Luz verde a la firma cibernética

Una ley permitirá en el futuro que las firmas electrónicas sean reconocidas de la misma forma que las manuscritas.
Las últimas divergencias que al respecto tenían las dos cámaras del Parlamento helvético fueron resueltas. La ley deberá entrar en vigor en 2005.
La Cámara del Pueblo (Cámara baja) finalmente aceptó el texto de ley este martes, por 89 votos a favor y 85 en contra.
Los diputados suizos debieron atenuar su postura en torno a la responsabilidad en caso de utilización abusiva de la firma electrónica.
En la primera revisión de la ley, la Cámara baja – a petición del gobierno- se mostraba más exigente. En caso de reclamo, el propietario de la firma debía aportar pruebas de que hizo todo lo posible para evitar el abuso.
En el texto aceptado esas pruebas no son necesarias. El titular de la firma sólo debe comprobar que tomó las medidas de seguridad pertinentes.
Transacciones facilitadas
Por 104 votos contra 64, el Consejo Nacional renunció a introducir disposiciones penales en la ley. Esas sanciones se consideraron superfluas ya que el Código Penal prevé medidas al respecto, argumentó el radical zuriqués Felix Gutzwiller, en nombre de la comisión que analizó el texto de ley.
Además, los afectados pueden abrir acciones en el marco de la responsabilidad civil.
El objetivo concreto de la nueva legislación es facilitar el intercambio comercial a través del correo electrónico, un petición solicitada, sobre todo, por los círculos económicos.
La firma digital funciona con dos llaves: una secreta y una pública. Con la clave secreta será firmado el documento. Y con la clave pública el receptor podrá verificar la identidad del titular de la firma.
Las partes signatarias del contrato realizado por Internet deberán ser claramente reconocibles.
Y ambas partes podrán también controlar que no haya modificaciones en el texto después de signarlo.
La entrega de las claves será competencia de los futuros servicios de certificación, que deberán tener, obviamente, un reconocimiento legal.
Pese a la nueva ley, actas oficiales como testamentos o ventas de inmuebles requerirán de una firma manuscrita y no virtual, es decir, a la manera tradicional.
Estrategia del e-gobierno
La ley en torno a la firma electrónica forma parte de la estrategia en materia de ciberadministración, aceptada por el gobierno suizo en febrero del 2002.
Esta estrategia busca favorecer la transparencia y la confianza de la población hacia las actividades del gobierno y la administración.
Dos ejes en ese sentido serán desarrollados: el enlace virtual www.ch.ch, que comunica las redes de las administraciones comunales, cantonales y federales, además del voto electrónico (que hasta ahora sólo se ha utilizado en el cantón de Ginebra).
Fuera de las fronteras helvéticas, países como Finlandia, Bélgica, Italia, Estonia y Austria cuentan ya con una tarjeta de identificación digital.
Austria es el más reciente ejemplo. Este país, desde febrero de 2003, expide a sus ciudadanos una nueva “carta de identificación” electrónica.
Esta firma digital está integrada a una tarjeta y equivale a una firma manuscrita, verificada por el registro central de identificación de ciudadanos austriaco.
swissinfo y agencias
La firma digital funcionará con dos códigos, uno secreto y otro público.
Con el código secreto se firma el documento, con el público el receptor verifica la identidad del signatario.

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