Suiza tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo y es, al mismo tiempo, uno de los países más progresistas en relación con el suicidio asistido.
Cualquier fallecimiento debe notificarse —en el plazo de dos días— al Registro Civil del lugar de residencia. En caso de que la persona muera en su domicilio, habrá que llamar a un médico para que confirme el fallecimiento y expida un certificado de defunción. Mientras no se comunique la muerte a las autoridades no se podrá enterrar ni incinerar el cadáver.
Cuando muere una persona extranjera no domiciliada en Suiza y que no ha notificado su llegada al Registro de Residentes, hay que comunicarlo al Registro Civil del lugar en el que dicha persona ha fallecido. También hay que informar del deceso a la embajada o al consulado del país de origen.
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¿Qué pasa cuando un vacacionista muere en Suiza?
Cuando alguien suizo fallece en el extranjero, para que en Suiza se modifique el registro del municipio de origen hay que enviar una copia del certificado de defunción a la representación suiza en el país.
En caso de muerte, los familiares del fallecido suelen ponerse en contacto con una empresa funeraria para que organice el entierro según los deseos de la persona fallecida, la voluntad de la familia y los medios económicos disponibles.
La incineración y la inhumación son los dos métodos de entierro más comunes. En el primer caso, las cenizas se recogen en una urna que los familiares pueden depositar en un cementerio, conservar en casa o esparcir en un jardín in memoriam. En el segundo caso, el cuerpo se coloca en un ataúd y se entierra en un cementerio.
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Así mueren los suizos
Suiza hoy cuenta con una de las esperanzas de vida más altas del mundo al nacer: 85 años para las mujeres y 81 años para los hombres.
Suicidio asistido
Ayudar a morir a una persona por razones altruistas está aceptado en Suiza. El Código Penal solo condena el suicidio asistido por motivos egoístas.
El suicidio asistido debe limitarse a la asistencia (normalmente mediante la entrega a la persona que desea morir de una sustancia letal que ella misma traga o se inyecta). Sigue estando prohibida la eutanasia activa.
Exit —la principal organización de suicidio asistido— acompaña en sus últimos momentos a unas 1 000 personas al año. Solo asiste a personas al final de su vida o a quienes padecen una enfermedad incurable, un sufrimiento insoportable o una polipatología incapacitante relacionada con la edad. Y siempre a condición de que dichas personas conserven su capacidad de discernimiento (distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, lo conveniente de lo inconveniente).
Las personas extranjeras también pueden acudir a Suiza para acabar con su vida. La asociación de suicidio asistido Dignitas —activa a nivel internacional— informa que, en 2019, más del 90 % de sus miembros no eran de nacionalidad suiza.
Pensiones de sobrevivientes
Bajo determinadas condiciones, la mujer, el marido y los hijos de una persona fallecida pueden recibir una pensión de sobrevivientes. La cuantía de la pensión dependerá sobre todo de la cantidad de años que la persona fallecida haya cotizado al seguro de vejez y supervivencia (AVS), así como de sus ingresos por trabajo remunerado.
Los cónyuges no casados (as) no pueden recibir renta de sobrevivientes. Aquellos (as) en pareja de hecho solamente pueden obtener esa renta si tienen hijos menores de 18 años.
Más información sobre el tema de los decesos
Pro Senectute: procedimiento en caso de decesoEnlace externo
Oficina Federal de Estadística: fallecimientos en Suiza y sus causasEnlace externo
Oficina Federal de Justicia: formas de asistencia para la muerte permitidas en SuizaEnlace externo
Web oficial ch.ch: pensiones de supervivencia Enlace externo
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