Los suizos también abandonan Bagdad
Terminada la diplomacia, sobreviene el conflicto. La ONU evacua a sus empleados de Irak. Los Suizos se van también, con excepción del CICR y de las binacionales.
Pero el fiasco de las Naciones Unidas no impide a la organización permanecer inevitable, a falta de alternativa.
Washington «cerró la ventana de la diplomacia» y abrió la vía al conflicto. El ultimátum de 48 horas que lanzó el lunes (17.03) el presidente estadounidense George Bush a su homólogo iraquí, Sadam Hussein, convierte en ineluctable la guerra.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, no tenía otra elección que ordenar la evacuación de los inspectores en materia de desarme así como del personal de las agencias de las Naciones Unidas.
La ruta de Amán
Los diplomáticos son evacuados. Entre ellos, los dos representantes suizos de la oficina de enlace abandonaron Bagdad el martes por la mañana.
Christian Winter y Daniel Beyeler tomaron la ruta para Amán, en Jordania, en compañía de un periodista de la Radio Suiza de expresión francesa.
Tras las evacuaciones, sólo diez suizos permanecen en el lugar. A saber, dos colaboradores del CICR, un religioso establecido desde hace mucho tiempo en Irak, seis personas con la doble nacionalidad (suiza-iraquí) y un pacifista suizo, que decidieron quedarse.
Una calma engañosa
En suma. La diplomacia cerró la tienda. Sin embargo, aún no estalla la guerra.
En esta suerte de vacío, la calma que muestra la población iraquí esconde una sensación de malestar y de impotencia, según los términos empleados por un corresponsal de la televisión suiza de expresión alemana.
«Los iraquíes están perfectamente conscientes del peligro. Están persuadidos de que no tienen ninguna posibilidad de incidir sobre el curso de las cosas y no dudan de la inminencia de la ofensiva. Saben que pagarán el precio de las decisiones de Washington», narra Ulrich Tilgner.
El periodista agrega que los iraquíes se preparan desde hace seis meses para la guerra y han guardado provisiones, al menos, los que cuentan con los recursos necesarios.
Vivir con la ONU y reformarla
La guerra, que se antoja ahora más próxima, marca el fracaso de la vía diplomática de la ONU. Este martes, la ministra de Exteriores lamentó el «debilitamiento» de las Naciones Unidas.
Sin embargo, ¿ese fracaso anuncia el fin de las Naciones Unidas? Profesor honorario del Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra, Curt Gasteyger, no lo cree así.
El especialista en políticas de seguridad recuerda que la ONU ha quedado fuera de la jugada en diversas ocasiones durante crisis graves.
«Y, debemos vivir con las Naciones Unidas mientras no haya una alternativa creíble y eficaz», asegura.
«Lo que es nuevo -añade- es el unilateralismo de Estados Unidos que, dado su poder, puede pasar por alto las Naciones Unidas si lo juzga necesario».
Considera asimismo que, con su composición actual, el Consejo de Seguridad ya no representa un mundo globalizado con 190 actores.
Curt Gasteyger estima que hay que reformar profundamente a las Naciones Unidas «para que puedan responder mejor a los desafíos del Siglo XXI y devengan globales en el sentido político y estratégico»
swissinfo, Adam Beaumont, Frédéric Burnard, Isabelle Eichenberger
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