¿Obstáculo suizo en la futura gobernanza paquistaní?
Perseguida por corrupción y lavado de dinero, Benazir Bhutto acaba de ser amnistiada por el régimen paquistaní. Empero, Ginebra mantiene la acusación en su contra.
El retorno a su país de la probable futura primera ministra de Pakistán está previsto para el 18 de octubre. ¿La justicia ginebrina, que bloqueó 12 millones de dólares en relación con su caso, será el aguafiestas?
En algunas semanas, Daniel Zappelli, procurador general de Ginebra, podría confrontar un dilema importante: ¿hay que enviar o no a una mujer política de primerísimo plano ante la Corte cuando acaba de ser amnistiada en su propio país?
Pero, por otra parte, la justicia ginebrina bloqueó las cuentas de la familia Bhutto en respuesta a una solicitud de la República Islámica de Pakistán, presentada en noviembre de 1997 ¿Motivo? Sospecha de enriquecimiento ilícito mediante la concesión de operaciones públicas a cambio de sobornos.
Dos sociedades suizas, la Société Générale de Surveillance (SGS) y la Cotecna, obtuvieron importantes contratos en Pakistán en 1994.
Expediente en manos del fiscal de Ginebra
Para los tres jueces ginebrinos de instrucción que se han hecho cargo del expediente en los últimos diez años, Daniel Devaud, Christine Junod y Vincent Fournier, Benazir Bhutto y su marido percibieron 12 millones de dólares de cuentas abiertas en Suiza y pertenecientes a sociedades registradas en las Islas Vírgenes y en Panamá.
El antiguo primer ministro paquistaní adquirió incluso un adorno de un valor de 117.000 libras esterlinas (280.000 francos) a la cuenta de una de esas sociedades ‘offshore’.
Vincent Fournier confirma que trabaja actualmente en la comunicación de la Fiscalía. El expediente Bhutto estaría por llegar a la oficina del procurador de Ginebra.
Acusados de actos de lavado de dinero ‘simple’, Benazir Bhutto y su marido recibieron en 2004 una inculpación de lavado de dinero ‘por oficio’ (en forma regular) matiz que impide la prescripción.
Asif Zardari, marido de Benazir, un tiempo ministro de inversiones exteriores, fue apodado ‘Mister 10%’, debido a las comisiones que se atribuía de los contratos estatales.
Una amnistía criticada en Suiza
«Es gracioso comprobar que durante diez años, Pakistán no dejó de insistir en que se hiciera justicia. ¡Y ahora, con ocasión de una alianza política, la Señora Bhutto goza de una amnistía!», destaca Vincent Fournier.
Esta amnistía tampoco es una muy buena noticia para Dominique Henchoz, la abogada en Ginebra de la República Islámica de Pakistán. ¿Islamabad va a pedirle retirar las diligencias?
«Hay que esperar, dice, a conocer la formulación exacta utilizada en el decreto de reconciliación nacional. Puesto que ¿hablar de amnistía no significa que hubo antes acto de corrupción?»
Por su parte Benazir Bhutto, que pasa su exilio desde 1999 entre Dubai y Londres, estuvo tres veces en Ginebra. Insiste en negar totalmente los hechos que le son imputados. ¿Va a reclamar ahora la restitución de los 12 millones de dólares? ¿Cuál será, en ese caso, la actitud de Suiza?
Para Alec Reymond, defensor de Benazir Bhutto, la situación se clarifica: a partir del momento en que ya no hay crimen de origen «no puede haber blanqueo. Nos encaminamos pues hacia el fin del procedimiento ginebrino».
En Suiza, la justicia es independiente
Desde su embajada instalada – como otras misiones – en el vasto enclave diplomático, oasis de calma en el corazón de la capital paquistaní, Markus Peter, el nuevo embajador, no se muestra excesivamente inquieto.
«Me espero a que nos planteen preguntas, pero pienso poder explicar que el Ministerio de Exteriores no está directamente concernido por este expediente. En Suiza, la justicia es independiente», subraya este experimentado diplomático.
No obstante, no faltarán presiones. Podrían proceder, en primer lugar, de Estados Unidos. Los estadounidenses presionaron al jefe de Estado, el general Pervez Musharraf, en el poder desde un golpe de Estado en 1999 y reelecto presidente el sábado pasado, para que permita el retorno de Benazir Bhutto.
Washington considera que debido a la degradación de la situación en Pakistán, la llegada de una mujer como primera ministra atenuará la imagen desastrosa de esta dictadura militar.
Perseguida por corrupción y blanqueo, la responsable del Partido Popular de Pakistán (PPP) – cuya vuelta está anunciada para el 18 de octubre – exigía ser amnistiada antes de firmar un acuerdo de ‘reconciliación nacional’ con Pervez Musharraf.
swissinfo, Ian Hamel de regreso de Islamabad
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
1994 la SGS y la Cotecna firman contratos con Pakistán.
1997 Solicitud de asistencia judicial mutua presentada por Pakistán a Suiza. 1998 Benazir Bhutto y su marido son inculpados en Pakistán y en Suiza.
1999 La pareja es condenada a 5 años de prisión en Lahore (Pakistán).
2001 La Corte Suprema interrumpe el juicio.
2004 La pareja es inculpada de blanqueo por oficio en Ginebra.
2007 Benazir Bhutto es amnistiada en su país.
Pervez Musharraf, recién reelecto presidente de Pakistán, firmó el viernes pasado un ‘decreto de reconciliación’ que abre la vía a un acuerdo de división del poder con la otrora Primera ministra en el exilio, Benazir Bhutto.
Benazir Bhutto podría recuperar el puesto de Primera ministra, gracias a una alianza de su partido con del general Musharraf, en las elecciones legislativas previstas para principios de 2008.
Benazir Bhutto procede de una muy rica familia de la provincia de Sind y es hija del antiguo Primer ministro Ali Bhutto, ahorcado por los militares en 1979.
Benazir Bhutto fue Primera ministra dos veces, de 1988 a 1990, y de 1993 a 1996. Era la primera vez que una mujer dirigía ese país musulmán de 160 millones de almas.
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