Nuevo boom de la venta suiza de armas
Los índices crecientes de inseguridad e inestabilidad política en el mundo hacen de este negocio un nicho rentable para las exportaciones.
La “venta fácil” de armas ha sido cuestionada desde la oscura época del nazismo; ahora, la adhesión al espacio Schengen cambiaría las reglas del juego.
Suiza vendió armas y material de guerra al mundo por 402,4 millones de francos suizos durante el 2004.
La cifra pasa prácticamente desapercibida con respecto al volumen total de las exportaciones nacionales (sólo 0,27% del total); pero no así la tendencia alcista que experimenta la venta de armas desde el año 2000, establece la Secretaría de Estado de Economía (seco).
Y para poner estas cifras en contexto hay que decir que la fabricación de vehículos blindados es la explicación central del nuevo boom que vive este sector, pues representa 42% de sus ventas.
Los principales compradores de piezas blindadas son España, 43 millones de francos suizos; Irlanda, 42,5 millones; y, curiosamente, Botswana, 60,8 millones.
Sin embargo, existe otro 58% que nada tiene que ver con los autos “a prueba de todo”, sino con armas y municiones vendidas lo mismo a un cazador de liebres o jabalíes que a otros gobiernos para someter guerrillas o resolver asuntos internos (aunque Suiza tiene prohibido vender armas a cualquier país en guerra).
Entre los adquirentes de armas destacan Alemania, 66 millones de francos; y Estados Unidos, 34 millones; y los Emiratos Árabes Unidos, 13 millones.
Suiza dispone desde 1996 de una ley sobre material de guerra. Esa legislación no controla únicamente el material de guerra propiamente dicho, sino que también incluye a los equipos especialmente destinados a la instrucción de tropas.
El propósito es impedir que los artefactos fabricados para esa tarea sean modificados con fines bélicos. El material controlado por esta ley no puede ser exportado a países en guerra.
El rostro comprometido
Fabricar y vender material de guerra siempre tiene un rostro comprometido.
A lo largo de su historia, Suiza se ha caracterizado por una política exterior de carácter neutral, que la mantiene al margen de los conflictos que han marcado el devenir universal.
Sin embargo, su participación silenciosa durante la II Guerra Mundial -vía la venta de armas a los alemanes- ha sido abiertamente criticada dentro y fuera del país.
Un ejemplo concreto. En 1997, Mauro Cerutti, investigador de los archivos suizos de la II Guerra Mundial, abrió la caja de Pandora al revelar que Suiza exportó a lo alemanes casi 70% de las armas que produjo entre 1940 y 1944, lo que le reportó ganancias superiores a los 1.000 millones de francos suizos.
Hace ocho años, el gobierno suizo respondió que el país tuvo que comerciar con Hitler porque “necesitaba alimentos y combustible para sobrevivir”.
Suiza realizaba el mismo intercambio comercial con los países aliados.
Ventas a América Latina
Aunque a una escala mucho menor, de los 59 países que actualmente importan armas de la Confederación Helvética, hay cinco de origen latinoamericano, según datos de la Seco a diciembre del 2004: Chile, 644.200 francos suizos; República Dominicana, 340.628 francos suizos; Brasil, 104.481 francos; Argentina, 19.400 francos; y Uruguay, 6.300 francos.
El ginebrino Jean Ziegler, relator especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para la alimentación, exdiputado demócrata y profesor de la Universidad de Ginebra –autor del libro “Suiza lava más blanco”- lleva más de una década denunciando los riesgos de la exportación de armas.
A juicio de Ziegler, la lista de “acciones éticamente indebidas” por parte de Suiza es larga. De hecho, se extiende también a la exportación de otros bienes que no son considerados “armas”, pero que son tanto o más peligrosos.
“Por ejemplo, la venta de aviones Pilatus (en pasadas épocas de inestabilidad política)a los gobiernos de México, Bolivia, Indonesia o en su momento a Estados Unidos (para Vietnam) «.
“Aparatos que salieron de aquí como aviones civiles de entrenamiento que luego fueron fácilmente artillados. El objetivo era utilizarlos para combatir las guerrillas, ya que son capaces de volar a ras de los árboles y ametrallar de forma muy poderosa”, concluye.
A raíz de denuncias como ésta, el gobierno suizo dispuso condiciones técnicas más severas para impedir que ello ocurra. No obstante, a muchos les gustaría endurecer más la legislación en la materia.
La política Schengen
El comercio con armas suizas ha enfrentado restricciones mínimas durante décadas, pero esta situación podría modificarse radicalmente ante la nueva relación que tiene Suiza con la Unión Europea.
Concretamente, el adherirse al espacio Schengen –que incluye a todos los países de la UE salvo a Irlanda y Reino Unido- favorecería la libre circulación de personas (al suprimir controles fronterizos) y permitiría una mejor cooperación policíaca y judicial entre Suiza y los europeos –tema que interesa mucho a la Confederación Helvética-, pero el asunto también tendría implicaciones en el tema de las armas.
Este asunto disgusta a aquellos que piensan distinto a Ziegler o Cerutti.
Por ejemplo, el Comité por el libre derecho a la compra de armas, llamado proTELL, afirma que Schengen cambiará las reglas del juego.
“Habrá sólo autorizaciones excepcionales; quedará prohibida también la posesión de municiones especiales; introducirá un registro de armas; y exigirá la solicitud de un permiso especial de posesión para aquellos que heredan alguna”.
Esto es, para hacer compatibles los acuerdos de Schengen con la legislación suiza de armas, esta última tendría que revisarse y endurecerse a tal grado que sólo los cazadores y tiradores tendrían derecho a portar armas, acotan.
De ahí que, mientras las cifras relacionadas con la exportación de armas sigue en escalada, las asociaciones que defienden el libre comercio de armas se encuentran en un intenso proceso de recopilación de firmas para solicitar un referéndum que conduzca a los suizos a votar el próximo 5 de junio si apoyan o no Schengen con todas sus implicaciones.
swissinfo/Andrea Ornelas
En 2004, los cinco principales compradores de armas o material de guerra producido en Suiza fueron:
· Alemania, 66 millones de SFR
· Botswana, 60 millones de SFR
· España, 43 millones de SFR
· Irlanda, 42 millones de SFR
· Estados Unidos, 34 millones de SFR
· Las venta de armas y material de guerra suizos ha crecido de forma constante desde el año 2000, aunque resulta menos del 1% de las ventas totales que realiza al exterior.
· Hasta hoy, en Suiza existe una gran flexibilidad en materia de comercio de armas, que pueden ser adquiridas por particulares con menos restricciones que en otros países.
· La incorporación de Suiza al espacio Schengen fortalecería el intercambio de información policíaca y judicial con la mayoría de los países de la Unión Europea, pero implicaría también nuevas reglas, mucho más estrictas, para la venta de armas.
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