Los suizos en el coro mundial contra la guerra
En una de las mayores concentraciones que recuerde Berna, unas 40 mil personas unieron sus voces al concierto universal contra la guerra en Irak.
A través del mundo, millones de seres humanos manifestaron su repudio a las intenciones belicistas de Estados Unidos.
«Suiza debe pronunciarse en el marco de la Organización de las Naciones Unidas contra la guerra. El Gobierno debe convocar a los embajadores de Estados Unidos y Gran Bretaña y manifestarles su protesta», sentenciaron los organizadores de la parada que ocupó este sábado el corazón de Berna.
Al llamado de un centenar de organizaciones humanitarias, millares de personas desfilaron por el centro de la capital helvética con sus pancartas en ristre y una reivindicación que resonó a través de Berna, de Suiza, de Europa y del planeta entero: «¡No a la guerra en Irak, no a la sangre por petróleo!»
Frente al Palacio Federal, los manifestantes blandieron sus banderolas pacifistas mientras los oradores planteaban sus demandas: «Suiza debe rechazar cualquier forma de apoyo a los preparativos para la guerra, prohibir los vuelos en su espacio aéreo y suspender toda colaboración en materia de armamento con los países en guerra».
Una cita como pocas
Procedentes de diversos puntos de la geografía helvética, los contestatarios ganaron las principales avenidas del centro de Berna en la magna cita por la paz. Desde1983, cuando otro afán contra la guerra reunió a más de 50 mil personas, la ciudad no había visto otra concentración de esa envergadura.
Con el mercurio por debajo de cero y un cielo empecinadamente gris, los contingentes avanzaron hasta la sede del gobierno helvético para hacer llegar sus protestas, para exigir que Berna se mantenga al margen de una guerra que se desencadenaría contra el pueblo iraquí.
La discreta presencia policial resultó innecesaria. La manifestación de Berna fue una enorme reunión de familia en la que participaron jóvenes y viejos y en la que resonaron los rítmicos acordes de las tamboras junto al grito unánime contra la muerte y la destrucción.
El comité organizador de la manifestación helvética entregó a las autoridades un documento con ocho reivindicaciones, entre las cuales, el levantamiento del embargo contra Irak, el derecho a la autodeterminación de los pueblos de la región, la evacuación de los territorios palestinos por parte de Israel y la destrucción, en todo el mundo, de las armas de destrucción masiva.
Como epílogo de la masiva reunión en la capital helvética, más de tres mil globos con mensajes pacifistas surcaron los cielos por encima de la bóveda secular del Palacio de Gobierno.
Millones de contestatarios
En una jornada digna de inscribirse en los anales de la historia, millones de seres humanos ganaron las calles del mundo para unir sus voces en un concierto universal contra los afanes belicistas de la Casa Blanca.
Los medios informativos internacionales dieron cuenta de ríos humanos que se desbordaron a través de diversas ciudades del mundo entero para exigir que Estados Unidos dé marcha atrás en su porfiada decisión de atacar Irak.
En la capital de Gran Bretaña, cuyo primer ministro, Tony Blair se ha convertido en el aliado predilecto de George Bush, la protesta habría reunido a 750 mil ingleses, de acuerdo con la policía, más de dos millones según los organizadores, un hecho excepcional en una población más bien renuente a ganar la vía pública.
Y, en el mismo corte paradójico: Mientras José María Aznar, jefe de Gobierno de España flirtea con la política del Tío Sam, una muchedumbre insólita de más de tres millones de almas, según cifras del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), desfiló por las calles del país. Dos millones en Madrid y millón y medio en Barcelona.
Árabes y judíos marcharon por las calles de Tel Aviv. La protesta abrazó también las arterias de París, de Roma, de Berlín. Miles y miles de personas a través de Nueva Zelanda, Japón, Tailandia, Malasia, Atenas, Bagdad … apuntaron sus pancartas en una misma dirección: Washington, y con un mismo perdigón: «¡No a la guerra!»
Los países americanos se despiertan. Miles más de palomas blancas desde la propia Unión Americana, desde Canadá … procedentes del amplio espacio latinoamericano.
swissinfo, Marcela Águila y agencias
En 1992, unos 40 mil campesinos protestaron en diferentes ciudades suizas contra el acuerdo general del GATT
En 1983 una protesta pacifista reunió en Berna a más de 50 mil personas en la más nutrida manifestación que se recuerde en Suiza
Millones de personas se manifestaron en el mundo contra la guerra en Irak
Las protestas tuvieron lugar en Europa, Asia, Oceanía y América
Más de tres millones desfilaron en España y tres millones en Italia
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