Palestina ¿Y si Israel quisiera desentenderse?
A falta de un acuerdo de paz, Israel podría endosar el problema palestino a Egipto y Jordania. Una hipótesis plausible, según Pascual de Crousaz.
El especialista en el Cercano Oriente recuerda que esa opción fue evocada de manera reciente por Israel a propósito de la Franja de Gaza, cuya situación moviliza al Consejo de los Derechos Humanos.
A solicitud de los países musulmanes, de los grupos africano, árabe y de los no alineados, el Consejo de los Derechos Humanos mantiene este jueves una reunión especial sobre la Franja de Gaza.
Los países musulmanes deben presentar un proyecto de resolución sobre la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
Pascual de Crousaz, especialista ginebrino en el Cercano Oriente, analiza las consecuencias de esa ofensiva militar.
swissinfo: ¿El gobierno israelí es sensible a las críticas que pueda hacer el Consejo de los Derechos Humanos?
Pascual de Crousaz: En la concepción israelí del mundo está la idea de que buena parte de los países le es hostil y que su gobierno debe ante todo preocuparse por su propia población. El respeto del derecho humanitario, tal como es comprendido en el exterior, pasa al segundo plano.
Pero hay también una cierta inquietud de que Israel se encuentre un día u otro en la posición de Serbia durante la guerra de Bosnia y de que militares israelíes o responsables políticos sean acusados por la justicia internacional. Y eso, mientras que una parte de la población israelí pide medidas extremas, como ahora en contra de la Franja de Gaza.
swissinfo: ¿La ofensiva del último fin de semana no crea dudas sobre la voluntad efectiva de Israel de lograr un acuerdo de paz?
P. D. C.: La primera preocupación del gobierno es responder a las expectativas de los israelíes en materia de seguridad. Los tiros de cohetes palestinos, aunque provocan sólo pocas víctimas y daños, ponen el gobierno en una situación insostenible en momentos en que su popularidad ya era débil.
Estos tiros provocan un gran estrés entre la población. Ningún gobierno del mundo podría permanecer con los brazos cruzados frente a ese tipo de agresión. Israel reaccionó de manera espectacular y devastadora, aunque la operación no produce ningún resultado militar tangible.
Pero esta operación no presagia nada de la voluntad de Israel por negociar. Como lo había señalado el antiguo primer ministro, Itzhak Rabin, se trata de negociar la paz, como si no hubiera violencia y de luchar contra esa violencia, como si no hubiera negociaciones. El gobierno israelí está actualmente en este tipo de lógica.
En el seno mismo del gobierno israelí, hay oposición a las concesiones indispensables para conseguir un acuerdo de paz, como conceder la soberanía palestina a los barrios árabes de Jerusalén. La coalición en el poder probablemente volaría en pedazos si se hicieran tales concesiones.
Los israelíes se preguntan qué precio están dispuestos a pagar por un acuerdo de paz.
swissinfo: Las cancillerías árabes dudan sobre el éxito de un acuerdo de paz. Algunas piensan que Israel buscaría endosar la Franja de Gaza a los egipcios y Cisjordania a los jordanos. ¿Qué crédito merece esta hipótesis?
P. D. C.: Esa interpretación no carece de lógica. En principio hay un hecho objetivo. La manera en que Israel llevó el precedente proceso de paz y reaccionó luego a la 2ª. Intifada ha atomizado completamente y prácticamente destruido un poder palestino ya poco inclinado a controlar a sus elementos radicales, opuestos al proceso de paz. La política dirigida contra Yasser Arafat no cambió.
De ahí que todos aquellos que en Israel se oponen a pagar el precio de un acuerdo de paz con los palestinos puedan argüir que no hay contraparte palestina para hacer respetar los eventuales acuerdos. De hecho, Mahmoud Abbas prácticamente sólo se representa a sí mismo y a algunos fieles. Su poder no se extiende más allá de los límites de su oficina o de Ramallah.
El gobierno de Israel está convencido de que el ‘statu quo’ actual no puede durar mucho tiempo, por razones demográficas. En un primer momento había contemplado retiradas unilaterales, como en Gaza. Pero con los tiros contra Israel desde la Franja de Gaza, es claro que sin acuerdo de paz, esos retiros no resuelven nada.
La tentación es pues grande para Israel de volverse hacia los Estados vecinos – Egipto para la Franja de Gaza y Jordania para Cisjordania – para entregarles las llaves de la zona. Tras la apertura con explosivos del muro que separa Egipto de la Franja de Gaza por el Hamas palestino, algunos responsables israelíes dijeron abiertamente que Egipto debía ocuparse de la Franja de Gaza.
Esta oscilación de la política israelí entre una solución de autonomía para los palestinos y una descarga del asunto en los Estados vecinos remonta a 1967, al principio de la ocupación de Cisjordania y de Gaza por Israel, en respuesta a la guerra de los 6 días.
Empero, no es para nada seguro que Egipto y Jordania quieran prestarse a ese juego.
Entrevista swissinfo: Frédéric Burnand, Ginebra
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
«La situación de la población civil en la Franja de Gaza es insostenible. De manera general, se trata de poner fin a los ataques indiscriminados contra la población civil, de congelar el avance de las colonias y de respetar la libertad de movimiento.
El Acuerdo del 15 de noviembre de 2005, que reglamenta los desplazamientos y el pasaje, es el documento de referencia para la gestión del acceso y debería ser revitalizado con urgencia.
Suiza considera que incumbe a este Consejo abordar la situación porque es grave y requiere toda nuestra atención».
Declaración de Micheline Calmy-Rey en la apertura del Consejo de los Derechos Humanos el 3 de marzo de 2008.
El Consejo de los Derechos Humanos aborda este jueves los ataques israelíes contra la Franja de Gaza. Un proyecto de resolución presentado por Pakistán condena los ataques israelíes en los Territorios ocupados.
El texto exige «el cese inmediato de todos los ataques militares israelíes en los Territorios ocupados así como los tiros de cohetes de combatientes palestinos, que provocaron a la muerte de dos civiles y heridos en el sur de Israel».
La adopción de esta resolución, al término de los debates del día, es indudable. Dispone de un amplio apoyo entre todos los países no alineados, árabes y africanos. Algunos países europeos no se opondrían dado que el texto también menciona los ataques palestinos.
El documento exhorta a todas las partes a respetar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario y a evitar recurrir a la violencia contra las poblaciones civiles. Pide al Alto Comisario de los Derechos Humanos informar, en la próxima sesión del Consejo, sobre los avances en la aplicación de la resolución.
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