Primer paso hacia la naturalización facilitada
El Parlamento finalizó la revisión del derecho de la nacionalidad. Pero el pueblo tendrá la última palabra.
El Consejo Nacional (Cámara Baja) renunció inscribir en la ley el derecho de apelación contra el rechazo de la naturalización. Las nuevas modificaciones beneficiarán además a los descendientes.
Los diputados del Consejo Nacional (Cámara Baja) corroboraron la decisión aprobada por los senadores del Consejo de los Estados (Cámara Alta) de no incluir en la ley la posibilidad de recurso ante un rechazo de naturalización de un extranjero.
Los parlamentarios consideraron que la decisión del Tribunal Federal adoptada el mes de julio pasado es suficiente.
Cabe recordar que el Tribunal Federal tuvo que pronunciarse sobre 5 casos de naturalización que los habitantes de la pequeña comuna de Emmen (Lucerna) habían rechazado en votación popular realizada en marzo del 2000.
En esa ocasión los magistrados de la Corte Suprema helvética estimaron que las naturalizaciones a través de las urnas eran contrarias a la Constitución. Desde entonces esa decisión es considerada como un caso de jurisprudencia.
Cambio de situación
Para el diputado radical del cantón del Valais Charles-Albert Antille la decisión del Tribunal Federal cambió la situación. En efecto, los jueces admitieron de hecho la existencia de un recurso en materia de naturalizaciones, por lo que no es necesario inscribirla en la nueva ley.
La jurisprudencia del Tribunal Federal volverá a ser discutida en el contexto de la nueva revisión de la ley que reglamenta las posibilidades de apelación ante la Corte Suprema.
Corresponderá ahora a los cantones adaptar sus legislaciones a la nueva jurisprudencia.
Cabe recordar que los senadores de la Cámara Alta ya admitieron, el pasado martes, que el Tribunal Federal debería intervenir sólo si es violado el principio de no discriminación.
Dos modificaciones importantes
Los diputados aprobaron tácitamente las últimas divergencias que existían en torno al derecho de la nacionalidad. Dos novedades importantes figuran desde ahora.
Primero, la nueva ley prevé acordar la nacionalidad a los hijos de la tercera generación nacidos en Suiza, a menos que los padres se opongan.
Enseguida, bajo diferentes condiciones, permitir a los jóvenes de la segunda generación obtener de manera más fácil el pasaporte suizo.
Cabe destacar que, según el nuevo derecho, los extranjeros podrán beneficiarse de un procedimiento simplificado para formular una solicitud de naturalización ordinaria facilitada, especialmente en lo referente a costos y trámites.
Pero el tema no está del todo finiquitado. La última palabra la tendrán el pueblo y los cantones, porque la revisión de la ley implica un cambio en la Constitución. Es decir que los opositores podrán convocar a un referéndum en el plazo de dos años.
Es el recurso que la derechista Unión Democrática de Centro (UDC) desea utilizar, pues a juicio de ese partido, el pueblo es el que debe decidir en última instancia si se otorga o se rechaza la naturalización a los extranjeros.
La UDC considera además que con la revisión aprobada se está cometiendo un verdadero sacrilegio contra la nacionalidad suiza, ya que en virtud de la nueva ley “podrá ser otorgada a cualquiera”, afirma en un comunicado.
Posibilidad para los descendientes
Cabe señalar que la revisión aprobada otorga igualmente derechos a los descendientes de suizos en el extranjero. De esta forma los hijos de padres de origen suizo que perdieron la nacionalidad helvética por no haber sido anunciado a las autoridades suizas en el extranjero, podrán solicitarla mediante una demanda de naturalización facilitada, o presentar una solicitud de reintegración ordinaria.
Los interesados deberán probar sus lazos con Suiza, hablar al menos uno de los cuatro idiomas nacionales y probar alguna participación en las organizaciones de suizos en el país de residencia.
En este sentido, la modificación más importante se refiere a la eliminación de la exigencia de residir al menos tres años en Suiza para los descendientes que presenten una solicitud de reintegración.
Otro aspecto de la nueva ley es que otorga la posibilidad de naturalización facilitada para aquellos descendientes de padres suizos que nacieron cuando ya sus progenitores ya habían perdido a su vez la nacionalidad suiza. Los requisitos fundamentales serán hablar uno de los idiomas nacionales y acreditar fuertes lazos con la patria de sus ancestros.
swissinfo, Alberto Dufey
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