricidad.
Lo que aquí se ve son 12.000 m2 de células fotovoltaicas que producen 1,3 millones de kilovatios/hora de electricidad por año, libre de subvenciones. Es una cantidad equivalente al consumo de 400 viviendas, explica Jakob Vollenweider a swissinfo.ch.
El interlocutor añade un detalle técnico: “El grado de eficiencia de los paneles es del 15%. O sea que el 15% de la energía que se encuentra en la luz solar es transformada en electricidad. Hoy en día es un buen valor, especialmente porque se logra con una buena relación precio-coste”.
Una serie de proyectos espectaculares
Vollenweider es director de proyectos de energía solar y eólica del grupo BKW, una de las empresas energéticas más grandes de Suiza que -además de haber construido la central solar en el techo del ‘Stade de Suisse’-, se dedica desde hace 15 años a la investigación en el área de las energías renovables.
Todo comenzó en 1999 con una planta solar en Mont Soleil, en el Jura bernés, entonces la mayor en Europa. Poco después, en 2001, la empresa construyó el mayor navío solar del mundo que aún navega en los lagos de Biel, Neuchâtel y Murten.
“Construimos también una planta solar en el pico Jungfraujoch (3.471 m), inauguramos recientemente la central solar más alta del mundo en la cima del Klein Matterhorn (3.883m) y mantenemos una cooperación técnica con Bertrand Piccard, que proyecta dar la vuelta al mundo en un avión accionado por energía solar”, explica Vollenweider. Un modelo en miniatura del avión Solar Impulse está expuesto en el techo de la sala ‘Soleil’.
La primera etapa de la planta solar del ‘Stade de Suisse’ se construyó en 2005 para una producción anual de 800.000 kilovatios/hora. “Entonces vendimos esa energía a particulares, firmas y ayuntamientos. La venta tuvo tal éxito que en 2007 nos permitió ampliar la potencia de la planta en más de 450.000 kilovatios/hora”, explica Vollenweider.
Tres factores fueron decisivos para realizar el proyecto. “Primero, los clientes mostraron interés en comprar energía solar; segundo, aquí había grandes superficies disponibles para integrar una planta; y tercero, un estadio de fútbol atrae a un gran público, una buena oportunidad para poner a las personas en contacto con la energía solar”.
“La energía solar es cara”
Construida donde hace medio siglo se produjo el denominado milagro de Berna” (victoria alemana ante Hungría en la final del Mundial de 1954), la planta energética del estadio de fútbol de Berna ha ganado fama internacional con la conquista del Premio Solar Europeo de 2005.
El Stade de Suisse no es el primer estadio de fútbol con una planta solar en el techo, pero tiene actualmente la mayor de su tipo. “Con ese proyecto conseguimos dar nuevo impulso a la energía solar. Hoy incluso tratan de imitarla”, señala Vollenweider.
En Suiza hay otros tres estadios con plantas solares más pequeñas en su cobertura: El Sankt Jakob-Park de Basilea (desde 2001), el Letzigrund de Zúrich (desde 2008) y el AFG Arena de San Gall (desde 2009).
Eso ya es algo, afirma el WWF, cuyo estudio realizado el año pasado señalaba que los clubes de fútbol suizos no tienen un concepto de protección del medio ambiente. Paneles solares en el tejado no significa automáticamente “luz ecológica” dentro y sostenibilidad alrededor de los estadios.
En Berna, aproximadamente el 2% de los 2,5 millones de kilovatios/hora que consume anualmente el estadio (entrenamientos, centro de eventos y congresos, oficinas, etc.) es solar, hecho que sin embargo representa el 9% de los costes. “La energía solar es cara”, dice el portavoz del ‘Stade de Suisse’, Peter Staudemann. “Pero la iluminación del gramado se cubre tranquilamente con el 2% de la energía solar que compramos”.
De las 36 tiendas integradas en el complejo comercial del estadio sólo el hipermercado Coop usa energía solar en sus refrigeradores. “Las otras tiendas también podrían usarla, pero no lo hacen. Es también una cuestión de precio”, señala Peter Baumgartner, director del Wankdorf Center.
Recomendaciones de la FIFA e intentos de imitación
El precio parece impedir que la recomendación hecha por la FIFA en 2007 no quede en el papel: “Las medidas para economizar energía deben formar parte del planeamiento y la construcción de un estadio nuevo. Ello incluye también el uso de energía solar”.
En Sudáfrica, donde el sol brilla 365 días del año, ninguno de los estadios nuevos del Mundial de 2010 está equipado con paneles solares. Apenas pocas estaciones de TV con energía solar (sun-tv) emitirán para el ‘public viewing’, tras ser instaladas por una empresa alemana.
Cuando el grupo chino Yingli Green Energy concluyó a principios de febrero de 2010 un contrato con la FIFA para ser la primera empresa de energías renovables que patrocine un Mundial, los estadios de Sudáfrica ya estaban listos, según el departamento de Comunicación de la FIFA. Sin embargo, proporcionará los paneles solares para “20 Footbal for Hope Centers” que la FIFA planea construir en África.
En Brasil existe un proyecto para transformar los estadios del Mundial 2014 en “estadios solares”. Los autores citan el ‘Stade de Suisse Wankdorf’ como “un ejemplo logrado de la implantación del sistema”, pero tropiezan con la cuestión del precio. La energía hidroeléctrica es mucho más barata que la solar en Brasil.
Jakob Vollenweider reconoce que la energía solar cuesta aún más que la convencional, pero está convencido de que es la única alternativa a las fuentes de energía fósiles. “Es una energía renovable con gran potencial de futuro. Y se investiga mucho en ese área para reducir los costes de energía solar”, afirma.
Geraldo Hoffmann, swissinfo.ch
(Traducción: Juan Espinoza)
Inauguración de la 1ª etapa: mayo de 2005; ampliación en 2007
Inicio de operaciones: mayo de 2005
Potencia: 1.300 kilovatios en las mejores condiciones de irradiación solar
Producción anual: 1,2 millones kW/h (corresponde al consumo de energía de 400 viviendas)
Área cubierta: 12.000 m2 (cerca de 7.000 paneles solares de silicio policristalino con un 15% de grado de eficiencia)
Vida útil de los paneles: 25 a 30 años
Inversión: 10 millones de francos suizos (amortización probable hasta el 2020)
El sol irradia anualmente 40 billones de kilovatios/hora sobre Suiza.
Eso equivale a cerca de 220.000 más que el consumo total de energía del país.
Poco más de 40.000 instalaciones solares con aproximadamente 350.000 m2 de colectores solares (sin calefacción de piscinas) aprovechan esa energía.
Una red formada por 1.800 plantas fotovoltaicas y diversas plantas aisladas, con cerca de 170.000 m2 de colectores, transforman los rayos solares en electricidad.
Con eso se produce apenas el 0,3% de la energía necesaria para la calefacción y el 0,03% de la energía eléctrica de Suiza.
En Suiza hay más de 400 millones de metros cuadrados de techos que, si fueran usados para instalar plantas solares, podrían cubrir cerca de un tercio de su energía.
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