La prostitución italiana se extiende al Tesino

La comuna de Melano (1000 habitantes) tiene cuatro burdeles. Ti-Press

El mercado del sexo de pago está en plena expansión en el cantón suizo. Una tendencia que no es del todo extraña debido a la cruzada antiprostitución lanzada en Italia.

Atraídas por la oferta de la Confederación que descarta cualquier competencia, las meretrices pasan la frontera.

Monte Cenari. Una media docena de locales se encuentran a lo largo de los seis kilómetros de la ruta que une el norte y el sur del cantón. El vaivén incesante de visitantes demuestra el éxito de estos establecimientos. «Aquí, hay más burdeles que hostales», comenta un joven recluta bernés del cuartel de Ceneri.

Aparte de algunos soldados y escasos habitantes de la región, la gran mayoría de los clientes que frecuentan estos locales son de origen italiano. Las matrículas de los coches aparcados en la zona lo atestiguan.

Paraíso de burdeles

Más al sur, en la región de Lugano y de Chiasso, la concentración de estos establecimientos es todavía más fuerte en ciertos lugares. Por ejemplo, la pequeña comuna de Melano (1.000 habitantes) tiene cuatro.

La proximidad de la autopista A2, de los estándares de comodidad, de seguridad y de higiene más bien satisfactorios, sin hablar de los precios que desechan cualquier competencia por la belleza y la juventud de las chicas que trabajan (entre 18 y 25 años de edad), son condiciones particularmente apreciadas entre los que pasan la frontera por sexo.

Los medios de comunicación del norte de la Península italiana se hacen eco regularmente de este ‘fenómeno tesinés’. A finales de agosto, un artículo en el diario turinés La Stampa describía el cantón de habla italiana como un «paraíso de los burdeles», un «un sitio de alto-standing lujoso» y subrayaba «el discreto encanto de las casas de citas del Tesino».

Acciones en Italia

Mientras que los aficionados al sexo de pago van libremente al Tesino, en Italia al contrario, son objeto de una persecución sin precedentes. En el comienzo de 2008 se aprobó un decreto sobre seguridad ciudadana promovido por el ministro del Interior, Roberto Maroni. Como consecuencia de esto las autoridades lombardas pasaron a la acción.

Desde entonces, se estableció una sanción de hasta 500 euros a los clientes que negociaran con prostitutas en la calle. En Milán, las patrullas de policía que transitan por barrios conflictivos ilustran esta persecución del cliente, que también es vigilado a través de cámaras de video en Internet.

Una ley anticuada

Desde la entrada en vigor hasta justo 50 años de la ‘Ley Merlin’, un texto que prohibía los burdeles en Italia, la prostitución invade las calles, en unas condiciones cada vez más sórdidas.

La lucha lanzada en Lombardía podría doblar el negocio en el lado helvético. «No disponemos todavía de datos precisos sobre las regiones limítrofes pero se van a aprovechar sin duda de una mayor afluencia visitantes italianos», estima el inspector Alex Serfilippi, de la unidad especial TESEU, que lucha contra la proliferación de la prostitución en el cantón.

«Ejercemos una presión diaria sobre el terreno. Es el único medio para evitar que el fenómeno deje de aumentar».

Un combate permanente

En menos de una semana, dos nuevos establecimientos han anunciado su próxima apertura en el Tesino. Otros cabarets y estructuras privadas podrían sumarse al grupo de 37 locales de alto-standing en el cantón.

«Diría que hay un máximo de 600 prostitutas trabajando en el cantón», estima Serfilippi. Según él, entre el 60 y 80% de estas mujeres están en situación irregular. A este porcentaje se suman las que lo hacen en las decenas de estudios, saunas o salones de masaje.

Muchas de las meretrices proceden de países del Este, de Latinoamérica y últimamente de Rumanía.

Desde 2002, 490 personas se han inscrito en el registro cantonal de la prostitución en Bellinzona, aunque sólo una parte se encuentra todavía en el Tesino.

«Es desgraciadamente extremadamente difícil, por no decir imposible saber las cifras precisas».

Ética e Internet

Por su parte, el criminólogo y periodista tesinés, Michel Venturelli, sostiene que el número de chicas que se dedican a la prostitución en el sur de los Alpes es superior y podría ascender a entre 1.000 y 1.200 personas.

Venturelli es autor de estudios y documentos sobre la cuestión. Recientemente ha inaugurado una página web especializada, destinada a las trabajadoras del sexo preocupadas de ejercer su profesión dentro de la legalidad. «Es un instrumento eficaz para promover un concepto ético del sexo», como respuesta a las estrategias represivas de la policía que él mismo ha denunciado.

swissinfo, Nicole della Pietra, Tesino
(Traducción: Iván Turmo)

penas de cárcel

El Consejo de Ministros celebrado el pasado 11 de septiembre anunció un decreto ley con severas penas tanto para quienes practique la prostitución como para sus clientes.

El texto define este fenómeno como causante de ‘alarma social’, por lo que desde ahora se considera delito y por tanto castigado con penas que pueden acarrear la cárcel.

Aunque si en Italia prostituirse continuará sin ser un delito, sí lo será si se lleva a cabo en un lugar público; es decir, la prostitución en los parques, las calles o en el campo estará, a partir de ahora, prohibida.

Quien cometa el delito podrá ser penado con el arresto.

También los clientes serán sancionados con el arresto, que podrá ser de 5 a 15 días, además de una multa que podrá ir de los 200 euros a los 3.000.

Tampoco tendrán fácil la vida los proxenetas, sobre todo aquellos que viven de la prostitución de menores.

Con las nuevas medidas se prevén para ellos penas de entre 6 y 12 años de cárcel y multas que van de 15.000 a 150.000 euros.

Si los menores son extranjeros, el decreto establece que serán repatriados a sus países de origen.

Por otra parte, no será castigada la persona que ejercite la prostitución bajo amenazas o violencia.