La violencia conyugal será castigada de oficio
La Cámara Alta aprobó una iniciativa de ley que establece la persecución de oficio por agresiones físicas y violaciones en el seno de las parejas.
Hasta ahora, el seguimiento penal de ese tipo de infracciones sólo se produce bajo acusación.
El Consejo de los Estados (Cámara Alta) aprobó este lunes (22.09) por 28 votos, sin oposición, una modificación al Código Penal destinado a castigar judicialmente y de oficio a los responsables de violencia conyugal.
La iniciativa ya había sido aprobada el pasado mes de junio por la Cámara Baja (Consejo Nacional). La modificación del Código Penal otorgará a la justicia la responsabilidad de las diligencias penales.
Actualmente, las lesiones corporales simples, amenazas, coacciones sexuales y violaciones entre las personas que viven en pareja son perseguidas sólo si una de las partes presenta una denuncia judicial, previa constatación policial y médica.
«El temor de las represalias, el sentimiento de culpabilidad y la dependencia sentimental o financiera conducen a la gran mayoría de las víctimas a evitar los procedimientos penales, por lo que ese tipo de infracciones son raramente castigadas», señaló Hansruedi Stadler, uno de lo senadores que presentó el proyecto.
«Con la modificación al Código Penal adoptada por el Senado ha sido derrotado un tabú «, señaló Christiane Brunner, presidenta del Partido Socialista, y una de las promotoras de la inîciativa. “Violencia semejante no puede ser tolerada con el pretexto de que forma parte de la esfera privada», agregó.
Posibilidad de sobreseimiento
La modificación aprobada prevé un procedimiento de suspensión que permite a la víctima solicitar que su caso sea archivado, bajo determinadas condiciones.
Si en un plazo posterior de seis meses la parte acusadora no solicita la reapertura del proceso, la autoridad competente emitirá una orden definitiva de sobreseimiento.
Sin embargo, esa posibilidad de clasificar la denuncia será limitada. Será rechazada en caso de que responda a presiones ejercidas por parte del autor del delito. Además, no puede ser aplicada en los casos de violencia mayor, es decir, la coacción sexual y la violación.
El ejemplo de San Gall
La ley no resolverá por sí solo el problema de la violencia doméstica, recordó la ministra suiza de Justicia y Policía, Ruth Metzler, quien destacó la existencia de estructuras cantonales, como las oficinas de planeación familiar, de tutela o la policía, que tendrán un rol esencial en la lucha contra ese drama.
Antes de la modificación del Código Penal existía sólo el precedente del cantón de San Gall, donde es posible expulsar del hogar al miembro de la pareja que incurra en violencia. Para ello basta sólo una denuncia policial.
Cabe señalar que esta modificación de la ley ha sido posible gracias a dos iniciativas parlamentarias introducidas en 1996 por la ex legisladora ecologista Margrith von Felten. Después de 7 años de discusiones, las Cámaras adoptaron finalmente la norma jurídica que permite poner término a la impunidad de la violencia hogareña.
swissinfo y agencias
En Suiza una mujer sobre cinco es víctima de agresiones físicas o sexuales durante su vida conyugal o en pareja.
La modificación aprobada prevé un procedimiento de suspensión que permite a la víctima solicitar que su caso sea archivado, bajo determinadas condiciones.
Sin embargo, esa posibilidad de clasificar el caso es limitada. Será rechazada en caso de que responda a presiones ejercidas por parte del autor del delito.
La mujer en Suiza es a menudo víctima de las agresiones de su propia pareja. Pero, por temor, los actos no son denunciados a la justicia.
Ahora, los agresores serán perseguidos de oficio.
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