La rigurosa política de asilo da resultados
Las autoridades sacan un primer balance positivo tras la suspensión de la ayuda social –el respaldo financiero permanente- que los solicitantes de asilo rechazados recibían hasta hace tres años.
Si bien se constata la disminución del número de peticiones de refugio, Caritas critica el hecho de que se desconoce la situación de las personas rechazadas que no acuden a la ayuda mínima de emergencia.
A partir del 1° abril de 2004, las personas cuya solicitud de asilo no fue cursada por considerarla inaceptable ya no reciben el apoyo económico de las autoridades. Sólo pueden hacer uso de una ayuda de emergencia mínima, garantizada por la Constitución.
El objetivo de esta restricción es hacer que las personas rechazadas abandonen Suiza pronto y que los nuevos interesados en presentar su solicitud de asilo desistan de hacerlo, para reducir el número de expedientes inadmisibles. Esos objetivos se han cumplido, según indica un balance de la Oficina Federal de Migración.
La organización de ayuda de la iglesia católica, Caritas, uno de los grupos benévolos en la ayuda a los refugiados, reconoce que estas medidas, han provocado efectivamente que las personas cuyo expediente no fue admitido, abandonen más rápidamente el país.
Para Barbara Walter, directora de la obra social y la inmigración en Caritas, resulta inadmisible que Suiza ayude únicamente con lo mínimo absoluto a las personas en necesidad.
Otra constatación de Walter: en algunos cantones no es sencillo obtener incluso la ayuda de emergencia obligatoria, pues las entidades federativas helvéticas tienen prácticas muy distintas al respecto.
Ayuda poco solicitada
Una gran parte de las personas con casos inadmisibles para las autoridades de inmigración no han solicitado la ayuda de emergencia, o lo han hecho sólo durante un periodo limitado.
La Oficina Federal de Migración (OFM) informa que cerca de dos tercios de las personas que recibieron la decisión de “inadmisible” tras haber presentado su solicitud de asilo entre abril de 2004 y marzo de 2007 no acudieron para recibir ese respaldo mínimo.
Desde que únicamente se concede la ayuda de emergencia, el promedio del periodo de otorgamiento de ésta es de 143 días por persona. Lo que significa un lapso casi cuatro veces menor al promedio de estancia en Suiza que tenían las personas rechazadas y que aún recibieron la ayuda económica social que se entregaba de forma mensual y permanente.
En los casos vulnerables, por ejemplo de niños no acompañados, se otorga “la protección y el apoyo necesarios”, agrega la OFM.
En el tercer año de la supresión de la ayuda social se registraron 1.606 casos inadmisibles, es decir, 28% menos que en el ejercicio precedente.
El número de decisiones inadmisibles disminuyó a la mitad entre el primer y el segundo año de la aplicación de las nuevas reglamentaciones. En total se han ejecutado 8.291 decisiones con carácter de inadmisible en estos tres años.
Sin aumento de la criminalidad
La Oficina Federal de Migración indica que los temores de que creciera la delincuencia ante la supresión de la ayuda financiera fueron infundados. La prueba de ello es la reducción del número de personas cuya solicitud de asilo fue rechazada y que fueron interpeladas por haber cometido alguna infracción: de 1.895 a 1.690 del segundo al tercer año de la supresión de la ayuda social (-11%).
La portavoz de la OFM indicó a los medios este viernes que de los 8.291 expedientes calificados de inadmisibles entre abril de 2004 y marzo de 2007, se sabe con certitud que el 20% de las personas concernidas abandonaron el territorio suizo.
Caritas, por su parte, expresa su preocupación por la situación y paradero del restante 80%.
Costos para los cantones
En el ámbito financiero, las prestaciones cantonales dirigidas entre 2006/2007 bajo el rubro de ayuda de emergencia a las personas sometidas al nuevo régimen se elevaron a 5,5 millones de francos suizos. Las subvenciones federales cubrieron 3 millones y los cantones 2,5 milones.
Si esto se acentúa hay que detener la transferencia de cargas financieras a los cantones, dijo al respecto la presidenta de los directores cantonales de asuntos sociales, la senadora socialista por San Gall, Kathrin Hilber.
swissinfo y agencias
La ayuda para el retorno con incitaciones financieras se ha vuelto un elemento importante en la política migratoria de Suiza. De acuerdo a las autoridades, este apoyo resulta menos costoso que una estancia prolongada o un retorno forzado.
En septiembre de 2006, aproximadamente 68% de los ciudadanos suizos aprobaron en las urnas el endurecimiento de la ley de asilo, aceptando de esta forma la novena revisión de la legislación desde 1984.
De acuerdo a la nueva reglamentación, los solicitantes en espera de ser devueltos a sus países de origen pueden ser detenidos por un tiempo más prolongado. Aquellos cuya solicitud de asilo es inadmisible ya no tienen derecho desde hace tres años a recibir la ayuda social financiera por parte de las autoridades suizas.
El año 1999 registró una cifra récord en las solicitudes de asilo: 48.057 (30.100 provenientes de Serbia)
En 2004 fueron 14.250, 21.000 menos que en 2003.
En 2006, 10.537 solicitudes fueron presentadas ante las autoridades de migración, de las cuales, 19,5% fueron aceptadas.
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