Más control a la inmigración ilegal
Considerando que la migración ilegal aumenta los problemas de criminalidad y de trabajo negro, las autoridades preconizan controles más severos.
Pero estas proposiciones, publicadas este martes en Berna, provocan cierto escepticismo en los medios concernidos.
Como era de esperar, no existen datos precisos sobre la población «de la sombra en Suiza», estimada entre 50.000 y 300.000 ilegales. Se trata de las personas que menciona el informe publicado este martes en Berna.
El estudio de 92 páginas fue realizado por la Oficina Federal de la Inmigración, Emigración e Integración (IMES), Oficina Federal de Refugiados (OFR), Oficina de Policía Federal y Dirección General de Aduanas, a petición del nuevo ministro de Justicia y Policía, Christoph Blocher.
La seguridad en cuestión
El informe que no aporta nada de nuevo. Pero a juicio de Eduard Gnesa, director de IMES, «da por primera vez una visión de conjunto de todos los problemas que provoca la inmigración ilegal».
Por su parte, Jürg Schertenleib, de la Organización Suiza de Ayuda a los Refugiados (OSAR) lamenta que «este informe vea las cosas sólo de un solo punto de vista e ignore totalmente las cuestiones de integración».
«Suiza ya forma parte de los últimos países europeos en materia de restricciones. Si continúa no responderá a los estándares internacionales», declaró a swissinfo.
Eduard Gnesa responde: «Debemos cercar a los problemas reales de este país, y queremos que los extranjeros que vienen aquí se sometan a nuestras leyes».
Las autoridades federales concernidas juzgan que la presencia de esta población clandestina aumenta los problemas causados por la criminalidad, el trabajo negro, la prostitución, así como las dificultades de devolución de los extranjeros a sus respectivos países.
Controles más severos
El ministerio de Christoph Blocher propone mayor número de medidas coercitivas para frenar la inmigración ilegal. De hecho, desde que asumió su cargo, en enero pasado, el consejero federal (ministro) ha anunciado en varias oportunidades su intención de trabajar en esa dirección.
Sobre el tema de las medidas prioritarias, los servicios involucrados piden por ejemplo un fortalecimiento de los controles en la frontera, en los aeropuertos y dentro de los cantones.
Otra propuesta, la creación de un nuevo documento de identidad para los extranjeros, más difícil de falsificar, la detención a causa de insumisión a la autoridad, o el cumplimiento de las condenas en los países de origen de los extranjeros.
La hipocresía del trabajo negro
Jean Michel Dolivo, abogado de Lausana y miembro de la Asociación de los indocumentados de Suiza, denunció la hipocresía del asunto: “Mientras la economía necesite de esta mano de obra barata y manejable, es absurdo combatir a los clandestinos y el trabajo negro.”
El informe publicado el martes se basa en un estudio universitario según el cual 90.000 clandestinos trabajan en Suiza, lo que representa un aumento del 25% en relación a 10 años atrás.
Los clandestinos trabajan esencialmente en los sectores básicamente débiles, como la agricultura, hotelería, restauración, construcción, tareas domésticas y prostitución.
Anne-Catherine Ménétrey, diputada ecologista, es también crítica: «hay que regularizar la situación de los extranjeros que trabajan clandestinamente y que desde hace muchos años no suelen beneficiase de toda la protección de la Seguridad Social».
La campaña de Blocher
Para Jean Michel Dolivo, se trata de una » campaña ideológica lanzada por Christoph Blocher sobre la cual el partido, de la Unión Democrática del Centro (UDC derecha dura), edificó su éxito sobre la base de un discurso xenófobo.”
» Hizo campaña en nombre de la UDC para presentar la migración como un fenómeno únicamente negativo e ilegal. Ahora que está en el gobierno, continúa, esta vez en nombre del gobierno «, declaró a swissinfo.
Este informe aparece precisamente en el momento en que, sobre el plano legislativo, el Parlamento está discutiendo las nuevas leyes sobre el asilo, los extranjeros y el trabajo negro.
Mientras que el Consejo Nacional (cámara baja) aceptó las tres leyes, el Consejo de los Estados (cámara alta o Senado) deberá pronunciarse este otoño.
Todas apuntan a más severidad, como lo lamenta Anne-Catherine Ménétrey: » Es espantoso porque estas nuevas leyes quieren aumentar las medidas de coacción y de represión. «
Y de recordar que Christoph Blocher anunció que iba a proponer medidas todavía más severas en el momento del debate en el Senado.
swissinfo
En 2003, 8.200 personas intentaron cruzar la frontera ilegalmente.
– Anualmente, 100.000 personas son expulsadas.
– Según la policía, 90% de solicitantes de asilo ingresan clandestinamente.
– Entre 50.000 y 300.000 se estima el número de ilegales.
– 90.000 extranjeros hacen trabajo clandestino.
En un informe de 92 páginas, 4 servicios federales piden reforzar las medidas para luchar contra inmigración ilegal.
– El problema causado por los ilegales se refiere al trabajo negro, criminalidad y el costo de los abusos.
– El Gobierno prevé reforzar los controles en las aduanas.
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